jueves, 11 de octubre de 2012

El invierno del mundo


Estábamos el lunes haciendo tiempo en la terminal de micros de Paraná, ya con vistas a tomar el transporte que nos traería de nuevo a casa, cuando lo ví. Ahí, en la vitrina de una librería de esas que buscan tentar al viajero en el último momento: “El invierno del mundo”, el nuevo libro de Ken Follett. Recién salidito del horno se podría decir (o de la imprenta más bien). Yo venía esperándolo, pero ni sabía que ya estaba entre nosotros. Al verlo, y aunque estuviera un poquito caro para mi gusto, sabía que tenía que comprarlo, no dejar pasar un minuto más. Y me lo compré, fue un autoregalo que me traje de esta ciudad.

¿Y por qué tanto lío por un libro?, se preguntarán. ¡Pues porque este escritor me encanta! ¡Soy su fiel lectora!

Ya he contado alguna vez que me gustaba, pero nunca había hecho un post sobre él. Aquí está entonces, con mi recomendación para que quienes no lo conozcan se animen a leer alguna de sus novelas.

La primera que leí fue hace unos cuantos años, llamada “El hombre de San Petersburgo”. Ni se como llegó a mi ese libro, ya que no conocía a este escritor por esa época. Yo no debía tener más de 15 años, y recuerdo quedé fascinada con la historia, con su manera de contarla.

Llegué luego a una de sus obras cumbres “Los Pilares de la tierra”. Disfruté muchísimo su lectura, es uno de mis libros preferidos. Aquí nos transporta a la Edad Media, a un mundo de reyes, castillo, ciudades amuralladas, comerciantes, bandidos, nobleza. Es como meterse ahí, con la imaginación sentirse participe de esa particular época. Imperdible también su continuación, “Un mundo sin fin”.

Y es que esto que les contaba es precisamente lo que este escritor tiene. En cada uno de sus libros (que son unos cuantos, y me los leí todos, ¡eh!) envuelve al lector en la historia. Ya sea que se trate de la Edad Media, de la Revolución Rusa, de espionaje durante la guerra fría, de las minas de carbón escocesas, o cualquier entorno que le dé a su libro, uno se siente parte.

Este nuevo libro, “El invierno del mundo”, es la segunda parte de la trilogía “The Century”, novelas épicas definidas como “Esta es la historia de mis abuelos y de los vuestros, de nuestros padres y de nuestras propias vidas. De alguna forma es la historia de todos nosotros.”

El primero de estos libros que componen la trilogía se llama “La caída de los gigantes”, y narra la historia de cinco familias durante los turbulentos años de la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, y la lucha de hombres y mujeres por sus derechos.

La nueva novela sigue la historia de estos personajes y sus descendientes, nos mostrará cómo estos forjaran su destino en los años turbulentos de la Segunda Guerra Mundial, la guerra civil española, el bombardeo de Pearl Harbor y la era de las bombas atómicas americanas y soviéticas.

Si les digo que no estoy ansiosa por empezar ya a leerla ¡les miento!

¿conocen a Ken Follet? ¿Leyeron algo de él? ¿les gustó?

Para quien le interese, les dejo la dirección de su página oficial, con datos de interés sobre sus novelas, biografía, etc:  http://www.kenfollett.es/

 

miércoles, 10 de octubre de 2012

Paraná (Parte 2): río, cine y marcha del contrafestejo

Ya les conté la primera parte del viaje a Paraná, y aca va la segunda. Como ya les anticipé, lo que siguió del viaje fue igual de lluvioso que el primer día. Después de una noche en la que no dejaba de caer agua (y se escuchaban unos cuantos truenos) amaneció un poco más despejado. Desayunamos tranquilos en el hostel y cuando nos disponíamos ya a salir para el río de nuevo la lluvia. ¡Ufa!

Esperamos un rato pero finalmente nos decidimos a salir, con nuestros pilotines a cuestas (cero glamour, son unas capas azules que parece que uno se hubiera metido dentro de una bolsa, pero lo importante era estar algo cubiertos para no empaparnos). Llegamos entonces al río, y visitamos una zona en donde se concentran algunos boliches y bares. Siendo las diez y media de la mañana de un domingo se imaginan ¡no estaba ahí ni el loro!. Algún pescador con su caña, algún perro solitario dando vueltas (los cuales vi muchos por la ciudad) y nosotros.

