Con lo de los dos metros bien podría estarme refiriendo a las distancias que hay que mantener entre personas como medidas de protección para el coronavirus. Pero esas directrices no hay quien no se lo sepa a esta altura, así que el post en realidad es para mostrarles los acercamientos entre el michi y la bebé.
La verdad es que hay una convivencia pacifica entre los dos pequeños de la casa, lo cual es de agradecer. Siguen sin tener mucho contacto, pero ya ella lo registra mucho más al gato. Cuando le pasa cerca lo sigue con la mirada. Y el michi la observa pero a una prudente distancia.
Así estamos, refugiados en el hogar ya que cada vez pega más fuerte la segunda ola de contagios, en esta pandemia que ya parece tan eterna. Hay medidas más restrictivas, pero lo cierto es que elegimos cuidarnos y tratamos de salir lo justo y necesario. Un consuelo es saber que nuestros padres ya tienen la primera dosis de la vacuna. Habrá que seguir teniendo paciencia, y cuidarnos entre todos.
¡Buen fin de semana!