jueves, 27 de septiembre de 2018

Los libros de septiembre

De los libros de este mes, tres fueron recomendados por “Mamy a la obra” en este post.
Dos netamente policiales y de suspenso, otro de carácter más histórico. Todos buenas lecturas que disfruté.

En general septiembre trajo libros que me han gustado, aquí les cuento un poco:

El silencio de la ciudad blanca, de Eva García Saenz de Urturi.
Trata de unos asesinatos rituales que aterrorizan a la ciudad de Vitoria. Los mismos parecen seguir el patrón de otros ocurridos hace veinte años, y coinciden con la inminente puesta en libertad de quien fuera condenado como autor de los mismos.
Un experto en perfiles criminales apodado Kraken se encarga de la investigación, la cual lo lleva a investigar a su entorno cercano.
Me pareció interesante.

Los ritos del agua, de Eva García Saenz de Urturi.
Esta es la segunda parte de la trilogía (el tercer libro todavía no salió, aunque esto parece será en breve).
Ana Belén Liaño, la primera novia de Kraken, aparece asesinada. La mujer estaba embarazada y fue ejecutada según un ritual de hace 2600 años: quemada, colgada y sumergida en un caldero de la Edad del Bronce. Kraken debe detener a un asesino que imita los Ritos del Agua en lugares sagrados del País Vasco y Cantabria cuyas víctimas son personas que esperan un hijo. 
También me entretuvo bastante, un poco de suspenso e investigación policial.

El cuento de la criada, de Margaret Atwood.
Es una narración de ciencia ficción distópica. En ella un grupo logra suprimir los derechos de las mujeres. Esta dictadura puritana trae normas muy estrictas, y de no cumplirse el castigo es la muerte o el destierro a unas colonias en donde se sucumbe a la polución de desechos tóxicos.
El régimen controla con mano de hierro hasta los más ínfimos detalles de la vida de las mujeres: su alimentación, su indumentaria, incluso su actividad sexual. 
Tiene cosas interesantes, es en general bastante aberrante todo.
Hay una serie de televisión, aunque no la ví.

Los herederos de la tierra, de Idelfonso Falcones de Sierra.
Es la segunda parte de “La catedral del Mar”, libro que leí hace un año y que me gustó mucho, y que se sitúa en una Barcelona medieval.
Nos cuenta sobre Hugo Llor, hijo de un marinero fallecido, quien a sus doce años trabaja en las atarazanas gracias a la generosidad de uno de los prohombres más apreciados de la ciudad: Arnau Estanyol. Una venganza hacia su mentor lo obliga a cambiar de vida, viendo sus sueños de construir barcos totalmente frustrados.
Encuentra trabajo junto a Mahir, un judío que le enseña los secretos del mundo del vino. Con él, entre viñedos, cubas y alambiques, el muchacho descubre la pasión por la tierra.
Su vida no resulta fácil, se ve frecuentemente luchando contra injusticias, en un mundo de señores feudales, de guerras religiosas, pobrezas extremas, pestes y guerras.
Recomendable, me gustó.

La profecía de Aztlan, de Mario Escobar.
Este libro se lee bastante rápido, es cortito y ameno.
Mientras Londres está siendo bombardeada por el ejército del káiser, Hércules Guzmán Fox, George Lincoln y Alicia Mantorella reciben el encargo de investigar la serie de macabros rituales aztecas aparentemente ligados a la desaparición de un códice del siglo XVI que habla sobre la legendaria ciudad de Aztlán. El misterio les llevará hasta México, inmerso en una violenta revolución. Un libro de aventuras y secretos escondidos.

¿Qué han leído este mes? ¿Alguno de estos les parece interesante?



lunes, 24 de septiembre de 2018

Los avances de la dieta (primer mes)


Les conté hace un mes que había decidido comenzar a cuidarme con las comidas con el propósito de bajar algunos kilitos de más que me agencié en el último tiempo.

Llevo ya cuatro semanas con esto, así que les cuento mis avances.