Playitas junto al río
Seguimos caminando por la costanera, recorriendo lo que ya habíamos visto el día anterior de noche. Esta vez con más luz pudimos ver mejor las playas y balnearios, pero tampoco invitaban a pasear demasiado por allí porque estaban repletas de charcos.

Decidimos comer algo tradicional de la zona en uno de los restaurantes que estaban sobre la costanera. Nos decidimos por uno que tenía amplios ventanales que daban al río, y pedimos una “tabla de pescados”. Supuestamente era para dos personas, pero podrían haber comido también cuatro. ¡Era enorme! Aunque estaba rico era imposible comer todo eso, y terminó sobrando más de la mitad. Incluía rabas, cornalitos, albóndigas de pescado, dos empanadas también de pescado, y unas papas fritas. Acompañado con Pepsi Light, eso si, para compensar.


Una rica tabla de pescados / paseando por Parque Urquiza
Iglesia iluminada / tabla de pescados (con rabas, cornalitos, albondigas de pescado, etc)
Como el día seguía lluvioso y los negocios en el centro estaban cerrados decidimos ir a conocer el cine de la ciudad y ver una película. Vimos “Hotel Transylvania”, una simpática película de dibujos animados, que me gustó mucho. Ideal para reírse un rato con la compañía del conde Drácula, Frankenstein, la momia, el hombre lobo y su prole, y tantos otros monstruos conocidos. ¿La vieron? Se las recomiendo.


Hotel Transylvania, divertida peli que fuimos a ver al cine
Pudimos ver también frenta a la Catedral los festejos por la Patrona del lugar, que justamente se llevaban a cabo ese día. Una gran cantidad de gente, con cánticos, velitas, participando de la ceremonia religiosa.
Catedral con fieles celebrando frente a ella / comedor del hostel / iglesia
Paramos un rato a tomar un café y chusmeando ahí el diario local nos enteramos que había ese día una “marcha del contrafestejo”. Era una alternativa a los festejos del día de la raza, e invitaba a reflexionar sobre las culturas antiguas de América y el aporte africano. Empezaba con una ceremonia de fuego al compás de los tambores, y recorriendo las comparsas algunas calles llegaban al Pasaje Baucis, donde hubo baile popular y música. Fuimos un rato entonces por ahí, en donde había gran cantidad de gente, especialmente jóvenes.


Marcha del contrafestejo
Un poco más de vueltas por la ciudad, y ya el lunes emprendimos el regreso para Buenos Aires. Para no variar, lo hicimos con lluvia. De hecho viajamos algo mojados porque antes de ir para la terminal de micros nos volvió a sorprender otra llovizna (bah.. ya mucha sorpresa no era a estas alturas) y ya habíamos dejado el hostel así que no daba para cambiarnos de ropa. Ocho horas de viaje que se hicieron un poco largas, en las que terminé de leer el libro que me había llevado (una novela sobre “Atila, el rey de los hunos”, que leí completa en este fin de semana).

Finalmente llegamos, y aunque es lindo hacer escapadas también está bueno volver al hogar, ¿no es asi?






martes, 9 de octubre de 2012

Paraná (Parte 1): pasados por agua

Como les contaba en el post anterior, el fin de semana largo estuvimos por la ciudad de Paraná, en la Provincia de Entre Ríos. Les decía también que el pronóstico climático no venía muy favorable, que estaban previstas muchas lluvias. Aunque mis ganas eran que los meteorólogos se equivocaran, hay que decir que esta vez han acertado, y fue un fin de semana pasado por agua. Es esa la mejor definición que puedo hacerles de estos días. Les cuento un poco:

Para llegar a Paraná, ubicada en el centro oeste de la provincia, tuvimos un viaje en micro de casi ocho horas. Al viajar de noche no se hizo tan largo porque pudimos dormir bastante. Se escuchaba fuerte la tormenta, y hubiera estado bueno que esta se hubiera mantenido fuera del micro, pero la realidad es que de alguna manera logró colarse dentro y mojar todo. Cuando estábamos llegando noté que el piso bajo los asientos era un charco, y ahí estaban ubicados los bolsos, asi que la ropa terminó empapada (en realidad la mía no tanto porque iba dentro de bolsas, la de mi novio no y por eso estaba más mojada).

