El cepillo de dientes..

Hace dos semanas veníamos ya tarde del festejo de cumpleaños de una de sus amigas. Estábamos llegando a casa cuando se acordó que en el bolsito con la ropa para el día siguiente no había incluido el cepillo de dientes. Y fue entonces que me dijo:

“Pasemos por una farmacia a comprar uno. Hoy va a ser el día en que dejo mi cepillo de dientes en tu casa, ¿te parece?”

Es gracioso porque el dejar este elemento tan personal en la casa del otro es visto como un paso importante en una relación. Y la verdad es que así se siente, no puedo negarlo. Aunque se venía quedando en casa por lo menos tres de los siete días de la semana, ahora ya hay algo suyo que da cierta permanencia.

El otro día trajo una bolsita de un café que le regalaron. “Le vamos a dar más uso en tu casa que en la mía”, me dijo. Idem con un dulce que le trajeron sus papas de un viajecito que hicieron el mes pasado.

“En breve me traigo la guitarra y la dejo en tu casa. En la mía no estoy nunca y así puedo tocarla un rato”, me decía hace unos días.

Y aunque no puedo evitar sonreírme porque se me viene a la mente la publicidad del Renault Logan (ver video adjunto), la realidad es que estoy feliz. Me siento bien cuando estoy con él, me gusta el tiempo que compartimos juntos. Y sigo fluyendo por la vida, disfrutando lo que se da. El amor está en el aire, y me envuelve completamente.