viernes, 29 de julio de 2016

Plaza Independencia - Montevideo

Plaza Independencia. El camino nos lleva hacia el monumento a Artigas.

Hoy les muestro un poco más de nuestro paseo por la ciudad de Montevideo. Acá algunas fotitos que saqué en el centro, que es uno de los sitios que visitamos al día siguiente de llegar.

Desde el hotel en el barrio de Pocitos fuimos caminando, siguiendo la rambla. Salimos luego de desayunar y tranquilos fuimos bordeando el río.
Una de las esquinas de la plaza

Llegamos así a la Plaza Independencia, que queda justo en el límite entre la Ciudad Vieja y la zona del centro.

Se encuentra allí el monumento ecuestre a Artigas en su parte central, y está rodeada de varios edificios emblemáticos.

Teatro Solis
Hacia el oeste se encuentra la Puerta de la Ciudadela, testimonio del Montevideo colonial e inicio de la Peatonal Sarandí.

Puerta de la ciudadela.
Pudimos recorrerla tranquilamente, era poca la gente que transitaba por la plaza a esas horas. Calculo que el clima medio nublado y fresco no ayudaba.

Sacamos algunas fotos antes de ir para la Ciudad Vieja y al mercado del puerto que es donde luego almorzamos.

Estas tienen ese tinte ligeramente amarronado en parte porque el sol no asomaba ni de casualidad, y en parte por un filtro que le he puesto en photoshop. Estoy jugando un poco con esas cosas últimamente, sigo descubriendo cosas de este programa tan completo. Ya me dirán que les parecen.


lunes, 25 de julio de 2016

Hombres despistados

 
El ser una persona despistada no tiene género, claro.  Sin embargo,  hay unos cuantos hombres que entran en esta categoría perfectamente, y alentada por algunas situaciones graciosas que ha tenido mi marido últimamente es que hoy el título del post se refiere a ellos.

Se podría decir que un despistado es aquel que va distraído por la vida, algo desorientado. Aquí un par de anécdotas que han sucedido en los últimos días:

 

Situación 1: Marido en Brasil de viaje por trabajo. Fecha de regreso a Buenos Aires el jueves, avión que salía a las siete de la noche.

A eso de las cinco del jueves me llega un mensajito en donde me cuenta que estaba en el aeropuerto, que se dio cuenta que se había olvidado la billetera en la empresa y que no llegaba al vuelo. Pudo cambiarlo para el sábado, tuvo que quedarse dos noches en la casa de un compañero de allá. Por suerte con este chico tienen mucha relación ya que ha venido varias veces a Argentina y siempre lo ha llevado de paseo, así que le ofreció parar en su casa esos dos días. Y tampoco tuvo penalidad por el cambio de pasaje.

De todos modos me entra curiosidad como alguien puede dejarse la billetera en la oficina cuando está por realizar un vuelo internacional. Será que yo reviso varias veces tener toda la documentación, no olvidarme nada. ¿Ustedes no hacen lo mismo?

 

Situación 2: En casa el domingo a la tarde mientras merendábamos, recibe un mensajito y me pregunta:

-           ¿Tenemos algo organizado para el martes?

-          Eeee… es mi cumpleaños el martes.

-          Uh, tenes razón.. es que Fulana (una amiga de él) cumple años también ese día y nos invitó al festejo.

-          Si, claro. Pero es MI cumpleaños. Vienen mis padres y hermano a casa. Te acordas?

-          Claro, claro… y empieza a reírse.

No es que no sepa que cumplo años ese día, de hecho me trajo regalo desde Brasil, pero es un despiste total.

 

Situación 3: Como marido vino de viaje le pedí que me comprara unas cajas de garotos para llevar a la oficina el día de mi cumpleaños (se acostumbra que el homenajeado lleve algo rico ese día para compartir con los demás). Hoy a la mañana cuando salimos para el trabajo me pregunta:

-          ¿No llevas las cajas de garotos?

