miércoles, 30 de abril de 2014

Salvador de Bahía: paseos del primer día (Parte II): la costanera, el "Farol da Barra", Museo Náutico y "Paixão de Cristo"

En el post anterior les contaba sobre la llegada a la ciudad de Salvador (con algunos contratiempos como pérdida de un vuelo de conexión y extravío de valija) y el primer contacto que tuvimos con el centro histórico conocido como Pelourinho.
Playa de Salvador

Finalizado el city tour volvimos entonces al hotel y decidimos pasear por los alrededores. La ubicación era bastante buena ya que teníamos muy cerquita la playa, y un paseo por la costanera cuyo punto más lindo era el “Farol da Barra”, que no es ni más ni menos que el faro de la ciudad, construido dentro del Fuerte de Santo Antonio de la Barra. Es una torre de 22 metros de altura y es considerado como uno de los iconos de la capital bahiana, inspirando artistas y poetas.

Ciudad de contrastes, vista desde el shopping
Como yo no tenía ropa para cambiarme por el extravío de la maleta miraba con envidia a la gente que se metía en el agua. La playa se veía encantadora a pesar de formar parte de la ciudad, y con las altas temperaturas todos estaban aprovechando el mar. Gente en traje de baño, tomando coco frío, saboreando helados.

Yo iba decidida a comprarme aunque sea una musculosa para cambiar la remera abrigada que llevaba en el viaje, pero también esto se me complicó por el feriado. Fuimos a un shopping que quedaba cerca de la zona, y mi sorpresa fue ver que salvo los locales destinados a la gastronomía el resto estaba cerrado. Acostumbrados a que en Buenos Aires ni siquiera ahí cierran, esto era una novedad. Me quedé con las ganas de cambiarme y tuve que seguir con esa ropa todo el día, hasta que finalmente a la noche la aerolínea hizo llegar la valija al hotel (mi felicidad ahí era indescriptible).

Trabajos sobre la arena
Volviendo un poco al paseo, les cuento que entramos al fuerte donde se encontraba el faro, ya que allí funciona un museo náutico. Vimos maquetas de diversos navíos, inclusive una representación de cómo se veían por dentro los barcos que trasportaban esclavos en la época de la colonia. Diversos aparatos usados para la navegación, mapas y cartas navales, y hasta una colección de barcos en miniatura metidos dentro de botellas, con mucho detalle todos ellos. Lo más lindo era la parte exterior del fuerte, desde donde pudimos ver el atardecer sobre el mar. Este es un espectáculo bellísimo, el cielo se llenó de colores. Lo que más me llamó la atención fue el horario, recién eran pasadas las cinco de la tarde cuando el sol se puso. Para cuando se hicieron las seis realmente parecía noche cerrada. Claro que la contrapartida es que amanece muy temprano.

La vista desde arriba del faro era también espectacular, se apreciaba el mar y algo de la ciudad. Les dejo unas fotos sacadas desde ahí.

Lo que también tuvimos la gran suerte de ver fue un espectáculo motivado por la semana santa, titulado “Paixão de Cristo”. Era gratuito y se daba justamente frente al faro. Habían colocado unas cuantas sillas, y además se podía ver desde el pasto que rodeaba el fuerte, con el mar de fondo. Allí nos sentamos nosotros, y disfrutamos de un show alucinante. Debo decir que pocas veces vi algo de tal calidad. Realmente lindo, bien cuidado, con una gran producción. Un evento sobre la vida de Jesús que hacía emocionar y reflexionar. Adoré haber podido presenciarlo, fue algo impactante de verdad.

Terminamos el día cenando en una pizzería situada sobre la costanera.

En el post siguiente les cuento de nuestro frustado intento de volver al Pelourinho y el cambio de planes.








martes, 29 de abril de 2014

Salvador de Bahía: llegada a la ciudad y paseos del primer día (Parte I)

"Salvador". Colorido cartel frente al elevador Lacerda, que une la parte baja y alta de la ciudad.

¡Hola! ¿Cómo están? ¡Tanto tiempo! Hace varios días que ando desconectada de los blogs, y la causa ha sido el hermoso viajecito a Brasil que tuve la oportunidad de hacer. Hemos pasado unos días geniales, en un sitio que tiene mucho de encantador. Tengo unas cuantas fotos y varias anécdotas, así que comienzo por el principio: la llegada a Salvador de Bahía.

Pero antes y para ubicarnos, les cuento que es una ciudad brasileña, capital del estado de Bahía, y es la más poblada del noreste del país. Es un sitio de mucho interés histórico, ya que los primeros habitantes de la zona datan de 1510. Hacia el 1550 llegaron conquistadores portugueses y se fundó la ciudad.Pronto se convirtió este puerto oceánico, en un importante centro de la industria azucarera y el tráfico de esclavos. Fue dividida en una zona en lo alto y otra en la parte inferior, la primera fue el área administrativo y religiosa más importante, y el hogar de la mayoría de la población. La parte inferior por su parte era el centro financiero, con un puerto y un mercado. La ciudad de São Salvador da Bahia de Todos os Santos fue la capital y sede de la administración colonial de Brasil hasta 1763, año en que la ciudad perdió su condición de capital, pasando a ser Rio de Janeiro.