 Después de un desayuno en el bar de la terminal nos dirigimos al hostel. Teníamos reserva ahí, pero podíamos hacer el check-in recién a las 13hs. Nos permitieron dejar los bolsos mientras tanto, pero como estaba todo ocupado el comedor / recibidor por gente que estaba desayunando no pudimos quedarnos y salimos a dar vueltas bajo la lluvia.

La verdad es que teníamos unas cinco horas por delante antes de poder ingresar a nuestra habitación, y eso en una ciudad con clima tormentoso no se hizo fácil.  

Con los pilotines puestos (los cuales casi que no pudimos sacarnos en todo el viaje) llegamos a la plaza principal, alrededor de la cual están emplazados algunos edificios de gran valor arquitectónico. Sobresale imponente la Catedral de Paraná. Es un edificio grande y vistoso, declarado Monumento Histórico Nacional. Inaugurado en 1885 (y se festeja el día de su patrona, la Virgen del Rosario, el primer domingo de octubre, por lo que pudimos ver algo de esta celebración).
 
Cerca de la zona encontramos algunos museos (que por lo menos eran techados, así que servían para protegerse un poco de la lluvia). Entre ellos fuimos al “Museo Histórico Provincial Martiniano Leguizamón”. Aunque no hay fotos de este lugar (porque no nos dejaron sacar ninguna), se pueden ver aquí objetos que nos hablan de las costumbres y formas de vida de los primeros habitantes de la ciudad, y de momentos trascendentes de su pasado.

Recorrimos luego el “Museo Provincial de Bellas Artes”. Aquí encontramos una muestra de pinturas de Bernaldo de Quirós, a la vez que un patio con diversas esculturas, y salas dedicadas a otras exposiciones. Me pareció muy buena una que tenía que ver con los desaparecidos de la dictadura. Con video e impactantes imágenes nos llevaba a una parte de nuestra historia, de las más tristes sin duda, pero la que es bueno no olvidar.

 
Almorzamos algo por ahí, en uno de los pocos bares que encontramos. Algo que me llamó la atención de esta ciudad es la poca cantidad de cafeterías y restaurantes que vimos. Acostumbrados a Buenos Aires (y a otras ciudades visitadas), en donde hay mucha oferta de este tipo, acá dábamos vueltas sin ver más que un par de lugares. Recorriendo pudimos ver algunos sitios más, y supimos que cerca del río era donde estaba la mayor cantidad. Pero me extrañó ver tan pocos lugares donde ir a tomar algo por la zona céntrica.
 
Luego de pasear un poco por la peatonal San Martín, que abarca algunas cuadras y en donde se concentran gran cantidad de locales para hacer compras, pudimos finalmente ocupar la habitación. El hostel estaba bien, era un espacio agradable y nos atendieron bien. Por momentos era un poco ruidoso porque estaban ahí alojadas dos delegaciones de softbol femenino (que participaban de un importante torneo en la ciudad por lo que nos contaron). Dormimos una buena siesta, y a la tarde aprovechamos un rato en que las lluvias eran leves para ir a conocer la costanera del río. Frente a ella se encuentra el Parque Urquiza, el cual es el más importante de la ciudad, con 44 hectáreas. Se encuentra sobre la barranca, y dividido en tres niveles: Costanera Alta, Media y Baja. Está conectado por escaleras, senderos y calles.

La parte de la Costanera Baja es ideal para caminar o hacer ejercicio. Hay un par de playitas y el Balneario Municipal. Deben ser lindos cuando el clima acompaña. Nosotros con los pilotines a cuestas solo los vimos, y ni bajamos al rio porque era un charco al lado del otro.

En la Costanera Media funciona un anfiteatro, en donde supimos se hacen recitales y algunas obras.
 
En la parte de la Costanera Alta hay miradores con linda vista del río, un rosedal, y esparcidas numerosas esculturas.

La lluvia sin embargo nos invitó pronto a irnos y dar por finalizado el paseo junto al río, asi que terminamos cenando algo por ahí, y esperando que al día siguiente el clima estuviera mejor. Ya les contaré la segunda parte del viaje, aunque les anticipo que las tormentas nos siguieron acompañando todo el tiempo.