-          Mi cumpleaños es mañana. Mañana…., no hoy…

Y empieza a reírse. Y me rio para no matarlo.

 

¿Tienen anécdotas de hombres despistados?

También se aceptan las de mujeres, eh! No se discrimina por estos lados.

Buena semana!


martes, 19 de julio de 2016

Montevideo y su extensa playa


Me encanta hacer escapadas y el fin de semana largo que tuvimos en julio fue una excelente ocasión para cruzar al país vecino y conocer la ciudad de Montevideo.

Nos levantamos ese viernes temprano y fuimos a la terminal de Buquebus, empresa que hace los traslados y con la que habíamos contratado el paquete completo. La casualidad hizo que ahí me encontrara a dos conocidos que hace mucho no veía, y pudimos charlar un ratito mientras ellos hacían la fila de embarque, ya que salían en el barco anterior al nuestro. Una hora después estábamos subiendo nosotros. El traspaso de este medio al micro que nos llevaba de Colonia a Montevideo fue un poco caótico. No había mucha organización que digamos, el que nos tocaba a nosotros no estaba en la terminal y se demoró un poco todo el tema de la partida. Una hora después ya estábamos en camino. El recorrido me gustó, hay mucho verde y campos sembrados entre una ciudad y otra.

Para cuando llegamos eran ya las dos de la tarde pasadas. Tiramos la valija en el hotel y nos fuimos a almorzar a La Pasiva, que es una cadena típica y a la que mi marido adora ir cada vez que visita Uruguay. Siempre pide lo mismo: húngaras porteñas. Son unas salchichas parrilleras con queso. De dieta nada, pero son ricas.

El hotel que escogimos se situaba en el barrio de Pocitos, y estábamos a un par de cuadras de la playa. Por eso una de las primeras cosas que hicimos fue ir a recorrer un poco por ahí. Caminamos al lado del mar, disfrutamos de lo ancho de la playa.

El día estuvo muy nublado. Por eso en  las fotos van a notar ese tono gris típico de cuando el sol queda cubierto. Con frio también, pero nada que no pudiera soportarse con una bufanda y un tapado, que es lo que yo llevaba.

Las playas muy desiertas, no había prácticamente gente dando vueltas por ahí. Era un día de semana y no era feriado en dicho país, así que la gente debería estar trabajando en su mayoría. Las tuvimos todas para nosotros.

Así pasamos una buena parte de la tarde, caminando tranquilos.

 


viernes, 15 de julio de 2016

Agotada

 
Hay momentos en que parece que las fuerzas se han quedado vaya a saber dónde. Esta semana me siento así, agotada en extremo. Y si, motivos no faltan.

Para empezar, el fin de semana pasado si bien estuvo buenísimo porque hicimos viajecito al país vecino, no fue de descansar demasiado. Mucha caminata y recorrer, sumado a las horas que implica el trasladarse desde Buenos Aires a Montevideo y viceversa. No paramos un minuto.

Luego una semana de bastante trabajo así que a las corridas por la oficina. No me quejo por esto, prefiero que sea así a no tener mucho para hacer (cosa que a veces me pasa y en esos días las horas parecen no avanzar).

Llegar el lunes después de la oficina a casa y ponerme a preparar los presupuestos para el emprendimiento fotográfico. El motivo fue que recibí mi primera consulta durante ese día y como no tenía todavía nada armado para mandar tuve que ponerme a hacerlo. No sé en que quedará, pero juro que fue una emoción que alguien me consultara.

El martes fuimos a buscar al gatito a lo de mis padres, quienes lo habían estado cuidando durante nuestra ausencia. Obvio que nos quedamos a cenar con ellos y terminamos llegando tarde a casa. Lo gracioso es que ese día ambos nos olvidamos de volver a poner la bandeja de piedritas sanitarias, el platito de agua y el de comida. ¡Que malos padres! Al otro día al levantarme me di cuenta y solucioné la situación. Por suerte parece que el michi aguantó toda la noche sin hacer sus necesidades en otro lado.

