Confieso que para
cuando terminé el último ya estaba un poquito cansada de eso, seguramente para
marzo haya más policiales u otras temáticas. Me gusta de todos modos incluir
géneros diferentes entre mis lecturas.
Aquí los títulos de
este mes del que ya nos estamos despidiendo (¡chau febrero!):
Los colores de la felicidad, de Viviana Rivero.
Aquí lo que me pareció
interesante es el contexto de la novela, ya que transcurre durante la gestación
de la Revolución Cubana.
Una joven fotógrafa
argentina viaja a Cuba como integrante de la comitiva que acompaña a Juan
Manuel Fangio durante el Gran Prix de La Habana. Allí conoce a Joel, hijo de un
poderoso tabacalero pero que trabaja en secreto en favor de la revolución.
Comienzan una relación apasionada, pero que no está ajena a lo que está
sucediendo en el país. Esto los obliga a tomar unas cuantas decisiones
difíciles, en pos de los ideales y la libertad.
El libro me gustó,
incluye unos cuantos hechos y personajes reales que dan marco a la historia. Al
finalizarlo me instó a averiguar e interiorizarme un poco sobre algunos de esos
sucesos relatados, lo cual creo que es bueno porque amplía la cultura general.
La Magia de la vida, de Viviana Rivero.
Este libro también me
gustó, habla un poco de los hilos de la vida, personas que parecieran haber
estado destinadas a conocerse. Algunos personajes de todos modos son medio
forzados, un cliché atrás de otro. De todos modos para pasar el rato estuvo
bien, sobre todo porque la mayor parte transcurre en la ciudad de Florencia,
por lo tanto menciona lugares que tuve la oportunidad de conocer. Me traía
entonces recuerdos de mi viaje, y eso le dio un plus.
La historia habla de
una joven periodista que viaja a Europa para escribir unos artículos sobre
comida de la zona. Es también la oportunidad de alejarse de los recuerdos de su
ex novio con quien acaba de terminar una relación, y de cumplir el encargo de
su padre en la búsqueda de un cuadro que había pertenecido a sus antepasados.
En Italia conoce a
Fedele, dueño de un restaurante y con quien comienza una relación muy especial.
La búsqueda del cuadro los lleva a conocer a un excéntrico conde con el que
están ambos más unidos de lo que pensaban.
Los límites de nuestro infinito, de Marc Levy.
Es un libro
interesante, en el cual dos mujeres sin aparente conexión ven cruzados sus
caminos y realizan un viaje de cinco días a través de Estados Unidos, el cual
marcará un antes y un después para ambas.
Una de ellas ha pasado
más de la mitad de su vida entre rejas, se ha escapado de prisión y decide
vivir la vida que le han arrebatado. La otra es una joven estudiante
universitaria que lleva una vida sencilla, algo monótona, y sin un rumbo claro.
Lo que no se dice, de Viviana Rivero.
Para esta altura tal
vez ya había leído dos libros en el mes de esta autora y el temita romántico
terminó de cansarme. Nuevamente me pareció que había demasiado cliché en los
personajes y en las relaciones. Tal vez por eso mi impresión es que es una
novela de amor más y no la disfruté tanto.
Va alternando la
historia entre el pasado y el presente, pero ambos están fuertemente
relacionados. La testigo de todo eso es la Patagonia, tierra que une a los
personajes.
Elena Wilson Garrott
viaja hacia allí para encargarse de la herencia de su madre. Lo que se suponía
un viaje burocrático termina siendo algo que la transformará. Allí conoce a
Omar, un hombre que trastocará todos sus planes. Pero primero deberá sobreponerse
a los prejuicios que le fueron legados con el apellido. Irá descubriendo misterios
ocultos en su familia, en donde no todo es lo que ella creía.
Estos fueron entonces
los libros de febrero.
¿Alguno les llamó la
atención?