 

¿Conocen Paraná? ¿Les gustó?








viernes, 5 de octubre de 2012

Popurri de cosas

Hoy venía pensando en un popurrí de cosas para compartir con ustedes. Pequeñitas y cortitas, no tiene nada que ver una con otra, pero aquí van:

Con conjuntivitis
·         Me agarré conjuntivitis. Ayer amanecí con un ojo medio pegoteado y me dolía un poco. Al salir del trabajo fui a una guardia oftalmológica (en la que por suerte tuve que esperar poquito) y me confirmaron mis sospechas sobre el tema. Me dieron unas gotitas que tengo que ponerme cada cuatro horas por una semana. Lo bueno es que es leve, ni se nota (aunque al poner las gotitas me arde bastante) y que ni siquiera tuve que faltar al trabajo (me dijo que el riesgo de contagiar a otros es muy mínimo y que no era necesario ausentarme). Así que aquí estoy, con las gotas a cuestas.
 
·         Este fin de semana (que en Argentina es largo, iupi!!!!) vamos a hacer una escapadita. Estoy contenta porque hace rato que no nos vamos de viaje. Nos tomamos estos días para ir a conocer Paraná, en la provincia de Entre Rios. Ya armé ayer el bolsito, tengo todo listo para salir. Lástima que estuve mirando el pronóstico del tiempo y se vienen unas cuantas lluvias en la ciudad. Me pasa generalmente cuando estoy por irme a algún lado, siempre la lluvia ahí presente. Eso me suele tirar un poco abajo, pero no queda otra que tomarlo con filosofía positiva y pensar que igual algo vamos a poder recorrer  (ya llevo el pilotín para la lluvia en el bolso). No les niego que estoy esperando que los meteorólogos se equivoquen (total lo hacen seguido). A mi regreso por supuesto las crónicas del viaje. ¿conocen esta ciudad?

Pronóstico para Paraná. Buaaaaaaaa!!! ¿Era necesaria la lluvia?
 

·         Ahora en el blog tengo el “calendario humano. Algo que ya venía viendo, que me parecía muy simpático, pero que no sabía cómo agregar al blog. Gracias a la gentileza de Srta Moneypenny que hizo un genial post sobre el tema (pueden verlo aquí) ahora pude incluirlo. Si lo quieren agregar pueden hacerlo desde aquí: http://www.humancalendar.com/portable.php (¿verdad que es lindo?)
 

·         Hoy es viernes, día que me encanta, así que a disfrutar que se termina la semana laboral. Aunque no estoy revoleando los papeles como el dibujito, si estoy comiendo unos chocolates que trajo un compañero de un viaje (¡que ricos!) acompañados de un café. ¡Pequeños placeres de la vida!

 

·         Quiero aprovechar la ocasión para agradecer dos premios que recibió mi blog en estos días. Gracias a Pangala que me otorgó el premio “Dardos”, y a Lote 93 que me otorgó el “Liebster award”. Un placer recibir estos mimos blogueros. Gracias chicas!

 

·         ¡Buen fin de semana para todos! ¿Ya hay planes?




miércoles, 3 de octubre de 2012

Tecnopolis

El domingo como les conté nos habíamos dado una vuelta por el Santuario de Lourdes. Como no estábamos demasiado lejos y el clima estaba agradable para seguir paseando, decidimos ir a conocer “Tecnopolis”.

 Este es un predio muy grande en donde funcionan exposiciones variadas. Entre los sectores del parque se pueden encontrar por ejemplo:

·         Parque de la Energía

·         Parque de la industria Argentina

·         Parque Solar

·         Parque del conocimiento

·         Bioparque

·         Parque del movimiento

Hay mucho para recorrer, mucho para caminar. Como contarles todo lo que hay sería muy largo, les dejo el link a la página por si quieren averiguar más sobre las actividades y atracciones, horarios, formas de llegar, etc: http://tecnopolis.ar/2012/

Al ingresar uno recibe un planito del lugar, y un cuadernillo en donde están explicadas todas las cosas que se pueden observar. Ya solo de ver la gran cantidad de stands y actividades uno se abruma un poco. Queda claro que un día queda corto para ver todo. Nosotros habremos estado unas tres horas dando vueltas por ahí, y estimo que con suerte vimos el 40% (y la verdad dudo un poco haber llegado a este porcentaje).
 