El miércoles estuve editando unas fotos antes de cenar, pero nos hicimos tiempo para ver una serie.

Ayer fuimos a cenar con amigos. Estuvo lindo, pero a lo último me caía del sueño.

Y encima hoy tocó madrugón! Me tenía que hacer un análisis de sangre que implicó levantarme a las seis de la mañana. ¡Hoy voy a tener que tomarme unas buenas tazas de café para estar despierta! Y después a merendar con una amiga cuando salgo del trabajo.

En fin. Estoy agotada pero sé que es porque no paro un segundo. Por suerte viene el fin de semana, tal vez pueda recuperar alguna hora de sueño.

Confieso igual que ya tengo algunos planes para el sábado.

¿Cómo vienen ustedes? ¿Muchas actividades o se dan mas tiempo de descanso? ¿Tienen ya planes para el fin de semana?



martes, 12 de julio de 2016

La fotógrafa retratada

Hemos vuelto de un bonito fin de semana recorriendo la ciudad de Montevideo.

Lo pasamos muy bien descubriéndola, hemos caminado hasta que nos dolían los pies, probamos algunas cosas ricas, y descansamos un poco.

Tengo unas cuantas fotos para procesar y mostrarles, así que cuando tenga un poquito de tiempo para hacerlo (algo escaso últimamente) prepararé post para contarles de nuestra mini escapada. Igual les adelanto que fue grato pasear por tierras uruguayas, que el cambio de aires vino muy bien.

Estábamos caminando por la costa cuando le pedí a mi amor que me sacara un par de retratos en los que estuviera cámara en mano. Quedaron bastante lindos, así que aquí se los muestro. Refleja un poco mi vínculo con la fotografía de estos últimos tiempos.

Me dieron también ganas de mostrarles un poquito de mi proyecto fotográfico, así que les dejo aquí los links que los llevaran al Pinterest y a la Fan Page de Facebook. Pueden chusmear y hacerse seguidores en ambas redes sociales. Lo único que les pido es que allí no mencionen el blog, ya que sigue siendo un espacio personal que mantengo en secreto para la mayoría de las personas de mi “mundo real”. Se los agradeceré porque así quiero que se mantenga. Gracias por comprender, y espero que les guste lo que hago con la cámara.

miércoles, 6 de julio de 2016

Si buscan apoyo y motivación no recurran a mi madre


Ayer pasé un rato por la casa de mis padres para saludarlos (y llevarles al gatito ya que lo van a cuidar mientras estamos de viaje este fin de semana).

Mientras tomábamos una merienda con mi mamá surge una conversación más o menos así:

 

-           ¿Qué anduviste haciendo últimamente?

 
-          Estoy a full con el tema de la fotografía. Hice un workshop este sábado sobre fotografía infantil, y el domingo fui a sacarle fotos para un book a la hija de un compañero. Tratando de darle forma al proyecto. Cansada porque son muchas cosas, pero está bueno.

 
-          Pero vos nunca tendrías que dejar tu trabajo por eso.

 
-          No estoy pensando en dejar el trabajo. Esto quiero verlo como un extra. Por ahora es eso, si ni siquiera he cobrado nada de lo que hice. Estoy armando la experiencia.

 
-          Es que no se debería dejar algo estable por algo que es eventual.

 
-          No voy a dejar el trabajo. Me gustaría armar algo como extra, porque esto me gusta.

 
-          Si, pero el trabajo no deberías dejarlo.

 
-          No voy a dejarlo. - (Ufa! Es que no entiende esta mujer que no estoy pensando en dejar el trabajo?)
 

-          Además ¿adonde irías a sacar las fotos? Es muy peligroso meterse en casas de gente que no conoces. Y además no tenes la necesidad de hacer extras.

 
-          Bueno, pero por ahora igual todo lo que hice es con gente que conozco. Y al principio supongo que será por referencias. Igual estoy apuntando a hacer fotografía de familia. Embarazadas, bebes, niños. No es el público más peligroso.

