jueves, 24 de noviembre de 2011

Parque


A pocas cuadras de casa hay un parque muy lindo. Dándole la vuelta completa se recorre poco mas de 1km.  Tiene mucho espacio verde, caminos que lo cortan, árboles que dan generosa sombra, espacio de juegos, zona de mesitas y unos cuantos bancos para sentarse. Algunos días también se instala una feria, donde se pueden comprar alimentos, artesanías, plantas, y unas cuantas cosas mas.

Especialmente los fines de semana se llena de gente. De chicos jugando, de personas que trotan o andan en bicicleta, vecinas que charlan, amigos que comparten un mate, parejas que se roban besos, perros que mueven la cola, mujeres que se pasan consejos, vendedores de pirulines, gente que juega a la pelota.

Todos conviven en armonía, disfrutando la naturaleza, haciendo una pausa de la semana, un picnic sobre el pastito.

A sus alrededores el barrio. Por lo general casas bajas, de esas que todavía quedan perdidas en algunas partes de la ciudad, las que no se han transformado en edificios. Asoman unos pocos negocios. Una heladeria que abrió hace poco (en donde también hay lugar para sentarse a tomar un café, acompañado de algo dulce). Un barcito que está hace rato, y un pequeño supermercado.

Hace poco descubrimos un nuevo emprendimiento, un bar que abrió en una esquina, ahí nomás del parque. Un lugar chiquito pero acogedor. De esos en donde si uno es afortunado de encontrar una mesa puede degustar una rica merienda (eso hicimos la primera vez que fuimos), o saborear una cena gourmet. Un lugar para volver, un nuevo espacio para compartir.

El barrio crece, vive. Y el parque contempla esos cambios.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Pilates

Hoy me toca clase de pilates. Empecé hace poco mas de un año, y voy dos veces por semana. Para mi es todo un record. Confieso que muy amante de los deportes no soy. Ya empezando por las clases de gimnasia en el colegio, de las cuales me rateaba cada vez que podía. Y siguiendo por el gimnasio que un par de veces y en un rapto de inspiración empecé, para dejar inevitablemente a las pocas clases.

Por lo tanto, para mi es una proeza haberme mantenido tan constante en el tiempo y lo que es mejor aún ir motivada.

Llegué a este deporte medio por casualidad. Para esas épocas estaba con mucho trabajo y muchas presiones, y luego de un episodio poco feliz en que el estrés estalló de golpe me vi forzada a hacer un cambio de vida. El médico me dijo, si queres estar mejor hacé algo por vos, para descargar tensiones, para aflojar el cuerpo. Y ahí me decidí a hacerle caso (¡lo bien que hice!).

Las clases las tomo en un instituto cerca de casa. Esto creo fue fundamental, al tener que hacer solo una cuadra y media para llegar me quita la excusa de la pereza del viaje. Al instituto había ido alguna vez pero por otras cuestiones (algún masaje, depilación). Las chicas que atienden unas divinas, y mi profe la mejor.

Mi profesora es una chica jovencita, de unos 25 años. Siempre con una sonrisa, siempre contenta. Te da ánimos para ir. Mis compañeras de clase (máximo 4 porque es la cantidad de camas especiales que hay) son todas del barrio. Van variando, a veces son unas y a veces otras. Está bueno, de a poco uno va conociendo a las vecinas. Es un buen ámbito para hacerse de conocidas (a las que después uno se termina cruzando en una plaza, un supermercado, o cualquier otro comercio del barrio). Y de paso uno se entera de algún chisme barrial, o recibe una recomendación sobre algún lugar de la zona que conviene visitar, y así infinidad de cosas.

Es hacer algo de deporte pero con el tema social incluido. Y eso está bueno.

Para la que no lo probó, una linda actividad para empezar. Es una forma de cuidar la salud, mejorar la postura, favorecer al bienestar del cuerpo, y conocer gente.

Haciendo listas

Tengo la costumbre (o manía) de hacer listas para unas cuantas cosas.

