Para la foto del desafío de las “52 semanas” tengo preparadas dos del
minino. En la primera mi modelo está posando con la cola agarrada entre sus
patas. ¿verdad que está precioso? Como de costumbre descansando sobre el sillón
rojo y sus almohadones verdes, sitio preferido si los tiene.
En la otra ya con los ojos más abiertos, junto a mi notebook. Estaba yo
haciendo algunas cositas en ella mientras tenía a mi fiel compañerito al lado.
Quien tiene gatos sabe que a pesar de su fama de independientes los gatos son
muy dulces y compañeros también. Ciro está adonde yo estoy. ¡Invariablemente
donde está una está el gato!. Además siempre viene a recibirme cuando llego a
casa. Si no está en el piso inferior cuando llego, yo lo llamo y enseguida
viene. Si tarda un poquito en bajar sé que es porque estaba durmiendo en alguna
cama, pero es cuestión de minutitos y el michi baja con sus ojitos
entrecerrados a saludarme.
Curioso como es, ayer me “ayudaba” mientras yo preparaba el cuadrito
para mi hermano. Compré un marco, y estaba cortando el paspartú para encuadrar
la obra mientras Ciro con sus patitas pretendía agarrar los pedacitos del
material que iban sobrando.
También quiso “ayudarnos” cuando ayer con una amiga comíamos unos
sandwichitos (acompañando unos ricos mates). No sé si quería que le convidáramos,
pero se entretuvo bastante jugando con la pelotita de papel que le hicimos con
el envoltorio en donde estos venían. Gran solución, nosotras seguimos merendando
y charlando tranquilas mientras él jugaba con eso.
Que tengan un muy buen fin de semana. ¿Hay planes? Yo todavía no muchos,
ya veremos que va saliendo.