Ya les anticipé que estaba por adoptar un gatito. Hace
rato que lo venía pensando, y me estaba convenciendo de hacerlo. Me encantan
los animales, y especialmente los gatos dado que son bastante independientes
pero a la vez cariñosos. Mi primer gatito llegó para cuando yo tenía 12 años, y
luego tuvimos otros (actualmente en lo de mis padres hay dos).
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Mi michi precioso (foto que me mandó mi compañero). |
La cuestión es que le venía dando vueltas al asunto
hace unos cuantos meses. A fines de enero un compañero de trabajo me contó que
su gata había tenido cuatro crías, y me preguntó si quería uno. Me mandó las
fotos de los pequeñines, y ya solo eso me convenció. Me di cuenta de que era el
momento de decidirme, que ya no tenía que pedirle permiso a nadie para llevar
un animal a casa (una de las ventajas de mi nueva soltería), y entonces le pedí
que me reservara uno. Eran todos bien diferentes, y yo elegí uno de un hermoso
color té con leche. Por supuesto que había que esperar el tiempo
correspondiente al destete. Cada tanto me iba mandando fotos con el crecimiento
de los mininos.
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Aca estaba con su mamá y los hermanitos. |
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Foto que me envió mi compañero. Aca con uno de los hermanitos |
Ya la llegada de mi nuevo compañerito era inminente,
así que la semana pasada me ocupé de comprarle las primeras cosas (comidita,
platitos, cuchita, juguetes, etc). Y finalmente llegó el día en que me lo
entregaron. ¡El lunes el pequeño llegó a casa!.
Se nota a simple vista que es un gato travieso (y digo
gato en masculino pero la realidad es que todavía no se el sexo, no he podido
darme cuenta, ya un veterinario me sacará de la duda). Ni bien llegó empezó a
inspeccionar todo, a recorrer la casa, a dar saltitos de acá para allá.
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ya en casa, con uno de los jugetitos que le compré |
Como buen chiquitin lo primero que hizo es ir a todas
esas cosas a las que no debe: buscar cables, mordisquear el sillón, etc. Se ve
que esas cosas tienen como un imán para él. Me estuve entreteniendo con sus
juegos (se divierte con cualquier cosa, todo es un chiche, desde la pata de una
mesa, la cortina, un almohadón, mi lámpara de juncos, etc).
Enseguida se animó a subir la escalera para ir al piso
de arriba. Al principio más tímidamente, luego bien decidido.
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Esta la saqué yo en su primer día en casa. Jugando con una pelotita emplumada. |
A la noche enseguida se vino conmigo a mi cama. Y la
verdad es que es tan chiquitito que acepté que se quedara ahí (ya sé, no hay un
vuelta atrás con eso). Lo gracioso es que a las 3 de la mañana me desperté
porque me estaba saltando encima de la cabeza. Se había puesto a jugar y ahí
andaba a los saltos arriba mío. Lo agarré y lo llevé a una cama que tengo en
otra habitación (la de huéspedes, aunque en la práctica nunca nadie se quedó
allí) y por suerte allí se quedó dormido. Cuando me levanté enseguida él lo hizo,
y nos pusimos a jugar un rato. No me quedó otra que irme a trabajar y dejarlo
solito, esperando que no hiciera mucho lío (después les cuento!).
En cuanto al nombre para el michi, dependerá por
supuesto del sexo. Si es macho se va a llamar Ciro. Si es hembra el nombre
escogido es Poupée (significa “muñeca” en francés).
¿Tienen gatos? ¿les gustan? ¿Consejos para la crianza?