En algunos lados hay que hacer cola para entrar. Esto nos pasó por ejemplo en el primer stand que fuimos a ver: el yacimiento YPF. Ahí uno puede descubrir un poco el proceso de obtención de hidrocarburos. Es un recorrido interactivo en donde se puede aprender sobre la exploración, perforación y usos del petróleo. Me pareció lindo y bastante completo para ser un vistazo rápido sobre el tema.

Recorrimos también algo del parque sobre la industria nacional. Se podía aprender allí sobre diferentes industrias y procesos, ver algunas maquinarias, etc. En otro sector se podían apreciar innovaciones, y artículos de diseño. En muchos de estos lugares se encontraba información sobre carreras y planes de estudio relacionados a lo que se estaba viendo, y sobre diferentes ámbitos educativos.

 

Dentro del parque del conocimiento me gustó la muestra “república Rasti”. En ella se pueden ver, hechos con piezas de Rasti, diferentes íconos nacionales y populares de nuestra cultura. Hay una representación de Plaza de Mayo con sus edificios tradicionales muy bien lograda. También un homenaje a los héroes de Malvinas, y personajes típicos como Clemente, Mafalda y Maradona.

 
Me gustó especialmente el bioparque, en especial un sector llamado “Tierra de Dinos”. En un bosque que representa la era mesozoica se pueden encontrar réplicas robotizadas de dinosaurios en escala real. Ahí por ejemplo encontramos al Tyrannosaurus Rex , el Velociraptor, el Carnotaurus Sastrei, entre otros. Cada uno con placa con explicación de dimensiones y hábitos. Todos se mueven y emiten ruidos. Algo que me causó mucha ternura mientras paseábamos por ahí fue escuchar a un pequeño niño preguntarle a su padre: “papi, ¿están vivos?”. Morí de amor por el chiquito, me encanta la inocencia de los niños.

 
También disfrutamos de escuchar un cuento tradicional del norte del país, contado por una simpática cuenta cuentos, sentados en un anfiteatro y descansando un poco de la caminata. Pudimos escuchar algo de música folklórica en el camino.

 En el predio hay varios espacios de recreación en donde parar a descansar un poco. Plazas con juegos ideales para los chicos, lugares con bancos para sentarse, y áreas donde comprar algo para comer (aunque en estas no había mucha variedad para elegir, mayormente se trataba de fast food: panchos, hamburguesas, sándwiches, papas fritas).

 En el camino nos encontramos también con una murga que danzaba alegre por las calles del predio.

Como les decía, hay mucho para recorrer, y decidimos después de un rato volver a casa para descansar, a pesar de que nos quedó mucho por ver. Les dejo algunas fotos que tomamos en el paseo.

¿Conocen este lugar? ¿Les gustó? ¿Qué parte les gustó más?


De entrada libre y gratuita, pueden visitarlo de martes a domingo, de 12 a 20hs.

martes, 2 de octubre de 2012

Nuevos dibujos


Hoy quería dejarles mis últimos dibujos. El que tiene color lo hice en clase, usando pastel tiza. Estoy bastante contenta con cómo quedó.

El otro lo hice una tarde en casa, con pastel tiza blanca y carbonilla. También me parece que quedó bastante bien, ¿no?

En este tiempo hice uno más, pero realmente no me agrada, así que escojo no mostrarlo.

Sigue siendo el taller de artes plásticas algo que me está gustando, una manera de darle un poco de rienda suelta a la creatividad.

Además (y aunque no tiene nada que ver) les cuento que según me indica blogger ¡este es mi post nº 200! Gracias por acompañarme del otro lado en esta aventura bloguera.


lunes, 1 de octubre de 2012

Santuario de Lourdes

Hay veces en que la vida nos hace recurrir a un lado más espiritual. Cada uno lo hace a su manera, muchos a través de una religión o una creencia. Yo no me considero muy religiosa, no creo mucho en las iglesias, pero sin embargo si tengo una creencia en Dios, en algo poderoso más allá de nuestra comprensión.

 Hay un lugar sin embargo al que recurro cada tanto, a veces para pedir, otras para agradecer, muchas veces para ambas cosas. Es un lugar que me trae cierta paz, que me reconforta. Les voy a contar como llegué al Santuario de Nuestra Señora  Lourdes, y porque este sitio es especial para mí.
 

