Vengo con unas
semanitas bastante agotadoras en el trabajo, lo cual me ha generado un nivel de
energía bastante bajo. Varios temitas juntos, de esos urgentes y para ayer, en
un contexto de país que desde hace un mes todos los días da sobresaltos en
temas económicos y políticos. Y cuando se trabaja en control de gestión y
presupuestos como es mi caso, esta incertidumbre obliga a plantear varios
escenarios posibles, por poco que a necesitar una bola de cristal. En fin,
viene movidito el tema.
¿Vieron cuando no se
pueden quitar el dolor de cabeza y contractura por varios días? Bueno, algo
así.
Días de llegar cansada a casa, no tener muchas más ganas que ver alguna
película y a dormir, todos planes de ese tipo.
Así fue también mi fin
de semana, de recuperar sueño, de ver series y películas. También hubo un
encuentro con la familia en casa de mi hermano, que nos invitó a un rico asado.
Lo pasamos muy lindo, estaba genial la noche para cenar en la terraza y bajo
las estrellas.
Ya con ganas de
vacaciones, y por suerte estamos cerca de tomarnos una semanita para irnos al
norte del país.
Como hace poquito
terminé con los relatos viajeros de contarles el viaje de dos semanas por
España tal vez piensen que no hace tanto me fui. Pero en realidad ya pasaron
cinco meses desde que volvimos. Y necesitábamos cortar un poco el año, para eso
nada mejor que una corta escapada.
Les juro que cuando
las pedí a las vacaciones no sabía el nivel de estrés con el que iba a a estar
llegando a ellas. Así ando, tachando los días para irme.
¿Ustedes cómo están?