Por suerte puedo decir que algo ya llevo logrado. Si es mucho o poco no sé, en realidad no soy fan de las dietas extremas que prometen bajar de peso muy rápido o restringir del todo ciertos alimentos. Prefiero hacer el esfuerzo de una manera más normal y sana, incorporando un poco de todo pero cuidando cantidades, y claro que intentando reducir aquellos alimentos que no convienen tanto y reemplazarlos por otros mejores.

Las primeras dos semanas fueron muy buenas ya que bajé un kilo en cada una. Super contenta con ese resultado. La tercera había comenzado con descenso pero luego lo recuperé, y la cuarta en realidad me dediqué a seguir compensando ese efecto, por lo que casi ha quedado neutro.
En conclusión, llevo bajado un poquito más de dos kilos. Mi objetivo es bajar 5,5 kg más. Con tiempo, lo que me tenga que llevar, pero espero poder seguir con ese propósito.

En general no me fue muy difícil, aunque claro que algunas ocasiones son más complejas como cuando hay reuniones con amigos y eventos en los que hay mucha comida y encima rica. Traté de sumar más frutas, lo cual al comenzar el clima más cálido fue más sencillo. Reducir harinas, tomar más agua. En eso andamos.

Sobre otros temas les cuento que fue un fin de semana bastante tranquilo. Incluyó alguna salida, caminata por el barrio, y también una siestita de domingo. Les dejo un collage de fotos de esta última, en la que estaba acompañada por el minino, que para los descansos es un fenómeno. ¿Verdad que está simpático?

¿Consejos para la dieta?

jueves, 20 de septiembre de 2018

Adaptarse

Últimamente en la empresa donde trabajo ha habido unos cuantos cambios. Lo de los movimientos de escritorios y espacios físicos ya lo comenté varias veces y la última fue hace pocos días.
Un poco lo que ahora motiva estas reubicaciones es la cantidad de gente que ha estado entrando y la necesidad de ubicarlos en algún lado. En un país en que las noticias hablan de despidos masivos se podría decir que estar en una empresa que crece y contrata gente es bueno. Claro que todos esos movimientos también causan un poco de incertidumbre, porque cambia la gente, las condiciones. Hay nuevas gerencias, otros enfoques. Y uno tiene que irse adaptando.

En mi sector hubo alguna incorporación menor (una chica jovencita que entró para ayudar, en calidad de junior contable), pero seguimos teniendo los mismos jefes y no varió la estructura. Otros sectores han tenido variaciones más radicales. Es que así como ha entrado gente para puestos más junior, también hubo varios puestos gerenciales nuevos.

Cuando yo entré acá hace siete años seríamos unas cincuenta personas. Ahora somos muchos más, ya ni se cuántos. En este mes ya llevan entrado siete. De a poco uno camina por los pasillos y encuentra a muchos que no sabe ni su nombre, con los que no ha cruzado más que un saludo. Es una sensación rara, antes conocía a todos.

El otro día fui a almorzar a una plaza cercana con un par de las chicas nuevas. Se nota el cambio generacional, yo ya les llevo varios años. Ellas están estudiando en la facultad, o recién recibidas. Hace rato que yo pasé por esa etapa.  Lo pasamos bien, ellas me preguntaban sobre la dinámica de la empresa, etc.  En algunos momentos me sentía como los viejos que cuentan que “todo tiempo pasado fue mejor”. Es que a pesar de las ampliaciones y crecimiento lo cierto es que muchos beneficios se han perdido. Supongo alguno ha sido para mejor, pero confieso que no me vienen a la mente ahora.

La vida es un constante cambio, y aquí estamos tratando de adaptarnos a ellos.

¿Cómo manejan ustedes los cambios?


lunes, 17 de septiembre de 2018

Animándome al diseño

Ya en varias oportunidades les conté de los fotolibros que diseñé con motivo de mis vacaciones, del casamiento, y hasta algunos para regalar.

