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Una callecita del pueblo, con un perro muy guardian |
Luego de dejar atrás
Ollantaytambo, donde algunos de los turistas que estaban con nosotros en la
excursión del Valle Sagrado se quedaron a pasar la noche, a nosotros nos
dejaron en Urubamba, un pequeño pueblito.
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Lindo pichicho |
Las indicaciones que
teníamos eran las de decirle al guía que nos ayudara a tomar un taxi local,
dado que la combi en la que veníamos no podía entrar al pueblo. La razón de
esto era el tamaño de las callecitas, no aptas para este tipo de vehículos.
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Asi eran los taxis locales. Que curiosos, ¿no? |
Fue toda una
experiencia, ya que el medio de transporte pasó a ser una especie de carrito
que si bien era con motor era bien pequeñito, solo entraba el chofer adelante y
nosotros dos atrás. Estaba lleno de estos taxis locales, les dejo fotos porque
a mí me parecieron muy curiosos. ¿Viajaron alguna vez en algo así?
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Lleno de flores en una de las avenidas |
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Parada en mitad de la calle principal sacando las fotos |
El hotel no estaba tan
cerca de la ruta, y confieso que mientras nos adentrábamos por esas callecitas
(que enseguida se hicieron de tierra) me preguntaba “¿Dónde nos metimos?”. Nos
dejó frente a un portón negro y nos dijo que ese era el hotel. Un alto muro no
permitía ver el interior. Tocamos el timbre con algo de expectativa, y cuando
entramos nos encontramos con un sitio que realmente no esperábamos. Lleno de
flores, con unos jardines preciosos. Cada cuarto era en realidad una cabañita
muy cómoda, con un espacio propio al exterior para disfrutar. ¡Una belleza!
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El hotel. Que lindo! |
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Entrada al hotel, se veía luego de pasar el muro |
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Me encantó el hotel.. lleno de flores |
Ya más tranquilos con
el tema del alojamiento pedimos un mapa del pueblo para poder recorrerlo. No es
que hubiera mucho para ver, es chiquito, pero igual estuvo lindo tener la
oportunidad de conocerlo.
Siguiendo una de las
avenidas principales me deleité sacando fotos a las flores que había junto a un
canal. ¡Que bonitas!
Nos habían dicho que a
pocas cuadras había un sitio arqueológico. Mapa en mano, dimos unas vueltas
hasta encontrarlo. Creo que los locales nos miraban con curiosidad. Las ruinas
no eran más que unas construcciones por ahí perdidas, pero rodeadas de las
montañas y ya cayendo el sol era agradable de ver. Estábamos solos, eso sí. No
parecía ser un lugar muy turístico.
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ruinas |
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Las ruinas |
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Caia el sol, lindo paisaje |
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Mas de los taxis locales, estacionados en la vereda |
Nos dirigimos luego a
la plaza principal, que estaba en pleno acto electoral. Pocos días después había
elecciones, por lo que los partidos estaban haciendo su acto de cierre. Música
y mucha gente por ahí, todos locales menos nosotros parecía.
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Iglesia del pueblo |
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Acto de cierre de campaña, previo a las elecciones |
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De campaña frente a la iglesia |
Decidimos dar el
cierre al día con unas cervecitas y pizza. Al otro día volvía a tocar madrugón,
esta vez para tomar el tren hacia Aguas Calientes. Cada vez más cerca de Machu
Picchu!!
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Brindemos por estar aquí, por lo vivido. ¡Viva! |