Si me voy de vacaciones, unos días antes estoy escribiendo en un cuaderno aquellas cosas que voy a empacar, con la idea de no olvidarme de nada importante. Además como suelo averiguar de antemano que hay para hacer en el lugar de destino, tengo mi lista de sitios a visitar (que luego puedo o no cumplirla, pero una idea sobre adonde apuntar ya me da).

Otro tema que suelo tomar nota es de mis gastos. Como una forma de controlar las finanzas llevo un cuadernito (al mejor estilo almacenero) el detalle de los montos y conceptos en los cuales gasté. A mi me sirve, me ayuda a darme cuenta si algún mes me estoy yendo del presupuesto, y también para tomar noción de en que cosas estoy gastando la plata.

Recientemente empecé una nueva lista con el detalle de los alimentos que consumo. Alguna vez leí que eso ayuda a controlarse, que antes de comer algo que no va con la dieta uno lo piensa dos veces. La verdad es que siento que últimamente se me han juntado unos kilitos de mas de los que me gustaría deshacerme. No son muchos, unos 4 o 5 kilos nada mas. Pero ciertamente difíciles de bajar. Así que estoy probando con este método, a ver si puedo llevar un mejor control de lo que como. Hacer dietas me cuesta, nunca fui muy buena en eso, pero estoy en una edad en la que todavía no debería ser tan complicado bajar de peso, y si me dejo estar cada vez va a costar un poco mas. No me gustan las dietas mágicas en las que hay que suprimir cierto grupo de comidas. No creo que sean muy saludables, por lo que busco comer equilibrado, un poco de todo pero en las porciones adecuadas. ¡Esperemos que dé resultado!

La lista que muy rara vez hago es la del supermercado. Lo cierto es que voy de compras con una idea de lo que necesito, pero al no llevar todo anotado a veces termino olvidándome algo, o comprando cosas que no tenía pensado. De todos modos no hago compras grandes, trato de ir seguido y adquirir pocas cosas cada vez. De esta manera siento que no tiro la comida porque se ha vencido, que está todo siempre más fresco, etc.

Cuestión de costumbres.

martes, 22 de noviembre de 2011

Pasando el tiempo en la oficina

Recién vuelvo de almorzar y está tranquilo por la ofi. Por lo tanto, un buen momento para actualizar el blog. Trabajo pendiente no tengo, así que me pongo a escribir sin culpas.

Hace poco que empecé en este trabajo. Venía de otro en el que llevaba más de seis años, y con un ritmo bastante acelerado. Tan acelerado que hace mas de un año me provocó un pico de estrés, de esos que están tan de moda últimamente (y nunca imaginé que llegaría a darme, pero en un determinado momento el cuerpo pasó factura y me tocó experimentarlo). Aunque esta es una historia larga y tema de otro momento.

Lo cierto es que después de mucho pensarlo me decidí a buscar otro trabajo (proceso en el que estuve unos cuatro meses, con entrevistas, mandar curriculums y todo lo que eso implica) y ahí caí en la empresa actual. Tiene unas cuantas ventajas, eso no puedo negarlo, y en mi balanza el cambio fue mas que positivo. Pero también tiene una particularidad: mucho no hay para hacer. Al principio pensaba que era por ser nueva, porque estaba aprendiendo las tareas, y que prontamente surgirían más cosas. Hasta el momento esto no ha pasado. Hay algunos momentos del mes de mayor actividad, pero por lo general es un ritmo muy tranquilo.

Uno pensaría que tener poco para hacer en el trabajo es una bendición. No niego que está bueno no estar a las corridas y poder dedicar parte del tiempo al esparcimiento (léase navegar en internet, responder mail, leer los diarios digitales). Pero por otro lado, tanto tiempo libre termina aburriendo. Porque las horas hay que cumplirlas igual. No es que puedo irme porque no tengo nada para hacer. Tampoco puedo pedir mas trabajo porque aparentemente a ninguno de mis compañeros les sobran las tareas (o sea, están en la misma que yo, en mayor o menor medida). Y llega un momento en que las noticias son siempre las mismas (las lea en el diario que fuera), que la casilla de mails está vacia, y que ya me encuentro sin ganas de seguir navengando en internet.

