viernes, 18 de septiembre de 2020

Los libros de agosto

 

Durante agosto seguí incursionando en autores nuevos. De hecho, ya para fines del mes comencé a incorporar alguna lectura relacionada con la crianza, atenta a los cambios que están por venir en mi vida.

 

Inés y la alegría, de Almudena Grandes.

Este libro me produjo ciertas ambivalencias. Hay capítulos que son más históricos y que me aburrieron un poco. Por otro lado, los más novelados y donde los personajes interactúan me han gustado.  

La acción ocurre durante los años de guerra civil en España. Nos relata como un grupo de comunistas exiliados quieren invadir España para instaurar un gobierno republicano. Inés es hermana de un falangista y vive recluida y vigilada en su casa, pero su vida cambia cuando apoya la causa republicana, logra huir y unirse a la resistencia.

 

La casa de modas: hijas de la libertad, de Julia Krön.

Esta novela me gustó. Está contada desde la perspectiva de tres mujeres, diferentes generaciones de la misma familia, unidas por una casa de modas. Cada una debe enfrentar retos diferentes acordes a la época que le ha tocado vivir.

Fanny en los dorados años veinte quiere comenzar una nueva vida en París como diseñadora, cansada de las anticuadas prendas que se venden en los almacenes de su familia en Alemania.

A su hija Lisbeth le toca lidiar con los años de guerra y posguerra, en una ciudad asolada por los bombarderos.

Rieke será quien a principios de la década del 70´deba tomar decisiones importantes cuando la empresa familiar se vea enfrentada a la ruina.

 

Comer, amar, mamar. De Carlos Gonzalez.

Aquí se compilan tres libros de este pediatra, quien habla sobre la crianza natural del bebé. Ya comienzo a tratar de aprender de estos temas, para prepararme a la llegada de la niña. El libro me gustó porque me pareció muy humano, y también apuntado a todo lo natural. Habla sobre lactancia, el cuidado del bebé, la posterior alimentación sólida. Todo muy encarado desde el cariño, el apego, el no dejarlos llorar. Es interesante como analiza el comportamiento de diferentes culturas, y también como compara muchas cosas con lo que ocurre en el mundo animal.

 

¿Han estado leyendo este tiempo? ¿Recomendaciones?

martes, 15 de septiembre de 2020

Cruzando la General Paz para ver el río

Con la pandemia y la cuarentena (que ya está cumpliendo seis meses por estos pagos) es muy poquito lo que hemos salido de casa.

Los últimos fines de semana hemos aprovechado a dar alguna vueltita por el barrio, para tomar algo de aire y ver un poco de verde. Todo con cuidados, usando el tapa bocas, manteniendo distancia social, y todos esos menesteres. Porque somos conscientes de que tenemos que cuidarnos nosotros y al prójimo, que esto depende de la responsabilidad individual de cada persona, así que hay que respetar estos temas, aunque uno esté cansado del encierro.

A pesar de estar bastante cerca de la zona de Vicente Lopez, pudiendo ir caminando desde casa, no nos habíamos animado a cruzar la General Paz y adentrarnos en la Provincia de Buenos Aires. Nos manteníamos dentro de los límites de la capital y en un radio bastante acotado.

El sábado pasado decidimos caminar hasta allí para ver el río, sentir un poquito de naturaleza, del viento en la cara. Para ingresar al vial costero había personal que tomaba la temperatura a cada uno. Y recién ahí se entraba a la zona lindante al río.

Había bastante gente, eso hay que decirlo. En general vimos a la mayoría con su barbijo, eran realmente muy poquitos los que no lo tenían puesto. Algún grupito de adolescentes divisamos en esta situación, algún niño pequeño, pero la mayoría acataba.

Había algunos grupos con mantas en el pasto, charlando tipo picnic. Varios andando en bicicleta o roller. Los juegos para los niños siguen sin poder usarse y los sanitarios públicos tampoco.


 Estuvimos un ratito cortito. La verdad que el paseo consistió más que nada en la caminata hasta allí, en sacar un par de fotos de la panza con el río de fondo, y volver a casa.

Nos sentamos en un banco por unos minutos, pero estaba un poco fresco, enseguida nos pusimos en movimiento nuevamente para entrar en calor. En casa nos esperaba una tarta de peras que mi marido había cocinado y unos mates calentitos.

La verdad es que hizo bien salir un poco. Muchos días entre cuatro paredes.

¿Ustedes están dando alguna vuelta? ¿Cómo se respeta la cuarentena por donde viven?

Si esta ya está levantada, ¿notan que igual la gente se cuida?

Ojalá todo esto pase pronto.

miércoles, 2 de septiembre de 2020

El curso de preparto

Ya estamos a unos dos meses de la fecha probable de parto, parece mentira como ha ido pasando el tiempo.

Es por eso que andamos de a poco preparándonos para el momento, y una de las cosas que teníamos pendiente de empezar era el curso de preparto. Veníamos esperando que nos confirmaran las fechas desde el centro donde me hago los controles.

Con el tema de la pandemia todo esto es ahora virtual. Cuatro clases de manera online, con mucho para aprender.

Por suerte se hace en fin de semana, lo cual permite estar más tranquilos porque es más fácil manejar los horarios.


 

Lo comenzamos el sábado que pasó. La primera clase duró cuatro horas y fue bastante interesante porque implicaba saber cuestiones organizativas, como el saber quienes son las parteras, que horarios está de guardia cada una y por lo tanto saber a quién recurrir llegado el momento, donde encontrarse en el sanatorio, que cosas incluir en el bolso. También todo un repaso por las situaciones de alarma que hacen que uno deba llamarlas. Como identificar si las contracciones ya son de trabajo de parto o no, qué hacer ante rotura o fisura de bolsa. Un poco saber que esperar, y como cambia de acuerdo a la semana del embarazo que se está cursando.

La segunda clase fue el domingo y estuvimos viendo como es todo el proceso de parto, tanto por vía natural como por cesárea. Qué condiciones deben darse para un caso u otro, como debe ubicarse el bebé, etc.

El próximo finde seguiremos, esta vez con clases dedicadas a la lactancia y al cuidado del recién nacido.

Una amiga me preguntaba si era como en las películas, donde les hacen hacer ejercicios de respiración en pareja. Por ahora de eso no hubo, pero no puedo asegurar que no haya algo de eso. Supongo que si hubiera sido presencial tal vez la dinámica era diferente, hay que adaptarse a las circunstancias.

Lo cierto es que de a poquito vamos entrando en tema, siendo más conscientes de lo que se está por venir en no tanto tiempo. Yo no estaba pensando mucho en el momento del parto, pero con los días es inevitable empezar a sentirlo más cercano. Lo que espero es que salga todo bien, que no duela tanto. Sé que el esfuerzo y todo valdrá la pena.