Lo que nunca había hecho era confeccionar alguno por encargo. Ya mis amigas me han preguntado en unas cuantas ocasiones, pero nunca me había terminado de animar. Qué se yo, porque es una responsabilidad, porque no sé cuánto cobrarles y es algo que lleva tiempo.
Una pareja amiga ya me lo pidió tantas veces que finalmente les dije que si. Ellos quieren tener uno por su casamiento y otro por la luna de miel. La última vez que nos vimos les dije que fueran haciendo una selección de fotos, así con eso yo trabajaba. Más o menos hablamos de formatos, como contar una historia con ese material, temas estéticos, etc.

Ayer en una juntada grupal vinieron muy contentos con el pen drive cargado de fotografías, así que ya el proyecto es un hecho. En breve entonces a comenzar a diseñarlo, pensarlo. Lo bueno es que se me fueron ocurriendo un montón de ideas y ellos están emocionados.

¡Espero que queden lindos!

Mientras tanto sigo con algunos proyectos fotográficos. Hace poco me contrataron para una sesión de un nene que cumplía su primer añito. Salió bárbara, los papas contentos.

Hace rato que no iba a cursos, pero este finde tengo uno cortito sobre fotografía de parejas. Y estoy considerando el anotarme para uno de familias en noviembre. Es lindo seguir aprendiendo cámara en mano.

Después les cuento que sale de todo esto.

¡Buena semana!

lunes, 10 de septiembre de 2018

Recuerdos de viajes / Planes de viajes


Hace un año atrás para estas fechas estaba en Roma, disfrutando de los últimos días de mi primer viaje a Europa.

Facebook me ha venido recordando esta semana fotos que compartí durante esos mágicos momentos. Que lindo que fue, que agradecida estoy de haber podido realizarlo. Cuantos sitios y experiencias que me quedaran por siempre en el alma.
He compartido unos cuantos post en su momento sobre las ciudades visitadas, los pueden leer bajo la etiqueta “Europa”. Quienes me siguen hace rato han podido irlos leyendo, tener mi mirada.

Hoy en día las situaciones por el país andan medio inestables e impredecibles, así que viajes así se ven más lejanos. Nunca se sabe, ojalá pronto se estabilicen temas económicos y sociales. Mientras tanto me quedo con estos recuerdos. Como dice el dicho, quien te quita lo bailado.

Por lo pronto si se viene un viaje en puerta, ya les había anticipado que estábamos por tomarnos la semanita que nos quedaba de vacaciones. Hemos sacado un paquete a Machu Picchu, el cual por suerte llegamos a pagar antes de la escalada del dólar de las últimas semanas. ¡Qué suerte! Ya venía aumentando cuando cerramos el tipo de cambio, pero estaba lejos de los niveles a los que luego llegó.

Ya está todo organizado, vamos a parar un par de días en Lima y luego directo a Cusco. De ahí a recorrer un poco de ruinas y el legado de los incas. Están reservados los hoteles, las excursiones. En fin, todo en marcha.

¡Ya estoy con ganas de estar por allí! ¿Alguno conoce? ¿Tips sobre la zona?

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Los libros de agosto


En agosto volvi a retomar el ritmo con la lectura. Les cuento que obras fueron las que tuve entre mis manos estos días:

Biografía no autorizada de 1910, de Daniel Balmaceda.
Un interesante libro sobre anécdotas interesantes de la historia argentina, y que se dieron en el marco de los festejos por el primer centenario de la patria. Un poco de todo la verdad, describe algunas costumbres de la época, el nacimiento o desarrollo de los conmutadores telefónicos, los ascensores, la aeronáutica, los molinetes. Y así una lista variada de curiosidades. En fin, un pequeño volumen bastante ameno y de rápida lectura, con el que me entretuve.

La comida en la historia argentina, de Daniel Balmaceda.
Este librito me gustó mucho. Tanto que luego de haberlo leído en formato digital fuimos a comprarlo en papel para regalarle a un amigo que cumplió años en estos días. Es también muy ameno, y está contado de una forma que me hizo reír, me sorprendió por momentos. Muy grato.
Habla de mitos sobre la comida, nos cuenta anécdotas sobre como un determinado plato se hizo famoso o fue adoptado por la sociedad. Y con muchos nos da el origen de los mismos, muchas veces en lugares bien alejados del globo. Hay cosas muy curiosas. Por ejemplo de normas de etiqueta, del origen de ciertas costumbres. Creo que las mejores anécdotas tienen que ver con los helados, pero realmente tiene mucho de interesante. Le iba relatando luego a mi marido parte de los capítulos cuando los leía, algo que no suele sucederme. Se los recomiendo.

