jueves, 15 de marzo de 2012

El Chaltén: capital nacional del trekking

Siguiendo un poco con los relatos de viajes, aca va otro capítulo de aquel viaje al sur de Argentina que realizamos en el verano del 2009.

Ya les hablé sobre el Glaciar Perito Moreno, y sobre el Upsala y Spegazzini.
Perito Moreno
 
Y ahora llegó el turno del pueblito de “El Chaltén”. Para llegar ahí nos tomamos un micro desde El Calafate, y después de unas tres o cuatro horas llegamos a destino. Lo que me llamó la atención fue que antes de entrar al pueblo uno debe hacer una parada obligada en una oficina del guardaparques. Ahí nos dieron a todos los pasajeros una charla sobre conservación del medio ambiente, con recomendaciones a cumplir. Me pareció muy interesante, ya que como nos contaban ponen mucho énfasis en que la gente respeta a la naturaleza, no contamine sus aguas, no prenda fuego en lugares prohibidos, y otras cuestiones ambientales.

Luego ya si entramos al pueblo propiamente dicho, y fuimos a ubicar nuestro hostel, el cual ya teniamos reservado previamente.

La población es pequeña. Es uno de los pueblos mas nuevos del pais, y está creciendo bastante en los últimos años. Está ubicado en el extremo norte del Parque Nacional Los Glaciares, y al pie de los montes Fitz Roy y Cerro Torre.

Por sus características, es considerado la “Capital Nacional del Trekking”, ya que posee un acceso privilegiado para practicar actividades en la montaña (desde la visita a puntos panorámicos a pocos minutos de caminata y con un mínimo grado de dificultad, hasta expediciones de varios días o escalada de las grandes paredes verticales reservada sólo para los mejores montañistas).

La excursión que mas disfruté es una que en realidad hicimos por nuestra cuenta, siguiendo los senderos y carteles (está todo muy señalizado). Salimos bien temprano del hostel, tomando una combi que nos llevaba hasta un punto ideal para el ascenso al Fitz Roy. Elegimos esta opción para que el camino de ida y regreso fuera distinto, ya que en realidad desde el mismo pueblo se puede subir, sin recorrer mas que escasos metros de la calle principal.

Empezamos el recorrido por un hermosos bosquecito, desde el cual a los pocos minutos de caminata se podía observar el Glaciar Piedras Blancas. Lo tuvimos a nuestra derecha una buena parte del camino. Después de unas horas llegamos a el Campamento Base Poisenot. Ahí había bastante gente acampando, nosotros paramos un rato para almorzar la vianda ahí. Luego cruzamos el Rio Blanco, y llegamos a un lugar en donde la senda se vuelve bien empinada. Hay que decir que no eran tantos metros de aquí a la Laguna de Los Tres (que era la meta) pero nos llevó un tiempito, puesto que realmente tenía una inclinación considerable y ningún lugar de sombra adonde cobijarse.

Pero el esfuerzo valió la pena. Al final de esta senda se llegaba a un lugar realmente maravilloso. El camino termina en la antigua arista de la morena glaciaria, con una extraordinaria vista del lago y glaciar de los Tres.

Paramos ahí a descansar un rato. Cada vez que hago este tipo de viajes y llego a lugares tan hermosos me tomo siempre un tiempo para admirarlos, para maravillarme y recargar pilas. Son esos momentos en que siento una paz terrible, una alegría inmensa. Son instantes que me llenan el alma. ¿les pasa a ustedes?

Bajando la morena, puede continuarse por una senda que rodea la laguna hasta su desembocadura, donde se aprecia la desolada laguna Sucia y sus glaciares colgantes. Esta laguna la recuerdo con un color turquesa intenso. La vimos desde lo alto, y sacamos algunas fotos en las que a mi por lo menos me daba la impresión de que iba a caer al vacío en cualquier momento. Claro que si uno va con cuidado no pasa nada, pero me daba esa especie de vértigo.

