Son más de 300 puestos y fue inaugurado en 1840. Sufrió algunas
refacciones desde entonces según nos cuenta Wikipedia. En sus comienzos estaba
a cielo abierto y fuera de las murallas de la ciudad, con el fin de evadir los
impuestos por la entrada de mercancías. Claro que Barcelona fue mutando mucho
desde entonces, y el mercado fue creciendo y modernizándose.
Al parecer tiene el privilegio de ser considerado el mejor mercado del
mundo. Eso dicen en la página oficial, así que habrá que creerles, ¿no?.
Independientemente de si es el mejor o no, a mí me ha parecido un sitio
fantástico.
Que pinta estas ensaladas de fruta! |
Hay mucho para ver, es ya un emblema de la ciudad, una atracción
turística más que uno no puede perderse.
Mi media naranja es el encapuchado. Admirando los fiambres y quesos. |
Hay algunos puestos de comida al paso que realmente tientan. Y también
aquellas cosas que un vecino de la zona puede aprovechar como pescados o
verduras frescas.
Un popurrí de productos la verdad, y eso lo hace más pintoresco.
A mí lo que más me gustó es lo que podía ser consumido allí y por unos
pocos euros. Mi marido se tentó con un vasito que tenía algunos fiambres
cortados. Me dio a probar uno pero me pareció un poco picante, así que lo deje
disfrutando de su manjar.
Se compró uno de estos. |
Las ensaladas de frutas me llamaban la atención. Bien fresco y
saludable. Había unos panqueques expuestos que tenían una pinta bárbara pero ya
habíamos comido así que me limite a sacarles fotos.
Todo para su paella! |
En las pescaderías había gran variedad de oferta, entre ellos unos
cangrejos vivos que me causaron un poquito de impresión.
Mucha gente comprando, otros turisteando como nosotros.
¿Les gusta? ¿Se tentarían con algo? ¿Qué hubieran comprado?
Estos me gustaban a mi. Alma de gordita. |