miércoles, 15 de febrero de 2012

Uno no hace amigos: los reconoce a medida que los va encontrando...


Hoy estaba pensando en esta frase: Uno no hace amigos: los reconoce a medida que los va encontrando...
Es una frase que leí hace poquito, en un cuadrito muy simpático que vendían en Mina Clavero, donde estuve pasando mis vacaciones.

Me ha pasado en muchas ocasiones que al ver a una persona me di cuenta enseguida de que iba a ser importante en mi vida, que se iba a convertir en una linda amistad. Cuestión de piel tal vez como le dicen, ese sentimiento de que por alguna razón el otro nos cae bien, que nos identificamos. ¿les suele pasar? ¿al ver a otro saben que va a convertirse en un gran amigo?.

Claro que la intuición puede fallarnos. Algunas veces me pasó, pero la gran mayoría de las veces se cumplió eso que sentí en el primer momento.

¿será que hay algo de cierto en esta frase? ¿será que uno puede reconocer al otro en seguida? Sentir una conexión especial. Por supuesto que luego es el tiempo quien nos dice si una amistad es en serio eso, si alguien pasa de ser un simple conocido a convertirse en una persona que merece el titulo de amigo.

Y es que no cualquiera puede ser llamado amigo. Conocidos puede haber muchos, pero amigos de verdad escasean. Los contamos con los dedos de la mano generalmente. Son aquellas personas sin las que no podríamos vivir, las que nos dan fuerza, que nos hacen reír, que nos prestan un hombro sobre el cual llorar, nos acompañan, nos levantan, las que nos dicen las cosas como son, nos escuchan, nos retan a veces. Personas realmente importantes en la vida.

Mis amigas son un tesoro para mi. No son tantas, pero son de fierro. De esas en las que se puede confiar, las que a lo largo de los años han demostrado que siempre estan.

Hay amistades que son sencillas de cultivar y conservar, otras que exigen mas dedicación. Algunas con personalidades bien opuestas, otras no tanto. Mis amigas son de distintos ámbitos, las conocí en diversos momentos.

Tengo a mi amiga de toda la vida, aquella que desde que eramos bien pequeñas nos quisimos, compartimos juegos, nos vimos crecer. Ella es mi adorada amiga a la que hoy tengo un poco lejos (está viviendo en España desde hace unos años, pero nos mantenemos en contacto gracias a lo maravilloso de la tecnología). Compartimos 29 años de amistad, lo cual en mis 31 años de vida es mucho!

Tengo también mi amiga de la primaria, aquella con la que no nos dimos tanto mientras cursabamos pero luego pasamos a ser grandes compinches.

Del secundario conservo otra hermosa amistad, una que hoy puedo decir es de las mas queridas. Enumerar todas las cosas compartidas es imposible, para mi como una hermana.
De la facultad saco cuatro mas. Todas conocidas en diferentes materias, todas muy diferentes. Hermosas personas todas, con dos nos vemos seguido, las otras no tanto (pero cuando lo hacemos es como si el tiempo no hubiera pasado). Hemos compartido tardes de estudio, y entre mate y mate, lecciones y examenes nos hemos reconocido.

Las chicas de ingles merecen una mención también. Estudiamos muchos años juntas, y el habernos conocido y formado este hermoso grupito hizo que las clases se hicieran un evento social, que fuera lindo ir a aprender para vernos, para tomarlas como punto de partida a una salida, para contarnos las novedades. Hace ya dos años que no estudiamos, pero seguimos juntándonos siempre que podemos.

Y hablando de idiomas, hace tres años estudio portugués y en el instituto fui desarrollando la amistad con dos de mis compañeras. Con salidas y alguna caipirinha compartidas, nos vamos conociendo. Si la intuición no me falla, grandes amigas para los años que vienen.

Otra de mis grandes amigas la conocí por internet, aunque de mi ciudad. Hace ya unos cuantos años de eso, y una gran compinche. Y hablando de cyber amigos, tengo por ahi también gente que a través del teclado y monitor se ha convertido en alguien importante (con una de ellas nos escribimos hace trece años ya). Es que a veces el estar en otro continente no impide que sintamos al otro cerca, que nos acompañe.

Y todo esto venía por la frase del titulo.. como les contaba la leí en las vacaciones, mientras compartía una salida con dos chicas que estaban parando en la hosteria. Lo lindo de la frase es que de alguna manera me senti identificada, sentí que en estas dos chicas (con las que compartimos muchas risas y lindos momentos en esos pocos dias) estaba reconociendo una futura amistad. ¿será correcta mi intuición? El tiempo lo dirá..

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