Vista desde la parte alta de la ciudad, en la zona del centro histórico. A la izquierda el elevador Lacerda, abajo el Mercado Modelo.
Ahora sí, retomando con la crónica de nuestro viaje en particular, les comento que llegar hasta allí fue largo, agotador y con algunos contratiempos. Era necesario hacer escala en la ciudad de São Paulo, en donde debíamos recoger el equipaje y volver a despacharlo para el vuelo de conexión. El tema es que por demoras en salir del aeropuerto de Buenos Aires varios pasajeros perdimos la conexión con el avión siguiente. Eso implicó algunos reclamos y lograr que nos ubicaran en otra aeronave, pero que salía tres horas más tarde. Una vez llegados a Salvador tuvimos un problema con la maleta que me tuvo bastante preocupada hasta que se solucionó. Por equivocación de la aerolínea habían mandado mi valija a la ciudad de Fortaleza. Claro que esto yo lo supe a las horas, lo primero fue ver que en la cinta transportadora no aparecía, y hacer el reclamo correspondiente, con el temor de que la hubiera extraviado para siempre (súmenle a los nervios el que todo esto ya tuvo que ser hecho en otro idioma, y que si bien se hablar portugués y me encanta poder hablarlo no deja de ser más difícil tener que usar una lengua que no es la de uno). Para colmo yo no llevaba una muda de ropa en el equipaje de mano (lección aprendida para la próxima) y tuve que estar todo el día siguiente con la misma ropa. La cuestión es que esta era apropiada para los 12º que hacían en Buenos Aires al salir, pero no para los más de 30º que hacían en nuestro destino. Sufrí bastante el tener que pasearme con un jean y una remera de manga tres cuartos (encima de color negro, más calurosa!).

Esa primer noche y una vez instalados en el hotel decidimos comer algo rápido. Preguntamos si había algo cerca y nos indicaron que si pero que para el día siguiente, que ese día no convenía salir. No terminamos de entender por qué y de todos modos cruzamos hasta la esquina en donde había una especie de kiosco. Teníamos que hacer 50mts más para llegar a lo que era la costanera, pero déjenme decirles que no nos animamos, ya que el ambiente se veía bastante complicado. Gente tirada en el piso y que parecía ebria, había bastante griterío, etc. Compramos algo rápido y nos metimos en el hotel, bastante preocupados con lo que habíamos visto. Luego nos enteramos que había pasado, y es que venían de tres días de huelga de policías, y eso había convertido la ciudad en una especie de “tierra de nadie” (en los noticieros vimos que hubo en ese tiempo destrozos, asesinatos, robos, etc.. ¡horrible!)

A la mañana siguiente todo se veía mejor, y tomamos el city tour que teníamos contratado en el paquete. Nos llevaron al centro histórico de la ciudad, conocido como “Pelourinho”.

Catedral de fondo, y plaza dentro del Pelourinho
Hoy en día es un sitio colorido y cultural, pero deben saber que dicha expresión se refiere, en el amplio sentido de la palabra, a una columna de piedra localizada normalmente al centro de una plaza, donde eran expuestos y castigados los criminales. En Brasil, y en particular en Salvador, tuvo un propósito principal de castigar a los esclavos mediante azotes durante el periodo de la colonia. En la actualidad la zona es declarada por la Unesco como Patrimonio de la humanidad. Se ha invertido mucho en restaurar las fachadas de las edificaciones, y cuenta con gran cantidad de iglesias, palacios y conventos coloniales. Las calles suben y bajan, dado la irregularidad del terreno, lo que le da un aire muy pintoresco.

Pudimos recorrer un poco con el grupo, pero nos quedó bastante por conocer ya que por ser un día feriado (era Viernes Santo) había muchos sitios cerrados. Hacia el mediodía volvimos entonces al hotel, para seguir viendo Salvador por nuestra cuenta.

Nos quedamos por el feriado con ganas de visitar algunas iglesias, de entrar al Mercado Modelo, entre otras cosas. Nuestra intención era ir al día siguiente, aunque ya les adelanto que tuvimos que cambiar dichos planes.

Para no hacerles tan largo el post dejo para uno siguiente el contarles como continuó el primer día, pero les dejo un par de fotos de este particular centro histórico de la ciudad.
¿Qué les parece?









miércoles, 16 de abril de 2014

Vacaciones!

Este año mis dos semanas anuales de vacaciones fueron tomadas cortadas por requerimientos laborales.

Una semanita la tomé a fines de enero y la aproveché para recorrer la hermosa provincia de Mendoza. Lindos lugares y bonitas experiencias, en unos días disfrutados. Pueden leer la compilación de los relatos de este viaje en la sección del blog “crónicas de viajes”.
 

La otra semana me había quedado pendiente, y ha llegado por suerte el momento de tomarla. Teníamos ganas de salir de la ciudad y con mi novio elegimos como destino unas playas del noreste de Brasil. Hace mucho que no voy de vacaciones a la playa. Así que tengo ganas de tomar sol (dicen que el clima allí es lindo en esta época, lo cual felizmente contrastaría con los sweaters y camperas que Buenos Aires está requiriendo los últimos días), de meterme al mar, y de hacer castillos en la arena.
 

Vamos a unirlo con los días de semana santa, así que este jueves nos estaremos tomando el avión hacia nuestro país vecino. Estoy feliz de poder viajar y de hacerlo junto a esta personita especial que comparte mi vida.

Sepan disculpar la ausencia del blog, el cual se toma vacaciones conmigo. ¡Hasta la vuelta!

¡Que tengan unas felices pascuas!