Y de ahí nació la idea del blog. A mi me gusta escribir. Hace mucho no lo hacía, pero siempre me pareció una actividad placentera. Así que una buena manera de matar el tiempo y de expresarme surgió hace unos días para mí. Espero que les guste leerme, como a mi escribirles.

Cocinando un poco

A mucha gente le gusta cocinar. Yo no me definiría como una de estas personas. O sea, no es mi pasión, tengo muchos programas que considero mas divertidos que perderme atrás de ollas y sartenes. Sin embargo, últimamente me encuentro buscando recetas por internet e incursionando en nuevos platos. Y hasta le encontré un poco el gustito a todo eso. Crease o no (a los que me conocen tal vez les cueste un poco mas de creer), estoy disfrutando el crear comidas mas sanas.

Me pasa que estoy tratando de incorporar hábitos mas saludables a mi vida (lo cual se relaciona con mi post anterior y la idea de caminar mas seguido). Entre ellos está el incorporar mas vegetales (y de ahí el buscar nuevas recetas, para salir de la típica ensalada de tomate y lechuga). Así que me estoy haciendo amiga de la verdulería del barrio, ahora paso por ahí mas seguido y busco llevar cosas variadas. Y con eso voy probando.

Ayer se me ocurrió hacer zucchinis rellenos. La idea la saqué observando a un compañero de trabajo que en el almuerzo estaba degustando esto. Me pareció rico, así que me imaginé como debía hacerlos (esta vez fue sin seguir receta, usando un poco la intuición) y debo decir que el resultado fue muy bueno. Para ser la primera vez que cocinaba esta verdura, debo decir que me lucí. No pretendo dar una clase de cocina asi que no voy a especificar demasiado la receta (por si hay algun experto en el tema leyendo esto), pero voy a hacer una mención de los ingredientes que utilicé: dos zucchinis, carne picada, una cebolla, puré de tomate, cebollita de verdeo, queso rallado, y condimentos varios.

Una delicia. Los invito a probar cocinar nuevos platos.

Caminata

Ayer volví del trabajo caminando. Una de las cosas que me gustan de mi actual trabajo: estar cerca (a unas 30 cuadras de mi casa).  Esto hace que mi viaje sea menos cansador (y un cambio muy positivo si tengo en cuenta que para el trabajo anterior tardaba mas de una hora en colectivo), y también me da esta posibilidad de escoger volverme en caminata, la cual antes no tenía.

No es que siempre me vuelva caminando, pero está bueno tenerlo de opción. La de ayer creo fue la tercera vez que lo hice, y realmente disfruté el paseo.

Es una linda zona para recorrer. Hay un poco de centro comercial cuando se llega a una de las avenidas principales de la zona, pero también se puede escoger ir por las callecitas cercanas, las cuales tienen hermosas casas para apreciar, por ser una zona residencial.

Ambas opciones son interesantes. Ir por la avenida permite ir chusmeando negocios (aunque mas de una vez uno se tienta y alguna cosita compra), y transitar la zona de las casas hace que uno pueda observar la arquitectura del lugar, ver los jardines que por la zona suelen estar bien cuidados, y descubrir un barrio que si bien está pegado al mío yo no solía frecuentarlo.

Claro que el calzado debe ser cómodo para la caminata. Los días cuando elijo ponerme zapatos de taco alto no son buenos para emprender este tipo de marcha. Pero hay otros en que realmente es una buena alternativa a otro medio de transporte, y está bueno aprovecharlos.

Además es bueno para la salud, y cuidarme un poco en este aspecto es algo que me vengo proponiendo en los últimos tiempos. Generar hábitos y costumbres saludables como hacer algo de ejercicio físico figuran entre mis metas (las cuales no siempre me resultan fáciles de cumplir).

Será entonces algo que intentaré proponerme. Caminar regreso a casa.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Una taza de té y pensando en las vacaciones

Empiezo mis mañanas generalmente tomando un té. Le suelo poner leche porque así me parece mas suave. Y con eso arranco el día.

