martes, 17 de noviembre de 2015

Dibujando un poco


Hace rato que no les mostraba mis dibujos, y es que estaba un poco vaga para sacarles fotos. Aquí entonces viene una tanda de las últimas obras.

El taller está próximo a terminarse. No solo porque el año se va acabando y con eso muchas actividades de este tipo plantean su descanso vacacional, sino que mi profesora está a punto de comenzar un viaje por el país, de esos sin destino fijo y con vistas a probar suerte por ahí. En breve entonces da por cerrado todo, ya se está encargando se hacer venta de garaje con sus pertenencias. Todo un cambio de vida para ella.

Algunos alumnos están buscando otro lugar adonde continuar tomando clases. Hay alguna data de sitios cercanos como posibilidades. En mi caso creo que estoy cerrando un ciclo con el dibujo. No es que no vaya a hacer nada de acá en adelante, pero seguramente sea en casa cuando tenga inspiración y ganas, y no asistiendo a un taller. Hace ya dos años y medio que asisto a este, y ha llegado un momento en que me ha cansado un poco, en el que voy más como una obligación que como un disfrute. Claro que una vez ahí me compenetro con lo que estoy haciendo y lo paso bien, pero no voy con todas las pilas que me gustaría, o con las que en algún momento fui.

Por eso creo que estoy transitando las últimas clases. Quien ve mis comienzos (pueden hacerlo en la etiqueta creatividad, ¿estas ahí?) puede observar progresos. Básicamente he tenido dos estilos durante este tiempo. El primero con pastel tiza, y el segundo con la microfibra. Personalmente me gusta más este último, han surgido cosas mas interesantes.

Sobre las temáticas, he realizado retratos sobre todo. Algunas series se pueden distinguir, como las de bailarinas, las de arlequines, y las de bebés.

¿Qué les parecen estos dibujos?



lunes, 16 de noviembre de 2015

Antes y Despues de un placard


Ahora si puedo decir que en mi proceso de orden terminé la parte relativa a la ropa. Llevó tiempo, eso no puede negarse. Pero estoy muy contenta con el resultado, realmente es un cambio notable.

Dejé registrado el “antes” de placares y cajones, para poder comparar con el estado actual. Me alegra haberlo hecho ya que cuando veo estas imágenes contrastadas con el “después” veo espacios más amplios, todo más organizado. Y esto le ha dado más energía al ambiente, hay como un aire renovado.

La semana pasada les comentaba sobre el libro “La magia del orden”, de Marie Kondo, y el método que ella proponía. De alguna manera lo seguí, aunque la ropa la fui haciendo por subcategorías. Por ejemplo, sacaba todos los pantalones y los ponía sobre la cama para hacer el proceso de selección, eliminación y guardado. Luego las remeras, luego sweaters, etc. Me resultó práctico hacerlo por grupos, ya que todo junto hubiera sido mucho más titánico y agotador. Y así durante toda la semana iba haciendo avances, todos los días un poquito, culminando la tarea este fin de semana.

El “antes” del placard del cuarto no es algo de lo que pueda sentirme muy orgullosa. Más bien es de esas fotos para esconder. El tener muchas cosas había hecho que estuviera todo apretado, que se hubiera descontrolado completamente. Realmente sentía que se me venía encima. Los sweaters eran los que estaban hechos un lío tremendo, y al tener dos hileras terminaba usando siempre algunos de los delanteros, dejando al resto olvidado.

Las cosas que estaban colgadas estaban apretadas y se dificultaba sacar algo. Terminaba por lo tanto usando siempre lo mismo, lo que quedaba mas a mano. Algunas cosas hasta se habían caído y estaban juntando mugre atrás de unas cajas de zapatos.

Un punto importante fue sacar esas cajas de ahí y agrupar todos los zapatos en otro placard que tengo, el cual ya contaba con algunas divisiones prácticas para ello (de esas con visor adelante transparente). Pero como terminaba usando mayormente lo que tenía en el cuarto los demás quedaban medio olvidados de todos modos. Ya no será así, ahora me obligo a ir adonde puedo verlos todos, y estos días empecé a variar más el calzado.

Me tomé en serio lo de eliminar aquellas cosas que ya no usaba o que no me hacían feliz. Armé nueve bolsas de consorcio medianas para donar. También dos bolsas con cosas que pretendo llevar a alguna feria americana.

En este proceso también identifiqué objetos que tenían que ser reparados. Llevé a cambiar el cierre a dos carteras, cosí un par de prendas y mandé a arreglar el taco de un par de zapatos.