El rumor de la caracola, de Sarah Lark.
Este es el segundo volumen de la trilogía (el primero lo leí el mes pasado). Sigue en Nueva Zelanda, con una nueva generación. Corre el año 1853 y la vida en Rat Station se ve en peligro por una serie de desafortunados sucesos. El contexto de la historia nos lleva a una época dramática en la historia de los maoríes, marcada por la guerra y los ataques.

La leyenda de la montaña de fuego, de Sarah Lark.
El tercer y último libro de la trilogía, el cual disfruté como los anteriores.
Transcurre el año 1880 y los protagonistas son la tercera generación familiar. Si bien las cosas en Rat Station han restablecido su buena fortuna con una granja de ovejas lucrativa, algunos protagonistas toman caminos diferentes y que los llevan a destinos insospechados.
Podemos seguirlos a través de una compañía de teatro bastante dudosa, un emprendimiento turístico cerca de un poblado maorí, y el incipiente desarrollo industrial de la zona.

La abadía de Northanger, de Jane Austen.
Alguna vez dije que no iba a leer más de esta autora porque me había aburrido bastante. Es conocida, es autora de clásicos, pero debo decir que sigue sin gustarme. Realmente no se porque no seguí mi propio consejo y evité este bodrio supremo. Pero estaba en el ebook, era cortito y quise darle una oportunidad. Gran error. Una historia insulsa, lenta. No pasa mucho en el libro, y lo que ocurre es sumamente intrascendente. Personajes preocupados por sus vestidos, sus bailes, sus maneras. Y no mucho más. Hay una estadía en una abadía, sino no tendría sentido el título. Pero me pareció una obra para el olvido.

¿Cómo les fue con sus lecturas? Yo ya comencé otro que me han recomendado y me está atrapando.


martes, 4 de septiembre de 2018

Nuevamente mudanza en la oficina!

Ya he perdido la cuenta de cuantas veces nos han mudado de escritorios dentro de la empresa. Algunas las he contado en el blog, si me pusiera a revisar post viejos seguro encontraría relatos de aquellas ocasiones.

Lo cierto es que aunque no recuerde cuantas veces han sido, fueron unas cuantas. En los últimos cinco años por lo menos hubo ocho cambios.
Todo eso es bastante estresante, ya que cuando una se empieza a acostumbrar al nuevo espacio hay un nuevo enroque de escritorios y vuelta a empezar. No hay mucho que replicar, cuando nos dicen hay que poner en cajones las pertenencias y rezar porque la nueva ubicación no esté tan mal. Que el monitor no quede tan expuesto, que tenga suficiente luz, que no quede muy en el paso, etc.

La empresa ha estado creciendo bastante (algo loco si se quiere, con el contexto general del país) y eso genera que haya necesidad de irse desplazando, de mover oficinas, de hacer lugar a los que recién entran.
A veces uno tiene más suerte, otras no tanta. La última vez yo había salido particularmente desfavorecida. Estaba de espaldas a un pasillo por el que transitaba mucha gente, sin mucha privacidad que digamos, estábamos más apretados en el sector, etc.

En esta oportunidad creo que he salido mejor parada. Ahora mi escritorio quedó más resguardado, pero igual estoy integrada con otros compañeros con los que se puede charlar un poco y hacer más llevadera la jornada. Está más lejos de los jefes, aunque también un poco más alejada de la única ventana. Antes está algo de refilón se podía ver, ahora no se si afuera está soleado o llueve. De todos modos creo que prefiero esta nueva ubicación, más privada.

Con el correr de los días me iré dando cuenta si realmente es para mejor o no. Habrá que adaptarse nuevamente. La vida es contante cambio, ¿no?

¿Cómo están ustedes estos días?