Mis desayunos suelen ser así simples, aunque a veces pienso que debería hacerlos mas completos. Por todos lados se lee que son fundamentales para empezar el día, pero es un habito que por ahora no tengo.

No es que no me gusten unas buenas tostadas y un jugo para acompañar, pero habitualmente no tengo tiempo para eso (o no me lo hago, ya que en la semana termino levantándome con el tiempo justo).

Desayunos así son los que disfruto en las vacaciones. Esos días soñados que me quedo esperando todo el año. No por los desayunos, está claro. Sino por el poder descansar, viajar, pasear.

Es que la época de vacaciones me encanta.
Trabajé en un colegio muchos años (uno de los trabajos “largos” que mencionaba en mi entrada anterior) y ahí teníamos muchas vacaciones.  Por lo menos considerablemente mas que ahora. Yo no era docente, pero alguno de los beneficios se compartían. Un mes en el verano y una semana en invierno, para mi era la gloria. Ahora con suerte tengo dos semanas al año (opino que deberían modificarse las leyes acá, es muy poco tiempo el que se le da al trabajado para reponer energías).
Por eso me gusta aprovechar esos días, de ser posible viajar y conocer destinos interesantes. Por ahora mucho del país no salí. Conozco algo de Brasil y de Uruguay, pero mayormente mis viajes han sido dentro de Argentina. Me encantaría salir a recorrer el mundo, pero de todos modos considero que hay mucho para recorrer por acá, muchos paisajes lindos que ver, muchas historias interesantes por vivir.

Todavía sin destino para estas vacaciones.. aunque ya empecé a considerar algunos lugares. Ya me veo paseando por montañas, nadando en ríos, contemplando un bello lago.

Pero mas vale que me deje de pensar en vacaciones y me ponga a trabajar ahora.
Voy en búsqueda de una taza de té...

Comenzando..

Y si... después de pensarlo un poco finalmente me decidí a empezar mi primer blog.

¿Cuales son mis expectativas y por que lo hago? Creo que el principal motivo es el poder expresar parte de mi mundo, mostrar un poco quien soy y como pienso, compartir cosas que me gustan o me parecen interesantes.

Si lo escribo para mi o para otros a esta altura todavía no lo tengo muy claro. Supongo espero que otros lo lean y se sientan identificados, o que simplemente conozcan una visión del mundo particular (tan particular como la de cada uno que lo lee). En definitiva, compartir mi forma de percibir el mundo. La de alguien que ama la vida, que en parte sabe quien es pero también busca descubrirse, que disfruta las pequeñas cosas (o trata de hacerlo), que tiene viva su niña interior a pesar de haber ingresado ya a la tercer década de su vida, que ama aprender y conocer nuevas cosas, que sabe que no hay nada mas lindo que la amistad, que disfruta estar enamorada, que no gusta del frío pero enormemente de los días de sol.

Y así podría seguir largo y tendido, porque definir quien uno es y que cosas le gustan no es tan fácil ni tan corto. Cuando nos presentamos solemos hacerlo con pocas palabras, las cuales por lo general describen que estudiamos, de que trabajamos, que edad tenemos o en que ciudad vivimos. Un pequeño curriculum de vida, de esos a mencionar en una entrevista de trabajo. Por supuesto todas cosas importantes, pero ¿son las que en verdad nos definen? A algunos si.. a otros definitivamente no.. somos mucho mas que un título universitario o un espacio en el organigrama de la empresa. Estamos hechos de momentos, de ideas que nos definen. De las grandes y pequeñas. Porque así como uno puede describirse a si mismo como el seguidor de tal o cual partido político, también puede hacerlo como el que gusta de leer libros, el que disfruta de caminar, el que se siente pleno tomando un café con un amigo, el que gusta de viajar. Y así seguir..