También se generaron algunas bolsas de papel y cartones para reciclar (aunque este punto dentro del orden todavía no lo completé). El sábado fuimos a llevarlo a un puesto de reciclado que tenemos cerca de casa.

La ropa en los cajones ahora sigue el método de doblado sugerido por Marie Kondo. De esta manera todo queda a la vista y queda muy prolijo. Creo que va a ser fácil de mantenerlo así, se ve todo genial. Hasta hice una clasificación por colores, separando lo más claro de lo más oscuro.

Redescubrí muchas prendas de las que me había olvidado completamente. Les puedo dar ahora una nueva oportunidad. La paradoja es que reducí el guardarropa pero en realidad siento que lo amplié de esta manera.

Estoy feliz, se ve todo más liviano, hay otra energía.

Aproveché este fin de semana también para llevar al lavadero una manta pesada (el invierno por fin parece haberse ido) y de esa forma dejarla en condiciones hasta la nueva época invernal. También lavé cortinas que hace rato lo necesitaban.

Estoy desprendiéndome, dejando ir cosas. Se siente bien.

¿Qué opinan del cambio en los placares y cajones?

 


miércoles, 11 de noviembre de 2015

Etapa de desprendimiento


El otro día cuando les comenté que estaba en plan de hacer limpieza me gustó el comentario de la querida Alter en donde mencionaba que su madre se autodenominaba en “etapa de desprendimiento”. Creo que esta frase define a la perfección el cómo me estoy sintiendo últimamente, así que me la tomo prestada.
Ya venía en mi interior con ganas de eliminar cosas que no usaba, dejarlas ir. Yo siempre fui de ir donando ropa cada tanto, pero esta vez el sentimiento es más profundo, más revolucionario. Quiero ordenar placares en serio, sacar muebles, etc.
 
Digamos que me pegó fuerte el tema. Mi novio se ríe y le advierte al gato: “Ojo Ciro que en cualquier momento nos tira a nosotros”.  A ellos seguro que no, pero otras cosas ya veremos.
 
Tal vez de manera medio inconsciente ya venía gestando todo eso y  había comprado hace un par de meses el libro “La magia del orden”, de Marie Kondo. Lo tenía sobre la mesa de luz y en los últimos días lo leí. Realmente me lo devoré, página tras página. Estoy motivadísima a aplicar el método, el cual por cierto es bastante radical.
Lo que propone esta japonesa experta en orden y reorganizaciones es hacer todo bastante de golpe, de una vez y para siempre, atacando las cosas según categorías. Por ejemplo por un lado la ropa, luego libros, papeles, objetos varios, etc.
 
La idea del proceso es que consta de dos partes: eliminación y guardado. El primer paso es muy importante y no sigue la regla que otros métodos indican. Más que concentrarse en lo que no queremos conservar lo que Marie dice es que debe debemos escoger lo que si queremos quedarnos, y basándonos en si es algo que nos hace feliz o no. Esta distinción que parece una pavada en realidad creo que es bastante clave. La eliminación entonces fluye más fácil.
 
El sacar todo parece engorroso pero da una idea mejor de que cosas uno tiene y en qué cantidades. Además permite que salgan a la luz objetos que habíamos olvidado porque estaban algo escondidos. Es una forma de traerlos a la vida nuevamente.
Ella hace bastante hincapié en la energía de los objetos. En que al tocarlos uno sabe si realmente es algo que nos trasmite alegría o no. También en que cuando se decide descartar algo se le agradezca de alguna manera la función que tuvo en nuestra vida, se lo deje ir.
 
Da también varias indicaciones en cuanto a la forma de ordenar y guardar las cosas. Por ejemplo propone que las prendas se doblen de tal manera que en lugar de apilarlas una sobre otra en un cajón queden con sus lomos hacia arriba para que podamos ver todo lo que tenemos más fácil. En internet hay un montón de tutoriales sobre como hacerlo.
 
Todavía no hice la fase radical, este sacar todo y evaluar. Pienso hacerlo pero tengo que escoger un día en que disponga del tiempo necesario. Si fui empezando con algunas cosas. Por ejemplo el cajón de la ropa interior y las medias. ¡Vieran que lindo que quedó! También fui sacando algunas prendas que ya se de antemano que quiero donarlas. Ya tengo tres bolsas de consorcio repletas y como les decía me falta hacer el proceso propiamente dicho.
 
Fui también seleccionando algunos libros de los que quiero desprenderme. Encontré un lugar donde se pueden donar para bibliotecas rurales, así que pienso ir llevándolos allí.
 
