miércoles, 28 de agosto de 2019

Boca del Asno: nombre raro pero es un bosquecito encantador

Entramos ya a los relatos del último día del viaje. Hicimos muchas cosas y visitamos varios lugares, así que les voy a ir trayendo los distintos sitios visitados ese día.

Salimos tempranito de Madrid en auto. Confiada en que el calorcito de los días anteriores se mantenía es que salimos poco abrigados. Gracias a Dios la mayor parte del paseo me prestaron una campera que nuestros amigos llevaban en el baúl del auto, sino realmente lo hubiera pasado mal. La temperatura descendió bastante.
Junto al río, visitando la zona de Boca del Asno
Estábamos camino a Segovia, pero la primera parada la hicimos en una zona de bosque llamada Boca del Asno.
Esta área recreativa parece que suele llenarse de gente en el verano, ya que la cruza el río Eresma, y tiene algunas zonas donde darse un chapuzón.
También es un espacio divino para hacer un picnic, para caminar y tomar contacto con la naturaleza.
Parece que el origen del nombre del lugar es incierto y tiene varias versiones. Una que me gustó es del siglo XIX y es la siguiente: se celebraba en el paraje la elección de un nuevo alcalde algo parco en palabras al que los vecinos animaron a hacer un pequeño discurso. Mientras se decidía y arrancaba a hablar, un asno soltó un estruendoso rebuzno que provocó el jolgorio generalizado de vecinos y del propio alcalde.
Lo cierto es que si bien la nuestra fue una parada más bien cortita, disfruté el tiempo que pasamos allí. Seguimos un senderito que bordeaba el río, y nos llegaba una fresca brisa.

La siguiente parada: Granja de San Ildefonso, conocido como el Versalles Español.

lunes, 26 de agosto de 2019

Un día por Toledo

Toledo vista desde un mirador. Preciosa ciudad ♥
Ya les conté que cuando estuvimos por Madrid, ya en la etapa final del viaje, nos juntamos con una pareja amiga que vive allí. Ellos fueron los que nos llevaron a conocer la ciudad de Toledo, que queda a solo 70 kilómetros de la capital.

Es conocida como la “ciudad de las tres culturas”, ya que concentra monumentos musulmanes, judíos y cristianos. 


Su casco histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.
Alcázar
Llegamos en auto, el cual dejamos estacionado para recorrer a pie esas callecitas medievales tan pintorescas. En las tiendas de recuerdos no faltan las referencias al Quijote, y una gran colección de espadas.

Uno de los primeros sitios a los que nos dirigimos fue al Alcázar de Toledo, es cual contiene actualmente al museo del ejército. 
Allí entramos, y dimos un paseo por las salas llenas de pinturas, armaduras, armas, uniformes, mapas.



Uno de los patios del Alcázar

El edificio es si es interesante, ubicado en la colina más alta de la ciudad. Fue siempre un lugar fortificado y tuvo diferentes usos desde su construcción.
En el Alcázar de Toledo


Hermosas construcciones, llenas de detalles
Caminar por las calles de la ciudad fue un deleite, realmente es todo muy pintoresco.


Me encantaron estas callecitas

Es imponente de ver la Catedral, de grandes dimensiones. Esta vez decidimos no entrar ya que por un lado el ticket de acceso era bastante caro, pero también porque nuestros acompañantes no tenían ganas de visitar su interior. Si bien nos insistieron para que nosotros si lo hiciéramos nos pareció una descortesía dejarlos esperando, así que optamos por ir a almorzar todos juntos. De todos modos ya llevábamos vistas unas cuantas catedrales los días anteriores.
Catedral





Hay una serie de miradores que dejan ver los alrededores, con mucho verde.

¡Que vistas!








Volvimos por el auto y fuimos a ver Toledo desde los miradores del rio Tajo. Para eso salimos de la ciudad amurallada y nos dirigimos a la carretera que la rodea. La vista es realmente asombrosa.
Vistas maravillosas
Nos encantó conocer esta ciudad. Compartimos una rica cena, y nos despedimos hasta el día siguiente, que esta vez si era el último del viaje. Fue muy aprovechado y vimos mucho, prontamente les traigo el relato.

