martes, 22 de noviembre de 2011

Pasando el tiempo en la oficina

Recién vuelvo de almorzar y está tranquilo por la ofi. Por lo tanto, un buen momento para actualizar el blog. Trabajo pendiente no tengo, así que me pongo a escribir sin culpas.

Hace poco que empecé en este trabajo. Venía de otro en el que llevaba más de seis años, y con un ritmo bastante acelerado. Tan acelerado que hace mas de un año me provocó un pico de estrés, de esos que están tan de moda últimamente (y nunca imaginé que llegaría a darme, pero en un determinado momento el cuerpo pasó factura y me tocó experimentarlo). Aunque esta es una historia larga y tema de otro momento.

Lo cierto es que después de mucho pensarlo me decidí a buscar otro trabajo (proceso en el que estuve unos cuatro meses, con entrevistas, mandar curriculums y todo lo que eso implica) y ahí caí en la empresa actual. Tiene unas cuantas ventajas, eso no puedo negarlo, y en mi balanza el cambio fue mas que positivo. Pero también tiene una particularidad: mucho no hay para hacer. Al principio pensaba que era por ser nueva, porque estaba aprendiendo las tareas, y que prontamente surgirían más cosas. Hasta el momento esto no ha pasado. Hay algunos momentos del mes de mayor actividad, pero por lo general es un ritmo muy tranquilo.

Uno pensaría que tener poco para hacer en el trabajo es una bendición. No niego que está bueno no estar a las corridas y poder dedicar parte del tiempo al esparcimiento (léase navegar en internet, responder mail, leer los diarios digitales). Pero por otro lado, tanto tiempo libre termina aburriendo. Porque las horas hay que cumplirlas igual. No es que puedo irme porque no tengo nada para hacer. Tampoco puedo pedir mas trabajo porque aparentemente a ninguno de mis compañeros les sobran las tareas (o sea, están en la misma que yo, en mayor o menor medida). Y llega un momento en que las noticias son siempre las mismas (las lea en el diario que fuera), que la casilla de mails está vacia, y que ya me encuentro sin ganas de seguir navengando en internet.

Y de ahí nació la idea del blog. A mi me gusta escribir. Hace mucho no lo hacía, pero siempre me pareció una actividad placentera. Así que una buena manera de matar el tiempo y de expresarme surgió hace unos días para mí. Espero que les guste leerme, como a mi escribirles.

2 comentarios:

  1. Hola, soy P. dándome una vuelta por tu blog. Te re entiendo!! A mí me pasó lo mismo que vos en mi trabajo anterior y el actual, por eso siempre tengo proyectos paralelos porque sino me vuelvo loca. Ahora puedo bajarme series de internet y verlas acá, cosa que no podía en el trabajo anterior porque sino era demasiado! Pero el seguir blogs y escribir uno, ayuda mucho!

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    1. Hola!!! Bienvenida!!!
      Y si, la verdad es que tener demasiado tiempo libre pero igual tener que cumplir horario termina volviendo un poco loco a cualquiera. Así que hay que buscar pasar las horas de alguna forma.
      si, una gran ayuda esto de los blogs!!
      beso

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