miércoles, 13 de diciembre de 2017

Amsterdam - Dia 2

El museo de cera de Madame Tussaud. Lo vimos de afuera.
  El segundo día que estuvimos por Amsterdam hicimos una visita guiada con la empresa Sandemans. http://www.neweuropetours.eu/
Al igual que el que habíamos hecho en Barcelona (con la misma empresa), este era gratuito y luego uno le dejaba a la guía una retribución. La chica que nos paseó en esta ocasión era española pero llevaba varios años radicada en esta ciudad. Nos contaba que le encantaba porque sentía mucha libertad y el trato hacia el extranjero era muy bueno.
Plaza Dam
Que miedito!
El tour fue muy interesante. Nos juntamos en Plaza Dam, que es una zona céntrica y donde hay varios edificios históricos como el Monumento Nacional y el Palacio Real. Llegamos temprano al punto de encuentro así que nos entretuvimos haciendo unas fotos a las estatuas vivientes y a la gente que pasaba.
Me gustó como quedó esta foto de la parca
Dimos una vueltita por el barrio rojo, y a pesar de ser temprano había algunas vitrinas ocupadas por las chicas que ofrecían sus servicios. Por respeto no se puede sacar fotos en la zona, eso es algo que todos mencionan con bastante énfasis para que ningún turista cometa el error de querer tomarlas.
Algunas bicis
Parte de la visita recorría los canales. Aquí podrán ver mejor los barco habitación que les mencionaba en el post anterior. La gente realmente vive allí, y como siguen con la costumbre de no poner mucha cortina se los podía ver allí tomando algo y leyendo el diario tranquilamente.
Se distinguen las casa barco
Allí se ve el mercado de flores.
Nos adentramos luego en una zona céntrica donde nos comentó cosas interesantes de la arquitectura y las costumbres de los habitantes. Algo que supimos por ejemplo es que los alquileres se han puesto muy caros dentro de la ciudad, y que en parte se debe al fenómeno de Airbnb. Muchos dan sus propiedades en alquiler temporario por ese medio y encarece el de los que quieren vivir allí de manera permanente.
Nos contaba también del creciente turismo que está teniendo, mucho más que años anteriores.
Un lugar bastante particular al que entramos es el Begijnhof. Son un conjunto de elegantes casas que se construyeron en 1346 para albergar a una hermandad femenina católica laica: las beguinas. Allí se encuentra la casa más antigua, con fachada de madera. 
Entrada
Es un sitio muy tranquilo y apacible. Hoy en día son viviendas sociales, y nos comentaba la guía que son muy requeridas pero es difícil acceder a ellas. Es necesario anotarse en un registro, contar con unos cuantos años de aportes y ser elegido. Por ello es que los que allí viven suelen ser gente mayor.
Se ve lindo para vivir.
Pasamos frente a la casa donde estuvo escondida Ana Frank, punto en donde culminaba la visita. No entramos ya que había que hacer largas colas para ir. Si aprovechamos a dar una vuelta por el barrio cercano, el cual es bastante lindo.
Aquí fue el primer lugar del viaje en donde visitamos algunas tiendas e hicimos compras. Antes no habíamos podido por ir de aquí para allá. Me traje de allí unas remeras y un bonito sweater.
Para terminar el día fuimos a caminar otro rato por los canales cercanos. Estaba ya todo iluminado y bastante bonito.
En el próximo relato viajero les cuento de algunos pueblos cercanos, los típicos de la “vieja Holanda”, los cuales me encantaron.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Amsterdam - Dia 1

Canales

 A la ciudad de Amsterdam llegamos en tren y pasado el mediodía.

Luego de dejar el equipaje en el hotel nos fuimos a recorrer un poco sus calles. Pasear por los canales es lindo, así como ver las construcciones típicas.
Esto había sido una iglesia pero ahora funciona un restaurante
Casas angostas y altas, que tienen una pequeña inclinación. El motivo de que tengan esta forma es de origen económico, ya que desde hace mucho se cobra un impuesto al ancho de la fachada. La solución para pagar menos es hacer por lo tanto casas angostas, y como de alguna manera hay que tener una cierta cantidad de metros para que sean confortables es que compensa con su altura. Las escaleras suelen ser inclinadas al extremo, y dificultan el subido de los muebles. Esto se soluciona con grandes ventanales y con la inclinación, ya que para las mudanzas se suele usar un gancho en la punta del techo, y se necesita cierto ángulo para que los muebles no choquen con las paredes. Le han encontrado una solución práctica se podría decir.
Algo que me ha llamado la atención es que gran parte de estas casas no tienen cortinas, por lo que desde la calle se puede ver el interior. Es interesante para ver como tienen distribuido, y es difícil no ser un poco chusma y evitar el mirar hacia adentro de las mismas.
Restaurante de unos compatriotas :-)