 
-          Igual nunca sabes. ¿No viste todas las chicas que van a supuestas entrevistas de trabajo y las matan?

 
-          También hay mucha gente buena en el mundo.

 

A esta altura queda clarísimo que mi madre no apoya mucho la idea del proyecto, que el mundo lo ve desde los ojos del miedo y desde lo que un noticiero le puede contar. Obvio que nadie está exento de la inseguridad, pero tampoco el mundo está tan podrido como ella cree. También me queda claro que la idea del emprendedor tampoco le va, que si uno no está en un trabajo de oficina estable pareciera que es irresponsable. Yo realmente no estoy pensando en abandonar mi profesión ni mi trabajo, pero me gusta la idea de poder complementarlo con algo que me gusta como las fotos. Es lo que me saca de los números y las planillas de Excel, que le da algo de creatividad. El resultado me han dicho que gusta, que tengo ojo para ello.

Supongo que cualquiera que emprendió alguna vez un proyecto independiente se ha cruzado con gente que desmotiva. Que a los propios miedos de uno se le sumen comentarios que aunque sean bienintencionados sean negativos.

Supongo que hay que igual estar pendiente del camino que uno quiere, poner lo mejor de uno para lograrlo.

 

¿Se han topado con comentarios asi? ¿Cómo han lidiado con ellos?

martes, 5 de julio de 2016

Muchas actividades en un fin de semana intenso

 
Este fin de semana lo que menos hice fue descansar. De aquí para allá con actividades varias, así que terminé el domingo con menos fuerzas que antes.

El sábado lo empecé levantándome temprano para un workshop de fotografía infantil que se dictaba por el centro. Fue interesante. Vimos algunos tips para este tipo de sesiones y durante la tarde nos dedicamos a la práctica. Era todo en un estudio, así que usamos los flashes y algunos fondos que ahí teníamos disponibles. Nuestros modelitos fueron una niña de 3 años, una de 5, otra de 8, un bebote de 8 meses y una mujer embarazada que tenía flor de panza ya que a mediados del mes tiene previsto dar a luz.

Ese día era un diluvio por Buenos Aires. Ahí dentro del estudio ni nos enterábamos, pero cuando salimos hubiera venido bien un bote. Por suerte una de mis compañeras vivía cerca de casa y me alcanzó.

A la noche ya teníamos entradas para ir al cine. Mis ganas hubieran sido las de acostarme temprano, pero allí nos fuimos a ver “Yo antes de ti”. La película me gustó y lo pasamos lindo. Fuera seguía lloviendo a mares.

El domingo había coordinado con un compañero de trabajo para ir a la casa a hacerle un book fotográfico a su pequeña nena, la cual tiene seis meses pero parece de más porque es bien gordita. Con esa edad tiene ya once kilos, así que pueden darse una idea.

Al principio la pequeña estaba un poco molesta porque había estado un poco afiebrada el día anterior. Por suerte luego de una pequeña siestita en brazos de su mamá se levantó de buen humor y pudimos seguir con las fotos de una manera más sencilla.

Para cuando me fui de ahí era pasado el mediodía, y después de almorzar pude recostarme dos horitas en las que dormí profundamente. Luego me puse a editar algunas fotos que había prometido.

A la noche nos fuimos a cenar a una parrilla con unos amigos. Estuvo lindo, y esta pareja nos contó que han puesto fecha para casarse. No solo eso, sino que van a hacerlo en el mismo salón que nosotros, con el mismo catering y Dj, ya que les gustó mucho cuando vinieron a nuestra fiesta. Hemos marcado tendencia parece.

Ya casi medianoche cuando nos fuimos de ahí, seguía lloviendo copiosamente por la ciudad.

Y así se pasó todo el finde, en un abrir y cerrar de ojos.

¿Cómo les fue a ustedes? ¿Qué hicieron?