Definirse en serio no es fácil. Supongo que puedo intentarlo, empezar por esas cosas obvias (otra vez con el que estudiamos y que hacemos), y que con el correr del tiempo el lector pueda dilucidar el resto. Porque creo que la personalidad de cada uno se nota en lo que se escribe. Por ejemplo, yo puedo decir que soy optimista (y en serio creo que es así como miro la vida) pero si realmente no fuera así el tono pesimista teñiría  mis palabras y saltaría a la luz una primer descripción errónea de mi misma. O puedo decir que soy tolerante pero en mis textos quejarme a cada rato, y también habría contradicciones. Por eso, dejo a ustedes que saquen conclusiones a partir de lo que leen, que jueguen a descubrir quien está atrás del teclado.

Entonces decidí voy a empezar con unos pocos datos, con esos que usamos todos al empezar a conocer a alguien.

Como primer paso mi nombre. Me llamo Estela. El significado de mi primer nombre es “estrella" (y el de mi segundo nombre es "pequeña”). Mi mamá lo eligió porque le pareció dulce el significado, y porque Estela era el nombre de una amiga de su infancia a la que quería mucho. Lindos motivos para elegirlo. ¿Si a mi me gusta? Mas o menos, siempre pensé que era nombre de vieja (digamos pasado de moda), aunque a decir verdad la vida me presentó a dos amigas que se llaman igual que yo (y ambas de mi edad). Digamos que con el paso de los años me fui llevando mejor con mi nombre, fui apreciando lo bueno de ser mas original (en cambio otros nombres mas comunes siempre iban repetidos por ejemplo en el colegio). Y siempre me gustó el significado, creo que en cierta manera algo me describe.

Sigo entonces por mi profesión. Soy contadora, recibida de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Siempre me gustaron las materias relacionadas con contabilidad y administración, y disfruté la carrera (aunque muchos lectores se que pensaran que es un plomo).  La etapa de la facultad fue linda, ahí conocí a personas que hoy son grandes amigas, y tuve muy buenos profesores.  Tuvo sus épocas de estudiar mucho, otras un poco menos, y fue una alegría enorme el recibirme finalmente. Recuerdo con una sonrisa el momento en que me dieron la última nota, y como mis amigos me tiraron huevos y harina al recibirme (tradición que por lo menos en mi ciudad es muy común). Es que fue una etapa que disfruté, pero que también tenia ganas de que terminara.

Le llega el turno a mi edad. Tengo 31 años, cumplidos en el mes de julio. Eso quiere decir que soy de Leo en el signo del zodíaco, y que ya entré en mi tercer década. Esto último a algunas amigas de mi edad les chocó un poco, pero a mi es una cosa que no me molesta para nada, me siento joven y adoro cumplir años. Por lo menos por ahora..

Algo breve sobre mi familia: tengo un hermano tres años mas chico, una madre y un padre que me apoyaron siempre mucho, y vivo con mi novio (con quien dentro de poco cumpliremos 7 años de noviazgo). Tengo una tía y tres primas a las que mucho no veo (viven lejos) pero con las que siempre es un placer encontrarme.

Sobre mi trabajo, estoy en la parte contable de una empresa pequeña (somos 40 personas en la ofi). Esto desde hace poco, ya que empecé en este lugar recientemente.  Trabajo desde chica, tenía un poco menos de 17 años cuando comencé. En mi vida laboral tuve dos empleos de muchos años (en uno siete y en el otro seis) y dos empleos de pocos meses. El presente no se en cual categoría entrará, aunque espero que sea en la de los largos. Es que si bien hace poco estoy por ahí me siento contenta con el cambio. Es un volver a empezar, que estaba necesitando. Ya veremos..

Mascotas por ahora no tengo. Tuve algunas de chica, pero desde que me independicé todavía ninguna. Me gustan los animales, especialmente los gatitos, y por suerte a mi novio también, así que tal vez en algún momento tengamos uno de estos animalitos.

La ciudad en que vivo: Buenos Aires. Hermosa ciudad, aquí nací y aquí siempre viví. Me gusta recorrerla. Una ciudad con mucho que ofrecer, mucho para conocer. No la cambiaría para vivir.

Y con esta breve presentación entonces me despido, por lo menos por ahora, hasta la siguiente entrada.

Arrivederci!