Así estoy, en proceso de reorganización, buscando quedarme con lo que realmente quiero, y el resto dejándolo ir.
¿Leyeron el libro? ¿Alguno ya aplicó el método? ¿Cómo les resultó?

jueves, 5 de noviembre de 2015

Las flores del jardin II

En el post anterior les mostraba algunas fotos que saqué durante una visita a mis padres, en el jardín de su casa. Tan lindo ese día, tan primaveral, daba gusto estar por ahí.

Acá les traigo otras imágenes de las plantitas, llenas de flores.

Hay algunas que me han gustado como salieron especialmente. Por ejemplo, la de las dos pequeñas rositas con la que encabezo esta entrada. Destacan en el fondo más oscuro y se nota lo delicadas y chiquitas que son.

También me gusta la del cactus con sus dos mini florcitas asomándose. ¡Hermoso!

Otras que adoré fueron las de la persiana amarilla reflejando su sombra en la pared, con la flor violeta contrastando. Esta persiana es de metal y ha tenido varios cambios con el correr de los años. Supo tener un color marrón apagado, pero desde hace rato que fue sustituido por este otro amarillo alegre.

Una zona con granza bajo la pérgola es un buen sitio para poner una mesita y unas sillas. Hubo un tiempo en que así era, aunque al quedar a la intemperie el sol y la lluvia fueron desgastándola y finalmente se sacó. Tal vez en un futuro vuelva a haber alguna. Recuerdo haber pasado ahí algunas fiestas, recibiendo el nuevo año brindando bajo esas plantas.

Yo no heredé la buena mano como jardinera, más bien mi patio tiene momentos en que da lástima. Ya mi mamá prometió que un día de estos me ayuda a renovarlo y darle un nuevo look. Ya veremos, seguramente sea un buen cambio.

¿Cómo son ustedes con las plantas? ¿Saben cuidarlas?



miércoles, 4 de noviembre de 2015

Las flores del jardín



Hace poco hubo un fin de semana de esos primaverales y pasé a saludar a mis padres por su casa. Habían estado unos días antes por una zona donde hay unos cuantos viveros y habían comprado algunas plantas para alegrar el jardín.

Como ellos tienen bastante mano para la jardinería siempre está bastante cuidadito, pero ese día estaba especialmente lindo. ¡Lleno de flores bellas! El sol ayudaba ya que realzaba todavía más tanta maravilla de la naturaleza.

Nos quedamos allí un rato charlando, disfrutando del bonito día y los colores de las flores. Ellos aprovechan mucho ese espacio ya que no son casi de salir, más bien son dos personas completamente caseras. Así que es un poquito de aire fresco sin moverse mucho.

Les muestro algunas fotos que tomé. ¿Verdad que es agradable?






martes, 3 de noviembre de 2015

Cinco cosas que me han hecho feliz esta semana (XXIII)

 
Menos de un mes ha pasado desde que escribí el último post de la serie “Cinco cosas que me han hecho feliz esta semana”, y como me parece un muy lindo ejercicio aquí estoy de nuevo con la recopilación de los últimos días.

1 * Haber hecho el pequeño ritual de la “carta de los deseos” para el año que viene fue sin duda un momento que me trajo alegría. Realmente cuando uno hace algo pensando en positivo se genera una energía muy linda. Disfruté el proceso y espero que se cumplan las cosas que ahí expresé.

2 * Relacionado con el punto anterior y siguiendo los consejos de mi amiga Mari (la que está viviendo en España y que estuvo de visita por Buenos Aires este año), empecé también el “cuaderno de deseos”. Ella me contó que lo hace desde ya tiempo y que le ido muy bien con ello. Tiene una actitud muy linda hacia la vida, y ha conseguido cosas que al principio veía muy lejanas, pero ha adquirido la costumbre de visualizarse donde quiere estar y lo que quiere que suceda, y ha tenido buenos resultados con su técnica.

La idea es la siguiente: en un cuaderno se escriben los deseos con lenguaje en presente como si ya fueran una realidad, y se leen antes de uno acostarse. Simplemente eso, se leen agradeciendo por ellos, como si ya fueran parte de nuestra vida. Cuando se van cumpliendo se van tachando, y se pueden ir generando nuevas listas si se quiere.

Me contaba que ella comenzó con veinte deseos y ya ha tachado casi todos, quedándole solamente tres para cumplirse. Me pareció linda idea así que compré un cuaderno bonito al que decoré con algunas imágenes y frases que encontré en la web. Uno de los deseos es para mi amiga, lo incluí a su pedido. Es grato leerlo, de alguna manera nos conecta todos los días ahora.

