Mucho por hacer..

Antes que nada, gracias por los lindos mensajitos que han dejado en mi post anterior.

La verdad es que es una decisión con la que estamos muy contentos, y ya metidos en la organización de todo para el casorio. Es increíble la cantidad de cosas que hay que considerar, y eso que vamos a hacer algo sencillo.

Ya tenemos varias cosas encaminadas por suerte. Lo gracioso es que en los primeros días cuando comencé a averiguar por salones encontré una página en la web que es un portal donde se agrupan proveedores de los distintos rubros, ideas, notas, foros. Me registré porque me pareció útil, y lo primero que apareció es una lista con ciento y pico de tareas como guía para no olvidar. Confieso que leerlas era un poco abrumador. Sobre todo porque mencionaba que había cosas que debían haberse empezado unos doce meses antes del día de la boda. Uf! Claramente hay muchos de esos ítems que vamos a obviar por las características de lo que vamos a hacer, pero igual es cierto que hay muchos otros que si hay que atender.

 

A fines de diciembre pudimos reservar el salón, y ya eso nos resuelve varios temas como el catering y el disk jockey. Pedimos unos veinte presupuestos. De esos la mitad ni contestaron. Eso me asombra ya que son negocios y uno es un potencial cliente. Sobre los que si lo hicieron hice un archivo de Excel con los datos de cada propuesta ya que hasta que no se ponen los números en forma clara y en un formato más homogéneo es difícil comparar. Algunos ponían los precios con IVA agregado y en otros había que sumarlo aparte. Unos incluían las bebidas dentro de los menús y otros por fuera. Muchas opciones diferentes también en cuanto al catering. Juro que marea, aunque al pasar en limpio todo era más fácil.

Fuimos a ver tres salones. El primero que vimos es el que finalmente decidimos. Cuando estuvimos ahí ya lo adoré. Creo que ya lo habíamos escogido en ese momento porque cuando salimos de ahí ya hablábamos del salón como si fuera ese. De todos modos fuimos a ver otros para comparar. El segundo no estaba mal pero ni se le acercaba. El tercero ya lo descartamos al momento en que estuvimos en la puerta esperando el día que habíamos arreglado para conocerlo y no había nadie para abrirnos. Mala señal! Así que en ese mismo momento decidimos llegar a casa y reservar con el que nos había gustado.

 

Toda una aventura, pero de a poquito va tomando forma.