lunes, 31 de mayo de 2021

Unos espectaculares membrillos asados


 Estoy probando nuevas recetasEsta es super fácil y muy rica, por lo que tengo ganas de compartirla. Si tienen antojo de algo dulce acá tienen una idea: membrillos asados. 

Yo nunca había comprado los membrillos como fruta, solo había comido el dulce ya comprado (que por cierto me gusta mucho). Esta vez fui a la verdulería y volví con dos bonitos membrillos. Los lavé bien, y los corté en rodajas. Son bastante duros, un cuchillo filoso ayuda. 


Los puse en una asadera, con un poquito de agua y un limón exprimido. Aquí se le habría podido agregar azúcar, yo no lo hice porque quería que fueran aptos para darle a la nena. 


Los tapé con papel aluminio y los metí en un horno a temperatura media / fuerte. Así dejé transcurrir unos 50 minutos. Pasado ese tiempo los destapé y agregué un poquito más de agua. Los cociné en el horno unos 20 minutos más. 


Y ahí ya estaban listos para comer. Facilísimo, ¿no?  


Yo agregué en el platito unas nueces. Ahí si le puse un poco de azúcar porque era para mi. También hice otra versión agregando queso philadelphia arriba. ¡Ambas un golazo! 


Algo rico, y bastante sano. Para darse un gustito en estos días frescos. 

jueves, 27 de mayo de 2021

Abuelos al rescate

 En dos meses tengo que reincorporarme en el trabajo. La verdad es que cuando pienso en ello sufro un poco. No tengo opción realmente, económicamente mi sueldo es necesario, así que no es que me esté planteando no hacerlo. Pero me da un poco de ansiedad saber como nos arreglaremos cuando llegue el momento.  

En un mundo ideal sin pandemia yo estoy segura de que hubiera escogido que la nena fuera aunque sea unas horas a un jardín maternal, y que después otro rato quedara al cuidado de abuelos. Mas que nada porque no es de mi gusto recargarles tanto a ellos que son personas mayores, y porque creo que la interacción con otros chicos y el estimulo que se recibe en un jardín es algo positivo. Pero en el contexto actual no es algo que sienta que puedo escogerlo ahora. Realmente es un riesgo exponerse, y aunque se asumiera eso por otro lado tampoco es que sea un tema con lo que uno puede contar al 100%. Porque un día hay clases presenciales, al otro son solo virtuales, al otro ni eso. Como todavía ella es muy chiquita se que no le estoy quitando tanto el tema de sociabilización entre pares, lo que si ocurriría si tuviera un par de años más. 



La opción que estamos viendo entonces es la del cuidado por parte de sus abuelos. Tanto de mi lado como del de mi marido se han ofrecido para ello, cosa que yo agradezco. No se todavía como será ese arreglo. Estamos pensando en algunos días mis padres, otros mis suegros. No se si días fijos en la semana, o si se alternaría sobre la marcha. Tampoco está tan definido si podrán venir a casa o si habrá que llevar a la nena adonde ellos viven. 

En el caso de mis padres, están un poco más cerca. Hemos hablado el llevarla nosotros hasta allí, algún día pasar a buscar a mi mamá para que la cuide en casa. Con mis suegros es más difícil porque nos separan más de 50 km. No podríamos llevarla y volver a casa para trabajar. Que ellos vinieran sería más fácil. 


Ya empecé a comprar algunas cosas que se van a necesitar tener para cuidarla en otro lugar que no sea nuestra casa. Artículos como pintorcito y babero para comer, platito y cubiertos, sillita, etc. 


Espero sinceramente que esto funcione, que no sea una carga muy grande para ellos. Y que sigan sanos y en condiciones de poder cumplir este rol. Juro que muchas veces esto me quita un poco el sueño. 


¿Cómo han vivido este tema si es que les ha tocado? ¿Les ha sido fácil? ¿Qué pusieron en la balanza para decidir a cuidado de quien dejar a un hijo/a?  


Mientras tanto trato de aprovechar el tiempo que me queda antes de volver a la rutina laboral. Disfrutar el verla crecer, el poder estar cuando va haciendo avances. Y estos son muchos, la verdad es que cada día logra algo que antes no.  

miércoles, 26 de mayo de 2021

Seguimos adaptando ambientes

Algo que hay que hacer cuando un niño está cerca de tener más movilidad propia es sin duda adaptar la casa para que no haya accidentes, hacerla un lugar seguro. En nuestro caso tenemos una escalera para ir al piso de arriba, así que era necesario ponerle redes de protección, incorporar puertas para trabar su acceso, etc. 


Si bien todavía la bebé no lo necesita porque apenas está desplazándose reptando por el piso, es cuestión de tiempo. Pedimos presupuestos e hicimos colocar una red (las fotos son del gato como inspector de la misma). También pusimos las puertitas, las cuales debían cumplir con frenar a la nena pero a la vez dejar pasar al gato. Las hicimos a medida entonces, pidiéndole a un herrero que las confeccionara. 


Un descanso en la inspección

Empezamos a reordenar cajones, quitar cosas que se pudieran romper o fueran peligrosas y que estaban cerca del piso. Y así de a poco la casa se sigue transformando. Es increíble como los espacios se ven colonizados rápidamente por juguetes, cochecitos, sillitas de comer, cunas, y demás objetos propiedad de los pequeños. 


Hace más de un mes que no publico, y realmente es que no me está siendo sencillo encontrar el tiempo para hacerlo. Por acá estamos bien, atareada con la bebé que crece a pasos agigantados. Todavía disfrutando de la excedencia laboral, pero sufriendo porque ya me queda poco de eso.  

De nuevo encerrados con días de cuarentena más estricta, en esta pandemia cada vez más larga e interminable. Volvimos a hacer encuentros virtuales para tener contacto con familia y amigos, y aprovechamos a dar una pequeña vuelta por el barrio cuando el clima lo permite y estamos dentro del horario permitido para eso. Hubo días fríos y lluviosos, un poco ayudaban a quedarse en casa sin sentir que era tanto lo que se perdía. 


Así estamos por aquí. ¿Como están ustedes? 

Otro descanso...