Antes que nada,
gracias a todos los que se tomaron un ratito para dejarme en el post anterior
sus saluditos con motivo de mi cumpleaños. ¡Siempre es lindo recibirlos!
A punto de soplar las velitas |
Les cuento que lo pasé
muy bien, empecé los 34 rodeada de afecto de gente querida. El viernes fue un
festejo familiar, ya que una vez pasadas las doce estábamos habilitados para
soplar las velitas. Compartimos una rica cena casera. Mientras charlábamos
estábamos a cada rato sacando al gato de la bolsa de uno de los regalitos que
trajo mi mamá. Estaba el michi obsesionado con meterse adentro de ella, lo
sacamos una y mil veces y a cada ratito volvía a meter su cabeza por ahí.
Torta que hizo mi mamá |
El sábado me levanté
temprano y me dediqué a hacer todas las compras para la reunión de la noche: en
la confitería, en el supermercado, en la sandwichería. Luego limpiamos un poco
la casa para que estuviera en condiciones, y nos quedó tiempo para descansar un
ratito. A la noche fueron llegando los invitados. Terminamos siendo unos
veinticinco, y salió todo muy lindo. Traté de dividirme un rato con los
diferentes grupos, aunque se complica compartir con todos cuando hay mucha
gente. Se quedaron hasta tarde, pero por suerte al día siguiente no había que
levantarse temprano.
Ciro obsesionado con la bolsa. |
El domingo seguimos
con las reuniones con amigos, y aproveché a llevar algunos sándwiches que me
habían sobrado. La realidad es que siempre hago mal los cálculos y para no
quedarme corta termino con un montón de comida de sobra. Todos estos días
entonces estamos desayunando, almorzando, merendando y cenando comida de
fiesta. Definitivamente tendré que luego hacer algo porque la balanza está acusándome
este hecho.
El balance de este
finde es muy bueno, lo pasé con amigos y familia.
¿Cómo lo pasaron
ustedes?