 
3 * El sábado fuimos a “La Noche de los Museos”. Es un evento que se hace en Buenos Aires desde hace doce años y que cada vez tiene más instituciones que participan y más gente que lo disfruta. Además de estar abiertos desde las ocho de la noche hasta las 3 de la madrugada, hay infinidad de actividades ese día. ¡Una hermosa movida cultural!

Esta vez escogimos ir por el centro porteño ya que allí hay unos cuantos lugares cerca.

Saqué algunas fotos y mi idea es hacer post al respecto. Les cuento que pudimos ir al Cabildo, el Museo de la Ciudad, el museo de la AFIP, un convento franciscano, la iglesia de San Ignacio y el Colegio Nacional Buenos Aires. Vimos coros, videos conmemorativos, orquestas, experimentos de física. En fin, de todo un poco, en una noche encantadora.

 

4 * Fue un fin de semana con ocasión de dormir la siesta ambos días. ¡Que lindo poder disfrutar de un tiempo para eso! El michi se sumó al programa y disfrutó de estar pegadito a nosotros en la cama. No es tonto, le dábamos calorcito y eso a él le encanta.

 5 * Estoy con plan de hacer limpieza de algunas cosas que no uso. Me han dado fuerte las ganas de deshacerme de objetos que están olvidados en un placard, o que están juntando polvo en una estantería. El otro día puse algunos libros en una bolsa y fuimos a canjearlos a la feria del parque cercano a casa. Algunos no me los tomaron porque eran en inglés y el puestero consideraba que se le iba a complicar venderlos. Ya encontraran su nuevo dueño, estoy pensando en regalarlos. Ya tengo también ofrecida a una amiga una computadora de escritorio que yo tengo olvidada pero que a ella le viene bien, una mesita, una lámpara, etc. En fin, objetos que encontraran su utilidad con otros dueños. Cada tanto hacer este tipo de limpiezas es liberador.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Los libros de octubre


Durante octubre leí cuatro libros. Dos han sido de temática mafiosa, de la mano de Mario Puzo. El resto fueron en idioma portugués y los trajimos de nuestro viaje a Brasil. ¡Una buena oportunidad de practicarlo!

 

Les cuento:

 

Nunca desista de seus sonhos, de Augusto Cury.

Aunque no sepan portugués creo que el nombre del libro es bastante claro: nunca desista de sus sueños. El escritor nos presenta la historia de cuatro personas de bastante celebridad que aunque no tuvieron las cosas fáciles han sabido afrontar las dificultades y salir adelante, siempre teniendo como meta sus sueños.  Habla de la lucha, de no dejarse abatir, de crecer en la vida.

Interesante, no es que vaya a uno cambiarle la existencia radicalmente por leer el libro, pero está bueno repasar algunos conceptos que plantea, y en definitiva nos motiva a no desistir.

 

Fim, de Fernanda Torres.

Este librito me pareció divertido. Va narrando acontecimientos de la vida de cinco amigos, desde que son jóvenes hasta que cada uno va muriendo. Los hechos van siendo narrados desde distintos puntos de vista, ya que cada uno tiene una visión diferente de los mismos. Es entretenido, me ha hecho reir en varios pasajes. Amena lectura para pasar el rato.

 

El Padrino, de Mario Puzo.

Libro mafioso si los hay, el cual ha sido llevado al cine y se ha ganado su lugar entre las películas clásicas. Yo había visto el film; y entre este y el libro no hay muchas diferencias. Fue revivir las escenas a través de la lectura.

Vito Corleone es el Don más respetado de Nueva York, ciudad a la que llegó como emigrante desde su Sicilia natal a los doce años. Don Corleone es implacable con sus rivales, pero es también un hombre inteligente, astuto y fiel a los principios del honor y la amistad. La vida y negocios de Don Corleone, así como los de su hijo y heredero, conforman el eje de esta obra.

¡Lo recomiendo!

 

Salvatore Giuliano, el siciliano, de Mario Puzo.

Michael Corleone, el hijo de El Padrino, está en Sicilia con el objetivo de poner en marcha una misión que le ha encomendado su padre: intentar sacar de la isla a un hombre que se ha convertido en un mito popular, pero al que el acoso del gobierno, las clases altas y la Mafia han convertido en un fugitivo solitario. Salvatore Giuliano es ese hombre: un campesino sensible e inquieto, forzado a vivir en el monte tras haber matado a un policía, tan amante de su tierra y sus gentes como opuesto a la connivencia con sus opresores.

Acá la figura de Corleone es meramente accesoria, ya que todo se centra en la particular vida de Giuliano, quien fue un personaje de la vida real. Me pareció un lindo libro, también recomendable para pasar el rato.

 

¿Leyeron algo en octubre? ¿Libros para recomendar?