Luego emprendimos el camino de regreso, el cual ya si desemboca en el pueblo de El Chaltén (luego de unas horas de caminata). Yo estaba realmente emocionada, esto de hacer trekking me hace sentir viva. Cuando estábamos ya realmente muy cerca del pueblo se podía acceder a un mirador desde donde se veía todo El Chaltén. Les dejo entre otras una de las fotos que saqué desde ahí.

Recuerdo este viaje con cierta nostalgia. Por lo menos en mi caso no todos los días puedo visitar lugares tan increíbles, así que guardo las experiencias que viví ahí bien gravadas en la memoria.

¿conocen el lugar? ¿que les pareció? ¿les gusta el trekking?






6 comentarios:

  1. Gracias por el viaje. Ahora dan ganas de ir.
    Me debo salir para el sur. Vengo recorriendo el país de a poco, pero siempre elijo lugares mas al norte, no me gusta el frío pero no me quiero morir sin recorrer también el sur.
    Saludos

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  2. Recién empecé a leer el post y paré para decirte que me encantan tus relatos de viajes!
    Pasaste por mis pagos? Quisiera ver cómo lo retratás :)
    Ahora a terminar de leer el post jeje.

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  3. Me encantó!
    Lo de los "instantes que llenan el alma" me pasa un montón cada vez que salimos a pasear por acá!
    A veces hay un silencio tan profundo que sentís que estás sola en el mundo, que es sólo ese momento para la eternidad, vos, el paisaje y nada nada más! Di-vi-no! :)
    Que belleza las fotos!!
    Me encantaría poder ir algún día, pero ahora estoy un poquito más cerquita. (no digo "cerca" pero más cerca que desde Buenos Aires estoy! jaja)
    Besos grandes!

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  4. Gamar: bienvenido, y gracias por tu comentario. Realmente no te mueras sin conocer el sur!! Lo del frio es un poco mito. Si vas en verano te encontrás con temperaturas muy agradables (hay dias de 30º). En El Calafate está mas fresco, pero igual no lo sufris tanto. Con algo de abrigo estás bien. Lo que si del viento no zafas con nada! Pero vale la pena!!

    Chivi: Si, estuve por San Martin de los Andes en 2010. A pesar de que nos tocaron unos dias muy lluviosos (de siete dias llovieron seis) pudimos recorrer un poco la zona. Obvio que me encantó! (soy una gran amante del sur argentino). En breve esas crónicas! :-)
    Lo de los instantes que llenan el alma me pasa en este tipo de lugares. Son los momentos que me cargan las pilas. El "instante" que mas recuerdo fue en realidad en el refugio Otto Mailing, en el Cerro Tronador. Hubo un momento cuando bajaba el sol y estaba sentada en una roca mirando hacia los glaciares y las montañas y sentí que mayor paz que la que tenía en ese momento no podía lograrse. Es algo a lo que acudo mentalmente cuando lo necesito.

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  5. Ah si suele pasar que cuando llueve, es por una semana mas o menos!
    El otro día estabamos en una rotisería y nos pusimos a charlar con una familia que había venido de vacaciones y se volvían al otro día, TODA LA SEMANA LLUVIOSA! Por suerte al otro día les tocó un día divino (pero el último que se quedaban, pobres!)
    En 2010 yo ya estaba acá! Segurisimo que nos cruzamos alguna vez jaja
    Espero entonces tu relato, quiero leer tu visión ;)

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  6. Y tal vez nos cruzamos!! vaya a saber! Como dicen, el mundo es un pañuelo (porque al final termina siendo pequeño), y me han pasado varias cosas que asi lo demuestran.
    Nosotros en ese viaje no tuvimos suerte con el tiempo, habia empezado a llover unos dias antes de que llegaramos, y solo el ultimo dia fue realmente bueno y de sol. Igual no nos hicimos tanto drama, fuimos a unas cuantas casas de te (y.. había que estar bajo techo) y probamos las delicias de la zona. :-)

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