miércoles, 28 de marzo de 2012

Casa de té Arrayán, y un mirador con una vista de ensueño

Finalmente, después de lo que les contaba fue una sucesión de días lluviosos y grises, salió el sol por San Martin de los Andes. Era el último día de las vacaciones, así que salimos a aprovechar el clima.

Como cambia un paisaje con el sol! Si bien el Lago Lacar ya me había parecido hermoso desde el primer momento, ahora tenía un color realmente alucinante. El sol se reflejaba en sus aguas, y la gente se juntaba en la costanera para aprovechar el acontecimiento. Algunos hasta se metían a nadar al lago. Yo mojé mis pies, no quería irme sin haberlo hecho.

Después de almorzar algo en un restaurante con vista al lago, fuimos a conocer el Mirador Arrayán.

Se llega al mismo yendo por el lado de lo que es la ruta a Siete Lagos, pero tomando una bifurcación por la que uno comienza a ascender. Si bien habíamos salido con abrigo, para la mitad de la subida ya estábamos sacándonos este. El sol brillaba en lo alto del cielo, y sus rayos nos habían hecho entrar en calor.

Cuando luego de una linda caminata llegamos al mirador, nos encontramos con una vista panorámica preciosa. Ahí abajo la ciudad y el lago majestuoso. Es un lugar muy bien armado, con un precioso balcón desde el que tomamos unas cuantas fotos.

A tan solo 300 mts del mirador nos encontramos con la casa de té Arrayán. La misma tiene un deck desde donde se puede disfrutar una vista espectacular. Es muy pintoresca, con la predominancia de la madera.

El lugar a su vez tiene mucho de historia. Fue inaugurada en 1939, nacida del sueño de una joven inglesa que quedó enamorada con la zona, y que decide hacerlo su lugar en el mundo. Ella muere joven, y se encarga entonces su hermano del lugar, posteriormente su hija. En 1995 es declarada patrimonio histórico y arquitectónico, convirtiéndose en un referente de la zona.

Un dato que me gustó:  “Arrayán” en la lengua mapuche significa “lugar adonde caen los últimos rayos del sol”.

Disfrutamos de una rica merienda en este particular lugar, y de a poquito nos fuimos despidiendo de la zona, ya que al día siguiente estábamos volviéndonos para Buenos Aires.

En el próximo post: les cuento una anécdota graciosa que me ocurrió en el aeropuerto de Neuquén, cuando estábamos ya regresando a casa.

 

4 comentarios:

  1. Geniales las fotos!
    Yo llevé a mi abu al mirador antes de que se vaya (creo que te lo había contado ya) llovía a mares!!
    Me muero de hambre y encima veo esa foto de la merienda en arrayán y es peor jajaja, eso tiene crema pastelera? Acá abajo vendían de esas antes, pero este año ya no las vi :(
    Beso! Espero la anécdota y espero que vuelvas pronto!

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  2. ja.ja.. las tarteletas riquisimas. Si, con crema pastelera!
    Asi que te tocó mal tiempo ahi? para nosotros fue el único dia de sol! Lindisima la vista desde ahi!!
    Me encantaria poder volver a la zona!!! Ojalá se de en algun momento!
    beso

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  3. Estuve ahi! es divino!! Estaba de luna de miel, el dia soleado, no hacia ni frio ni calor, PER-FEC-TO!!

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  4. Un lindo destino para la luna de miel! Que bueno que te tocó clima perfecto por la zona. Nosotros no tuvimos tanta suerte, ja.ja
    El lugar es gradioso de todas maneras!

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