¿Qué les pareció Toledo?


jueves, 22 de agosto de 2019

¡Ese es mi gato!

El domingo me junté con una amiga que me comentaba que había ido a una charla sobre comportamiento gatuno. No sé cómo llegó a ello puesto que no tiene gato, entiendo que le interesaba el asunto. Me decía que allí daban recomendaciones sobre cómo lidiar con algunos temas de la forma de ser de los felinos.
Un día cualquiera en la vida de mi gato. El descanso ante todo
Como yo tengo un gato hermoso pero que está medio loquito supongo es que me contaba esto. Y me prometió mandarme una presentación con el material de la charla.

Hoy cuando abro el mail veo un archivo PDF. Sin detenerme a leerlo en detalle me puse a pasar rápidamente las filminas para tener un vistazo del mismo, y en eso…¡apareció Ciro!
Si, ¡resulta que había dos fotos de mi gato! Estaban exponiendo algo sobre comportamiento gatuno, la forma en que toman agua de la canilla. Son tomadas del blog (del post que acá linkeo de hecho) y no es que me moleste que las hayan usado, más bien que me hizo gracia.

Yo siempre digo que mi michi es un modelo, y está es la comprobación.

Es que las fotos son muy lindas (modestia aparte porque las tomé yo) y es un gato precioso.

¿Qué opinan?

miércoles, 21 de agosto de 2019

¿Volvemos a Madrid?

La vuelta a Madrid a la que refiere el título del post no es física (¡qué más quisiera yo!) sino virtual a través de los relatos.
Así como esta fue la ciudad con la que comenzamos las vacaciones, también fue con la que lo terminamos. Esto quiere decir que estamos llegando al final de ese viaje tan bonito que pudimos hacer por tierras españolas. 
Dos semanas encantadoras, las cuales agradezco haber vivido. Son momentos para atesorar en la memoria.


Si recuerdan los primeros post, ahí les había mostrado un poco de las zonas más turísticas de Madrid: las primeras horasseguimos recorriendoMuseo del Prado y Parque del Retiro.

En esta última etapa nos juntamos con una pareja amiga que vive allí, por lo que nos llevaron a pasear y vimos los alrededores de la ciudad, y algunas zonas tal vez no tan conocidas por el turista. Eso es lo genial de ir con un local, la visita se hace mucho más interesante y completa.
Luego de caminar un poquito por los alrededores del Palacio Real nos dirigimos hacia un sitio llamado “Casa de Campo”. Es un jardín histórico y el mayor parque público de la ciudad.


Es cinco veces más grande que el Central Park de Nueva York, así que imagínense la enorme extensión de verde. ¡Juro que sorprende!
Fue propiedad histórica de la Corona Española y coto de caza de la realeza. En 1931 fue cedido por el Estado al pueblo de Madrid.

Lo que hicimos nosotros fue subirnos al teleférico y recorrer desde el aire 2,5 km. Nunca había estado en uno tan extenso, la verdad es que me llamó mucho la atención. Era lindo ver como se iba empequeñeciendo la zona de edificios mientras nos alejábamos.





Termina junto a la plaza de los Pasos Perdidos de la Casa de Campo, donde funciona una cafetería.

Lo más lindo desde allí es la vista. Pueden hacia un lado observarse los juegos de un parque de atracciones.

Luego de estar un rato por ahí regresamos y paseamos por la zona del complejo de la Moncloa, donde hay edificios gubernamentales.
Nos fuimos luego  a conocer la casa de nuestros amigos, en las afueras. Lo que me encantó es como alejándonos unos pocos kilómetros nos encontrábamos en pleno campo. Atravesábamos un pueblito y de nuevo más naturaleza. ¡Divino!.

Con esto terminamos un hermoso día de reencuentros y paseos. Al día siguiente nos esperaba esta pareja bien temprano para seguir paseando. Próximamente les cuento.


¿Qué les pareció Casa de Campo? ¿Conocen este sitio?