Resulta que hace varios años atrás yo tenía un novio que cada tanto iba al santuario, y en alguna de estas visitas yo lo acompañaba. Cuando nos separamos me dio una medallita de la Virgen de Lourdes que él tenía, y para que esta me cuide y acompañe. Yo llevaba la medallita en la billetera (porque tenía roto el enganche para colgarla), y hubo dos ocasiones en que me sucedieron con ella hechos bastante inexplicables.

 El primero de ellos, hace casi diez años, se dio una vez en que me fui de vacaciones al sur con una amiga. Ahí no llevé la billetera (generalmente al irme de vacaciones no la llevo, uso algún monedero o el bolsillo portabilletes por debajo de la ropa). Al volver del viaje y vaciando la mochila (la cual me acompañó siempre cuando íbamos a la montaña) encuentro en el fondo de un bolsillo la medallita. No me explico cómo llegó allí, pero de alguna manera sentí que me estuvo cuidando en ese viaje.

El segundo se dio cuando en una ocasión sufro el robo de la billetera, en donde estaba la medallita. Lo lógico era que nunca hubiera vuelto a verla. La cuestión es que a los meses en el fondo de un bolsito que yo llevaba para hacer gimnasia la veo. Por supuesto que debe haberse caído ahí en algún momento, pero de todos modos sigue pareciéndome bastante extraño que eso haya pasado.

 Después de todo esto decidí dejarla en casa bien guardada. Estos dos hechos tal vez para algunos de ustedes no tengan mucha importancia, pero yo sentí que por algo habían pasado, que estaba cuidada por la Virgen.

 Hace un par de años hubo un tiempo en el que por cosas de la vida me acerqué al Santuario en busca de consuelo. Encontré aquí lo que estaba necesitando, y algunas cosas que pedí se cumplieron enseguida. Pueden ser casualidades, pero yo sigo pensando que hubo alguna ayuda divina, por así decirlo. Desde ahí que trato de ir cada tanto, muchas veces simplemente a agradecer.

 Así lo siento a este lugar, por eso quise compartirlo con ustedes. Para el que crea bien, para el que no también.

El domingo estuve por ahí, y saqué algunas fotos para mostrarles. El Santuario queda en Santos Lugares, que es saliendo de Capital pero ahí nomás. Los alrededores no es lo que se diga una zona turística, realmente no es demasiado lindo. La iglesia ocupa toda una manzana, y lo que a mí me gusta visitar es la gruta (en realidad a la iglesia por lo general ni entro). La Gruta de Lourdes es una réplica de la francesa, y está enmarcada por una basílica conformada por dos templos, uno en planta baja y otro en el piso superior. Frente a ella hay bancos para sentarse, ideales para pasar un rato en oración o simplemente en contemplación y tranquilidad.

 Al lado de la gruta hay un lugar en donde los fieles pueden dejar alguna velita encendida. Siempre hay unas cuantas llamas flameando ahí. En las paredes exteriores de la gruta hay infinidad de placas en las que la gente le deja agradecimientos o pedidos a la Virgen. Cada vez que voy leo algunas de ellas, es algo que de alguna manera me emociona. Hay muchas que llevan allí muchos años, otras más recientes.

También hay una zona dentro del predio en donde hay mesas y bancos para descansar y/o tomar un refrigerio. Es una parte arbolada, con áreas de sombra y otras al sol. Algunas veces funciona un buffet parroquial, en donde se puede comprar café, alguna galletita o golosina. Se suele ver en estos bancos a grupos tomando mate, charlando, leyendo un libro.

 Para quien le interese, algunos datos más:

·         La aparición de la Virgen en Francia en el año 1858 a la niña Bernardita da origen a la devoción que millones de fieles sienten por Nuestra Señora de Lourdes.

·         En 1910, los sacerdotes asuncionistas llegaron a Santos Lugares con la misión de abrir un nuevo campo de apostolado. El sitio era conocido entonces como Santos Lugares de Jerusalén dado que ya se hallaba en el lugar un grupo de frailes franciscanos. En septiembre de 1915 se inició la construcción de la Gruta definitiva tomando como modelo la de Francia.

·         Cada 11 de febrero se celebran las fiestas patronales

 ¿Conocen el lugar? ¿Qué les parece?
¿Hay algún sitio que a ustedes les traiga paz? ¿Cuál es?