Sobre las bicicletas ya les conté que son las reinas de la ciudad y que aparecen por todos lados. Hay que tener cuidado al caminar para evitar accidentes. Hay sitios en donde hay tantas aparcadas una al lado de la otra que no sé cómo los dueños identifican la suya. Creo que yo me pasaría un buen rato tratando de encontrar donde la he dejado. Supongo es cuestión de costumbre y con la práctica se hace más sencillo.
Esa primera tarde fuimos al Rijksmuseum, o Museo Nacional. Tiene una rica colección de pinturas del siglo de oro holandés. El principal atractivo son las obras de Rembrandt. Hay varias allí expuestas pero creo que la joya es “La ronda de noche”, pintada entre 1640 y 1642. Este cuadro en especial mi marido tenía mucho interés en ver. Yo ni había oído hablar de él, pero la verdad es que es bastante imponente.
Fachada del Rijksmuseum
Musicos en la entrada
El museo por dentro
Finalizado nuestro recorrido por el museo nos dedicamos a ver un poco la noche en la ciudad. Caminamos por la zona roja, la cual ya les conté que es muy concurrida y bastante particular. Hay ahí muy cerca unas cuantas opciones para comer. Esa noche no quisimos innovar en sabores y fuimos a una pizzería que era atendida por su dueño italiano.
Aca tambien había cosas ricas!
Al día siguiente nos esperaba una visita guiada por la ciudad, la cual fue bastante interesante. Ya les contaré en un siguiente post.

¡Buena semana!


martes, 5 de diciembre de 2017

Vuelven los relatos viajeros: algunas impresiones sobre Amsterdam

Había dejado los relatos viajeros justo cuando tenía que comenzar a contarles de los días que pasamos en Amsterdam. Retomo entonces desde ese punto, y para empezar este es un post en que les comento algunas impresiones que me dio la ciudad.
Las bicicletas son las reinas de la ciudad. Hay por todos lados.
Estas son personales así que puede que alguno de mis lectores/as piense diferente de la misma. Totalmente válido por supuesto.

Voy a decir entonces que si bien hubo muchas cosas que me gustaron y que encontré interesantes, también hubo unas cuantas que me generaron sensaciones contradictorias. Me gustó haber ido porque creo que vale la pena conocer un poco de todo, pero si tengo que pensar en las ciudades en las que hemos estado durante nuestro viaje, Ámsterdam es la que menos me agradó.

Cuando pensamos en los destinos a los que iríamos lo primero que hicimos fue ver en internet fotos de esta ciudad. Las imágenes que google nos mostraba me convencían, pero debo decir que una vez allí la ciudad no se parecía ni un poquito. Ni los colores de los edificios, ni las luces. O estas tenían un exceso de photoshop o fueron tomadas en alguna parte que no vimos. Los canales eran pintorescos, pero ni por asomo parecidos a lo que habíamos visto en fotografías. Suele ser al revés, que la realidad supera a lo gráfico, pero no era el caso.
Uno de los canales. Los colores marrones y ladrillo son los predominantes por todos lados.

Otro de los temas que no me gustó de la ciudad es que es realmente caótica. Por lo menos la parte céntrica es un lío de tráfico. Bicicletas y tranvías que surgen de cualquier lado obligan a estar atentos para no ser atropellados. Muchísima gente también en las calles.
Tranvías, bicicletas.. ¡hay que ir con cuidado!
Nuestra experiencia con la hotelería no fue muy buena. Hay que admitir que era el hotel más económico de todo el viaje. Lo cierto es que la habitación era horrible, pero con lo que le pifiamos fue con su ubicación. Si bien quedaba cerca de la estación de tren y eso era cómodo, también estaba justo en uno de los extremos donde comenzaba la zona roja. Y este sitio terminó siendo muy ruidoso, era imposible dormir. También resultó ser un barrio bastante sucio. Diferente a lo que veníamos viendo en otras partes de Europa con limpieza ejemplar. Vale aclarar que algunas cuadras hacían la diferencia, pero nosotros no lo sabíamos y nos guiamos por comentarios y referencias de internet.
La zona roja de noche, vista desde uno de los puentes.
En esta ciudad hay que ir también con la mente bastante abierta. No es que uno se vaya a horrorizar, pero si es real que se ven cosas a las que por lo general uno no está acostumbrado y que pueden ser un poco chocantes. Desde las cabinas en donde las chicas ofrecen sus servicios, los sex shops con vidrieras exponiendo todo tipo de accesorios, los coffee shops en donde se admite el consumo de ciertas drogas como lo más normal, sitios donde se anuncia sexo en vivo. En fin, mucha gente supongo irá allí con expectativa de vivir estas experiencias. Hay como una especie de desenfreno o vale todo que no terminó de agradarme demasiado.
Por supuesto que hay muchos aspectos lindos y que les voy a ir contando en los siguientes relatos. Es una ciudad a la que de todos modos no volvería.

¿Ustedes han ido? ¿Comparten mi opinión? ¿Les ha gustado Ámsterdam? ¿Qué aspectos si y cuales no?