Temaiken

Temaiken es un bioparque que está situado dentro de la Provincia de Buenos Aires, en la localidad de Escobar.

Su nombre tiene origen en dos palabras tehuelches: tem (tierra) y aiken (vida).

Fui dos veces a recorrerlo, y me pareció un paseo mas que interesante. Un hermoso lugar para ver animales (un poquito mas exóticos que los que se encuentran en el zoo de Buenos Aires), para caminar dentro de un ámbito muy cuidado, para compartir momentos en familia. Cuenta además con atracciones varias, un espacio de granja, el cine 360º, y varios espacios de gastronomía.

Nos tomamos para llegar el colectivo  de la linea 60 (no cualquiera, es uno que indica en un cartel que llega a Temaiken, el mismo sale de Plaza Italia, aunque puede tomarse en algunas paradas posteriores también). Lo bueno es que nos dejó justo enfrente del parque.

Lo primero que se ve al llegar (por lo menos cuando fui yo, hace unos dos años ya de esto) son unos flamencos rosas. Es lindo verlos parados en una pata (que equilibrio el de estos bichos!).

Otros animales que me llamaron la atención y que se encuentran ahí nomás de empezado el recorrido son los suricatas. Animalitos lindos si los hay, y la primera vez que los veia en vivo y en directo. Me daban ganas de tener uno de mascota, aunque tengo entendido son muy salvajes y no se adaptan a eso. Son animales que viven en manadas, y siempre hay algunos que actúan de vigías. Había uno que estaba sentado en una posición muy “humana”, miraba a todos los visitantes con curiosidad. Les dejo una foto de este animalito que me causó tanta risa.

El tigre blanco también me pareció muy bonito. Tenía una pelota con la que jugaba mientras se bañaba en un estanque que tenía dentro de su recinto. Además se acercaba al vidrio a través  del que la gente lo miraba, pero con actitud mas curiosa que otra cosa. Parecía un gatito grande.

También pudimos apreciar como le daban de comer al hipopótamo. Nunca había visto como estos comían, y fue divertido ver los saltos que pegaba para agarrar la comida que desde una plataforma le daban.

Un espacio aparte tienen los murciélagos. Para entrar al recinto de ellos se traspasan dos puertas (para evitar que alguno se escape, ya que andan volando por ahí), y a partir de ahí pareciera que uno entró a una selva tropical. Mucha humedad en el ambiente. Algunos dormitaban (de cabeza, por supuesto) en las ramas de los árboles (las de mas arriba es para los que tienen mayor jerarquía dentro del grupo). Otros se alimentaban. Les colgaban los cuidadores una especie de brochette de frutas. Estas estaban en las ramas, y al parecer también se respetan escalafones jerárquicos  a la hora de buscar el alimento.

Hay un sector para ver los animales nocturnos. Se entra a un espacio oscuro, y pegado a un vidrio se pueden observar las madrigueras. Con una luz apenas muy tenue se divisan las siluetas de vizcachas y otros noctámbulos, los cuales para la hora de visita se encuentran sin dudas durmiendo.

Hay por supuesto animales autóctonos: pumas, pudúes, carpinchos, yacarés.

Posee el parque también un acuario, el cual se divide en peces de mar, de rio, etc. Un ámbito en el que se pueden observar desde pequeños pececitos hasta tiburones. En este ambiente las fotos con flash están absolutamente prohibidas.

Un espacio especial lo tienen las aves. Pájaros de todos los tamaños y colores. Los que mas me llamaron la atención fueron los pavos reales, especialmente unos de color blanco. Majestuosos con sus grandes colas, paseándose al lado del visitante.

También hay una zona de granja, en la cual se puede alimentar a cabritos, ovejas, terneros, y otros animales del campo argentino. Un espacio ideal para que chicos (y grandes! A mi me encantó) tengan contacto con ellos. Cuenta el lugar a su vez con una huerta orgánica.

El “Cine 360º” es otro lugar para vivir una experiencia enriquecedora. Es una espacio de proyección 360 grados, en la que se proyecta un documental llamado “el arca de la vida”. El mismo es una especie de viaje desde la creación del mundo, la aparición de los primeros seres vivos, los animales de los distintos biomas, y finalmente la llegada del hombre. Una experiencia sensorial, en la que además de imágenes uno recibe otros estímulos (como una breve llovizna en la parte tropical). Además las dos veces que lo visité sentí un toque al alma, una invitación a cuidar el planeta (que al fin al cabo es un arca de vida, una gran nave en donde animales y personas convivimos, y lo importante de hacerlo en armonía, cuidando el medio ambiente, preocupándonos por el legado que le hacemos a las generaciones futuras).

En definitiva, un paseo que les recomiendo hacer si tienen la oportunidad. Mis consejos son hacerlo un día de temperatura media (con mucho calor es duro porque no hay muchos lugares para cubrirse del sol, con lluvia o frio tampoco es muy bueno), llevar calzado apto para la caminata, líquido para hidratarse, y ganas de pasar un lindo rato.

¿conocen Temaiken? ¿que les pareció?