Otro primer beso

Ayer les conté la historia de mi primer beso, y hoy quería contarles sobre otro primer beso. Esta vez, hablarles de como conocí y empezó la historia de amor con quien es mi novio actual, a quien me voy a referir como “F”, y a quien considero mi gran compañero de ruta, el hombre de mi vida.

Corría el año 2004. Yo estaba de a poco desprendiéndome de mi relación con L, con el cual había salido muchos años, desde adolescente. No era nada fácil, hacer el corte definitivo fue algo que costó bastante y llevó su tiempo. Seguíamos para ese entonces viéndonos cada tanto, aunque a mi por lo menos eso me hacía mas mal que bien. Sabiendo que debía cerrar esa puerta pero no haciéndolo del todo. Empezando a conocer algunos chicos, pero en historias que no daban frutos.

Para esas épocas yo no tenía mi blog pero si usaba bastante internet. Nunca fui de chatear, pero desde hacía rato que mantenía contactos por mail con gente de otros países (una forma de romper fronteras, conocer otras culturas). De esa manera, a través de algún mensaje dejado en un foro de amistad llegué a tener contacto con excelentes personas, los cuales algunos se han perdido en el ciberespacio con el tiempo, pero otros pocos siguen siendo a través de los años importantes en mi vida (como mi amigo Venezolano, mi amiga Panameña y la de República Checa).

Y así fue como un día me manda un mail F, quien vivía en mi ciudad, a tan solo unos barrios de distancia. Empezamos a cruzar mensajes cada tanto, contándonos cosas de la vida. En plan puramente de amistad, por lo menos por ese entonces. Habían pasado por lo menos cuatro meses, cuando propone conocernos personalmente. Ya a esta altura tenía una buena idea de quien era la persona atrás del monitor, así que accedí.

Nos encontramos finalmente en un bar del centro porteño. Estuvimos ahí charlando por horas y horas. Con alguien que recién veía, pero con quien me sentía muy cómoda. Recuerdo haber caminado juntos luego por la zona, siguiendo la conversación, y quedar para otro encuentro.

Y así nos encontramos unas cuantas veces mas. No había pasado mas de una amistad, estábamos conociéndonos. Paseábamos, charlábamos, nos divertíamos.

Recuerdo especialmente una salida que compartimos por ese entonces, la de la primera vez que fuimos al cine juntos. Habíamos ido un sábado por Recoleta (un lindo barrio de Buenos Aires, con oferta gastronómica, cines, actualmente un moderno shopping, etc) y vimos la película “El restaurante”, con Daniel Auteuil, uno de mis actores preferidos. Al salir de ahí fuimos a una pizzeria (que estaba abierta 24hs), y nos quedamos charlando. Pasaban las horas pero realmente no fui conciente del paso del reloj hasta que algo golpeó contra el vidrio del local, y para cuando volteamos la cabeza a ver nos sorprendió la claridad. Ya era de día!. Y nosotros charlando no nos habíamos dado cuenta.

Y así de a poquito empecé a mirarlo con otros ojos. Me sentía tan bien, tan cómoda. El tiempo no pasaba cuando estábamos juntos. Pero no había pasado nada todavía, él no me había dicho que buscara algo mas conmigo (aunque algo notaba que así era, no estaba dispuesta a dar yo el primer paso). El también venía de un par de relaciones largas.

Recuerdo otra salida, esta vez si unos días antes de que nos pusiéramos de novios, nos habíamos visto un ratito, y habíamos ido a pasear por Palermo (una zona con mucho verde, lagos, etc). Creo que él estuvo a punto de decirme algo en esa ocasión, pero yo había quedado en ir a una fiesta con una amiga y no tenía mucho tiempo ese día, así que quedamos en encontrarnos con F para el feriado del 8 de diciembre, que era unos días después. Antes de despedirnos, cuando estaba ya subiendo al colectivo me dijo algo que no me olvido más: “vos y yo tenemos un problema. Entraste a mi vida y no quiero que te vayas”.

Yo estaba para esa época preparando mi último final en la facultad, (que de hecho lo rendía al día siguiente al feriado, o sea el 9). Sin embargo ya consideraba que tenía estudiado lo suficiente y nos encontramos en la placita de Palermo Hollywood (para quien no conoce, esta zona está muy de moda en los últimos años, llena de bares, de tiendas donde venden ropa de diseño independiente. Punto de encuentro y salidas para locales y turistas).

Fuimos a tomar algo, y ahí en el bar si se sentó al lado mío en un cómodo sillón que había, y pasados unos minutos se me declaró. Me dijo que pensaba en mi continuamente, que disfrutaba estar conmigo, y así un montón de cosas lindas. Y ahí si, finalmente, llegó nuestro primer beso. El primero de un montón. El primero de nuestra vida juntos.

Ese día, hace mas de 7 años,  nos pusimos de novios. Al día siguiente rendí este importante examen, unos días después me estaba recibiendo. Un diciembre movidito y lleno de lindos sucesos.