Tarde medieval

El domingo asistimos con mi novio a lo que se podría llamar una autentica tarde medieval. En Parque Avellaneda se hizo un encuentro de bandas que tocaban música celta, acompañado de una feria de artesanías, demostración de esgrima medieval y de danzas típicas de los países nórdicos. Un completo mix que disfrutamos.

Les voy contando:

Como les decía, el evento se llevó a cabo en el Parque Avellaneda. Para los dos era la primera vez que íbamos para esos lados, así que fue toda una experiencia. Ya empezamos todo con una aventura, porque debo confesar que nos perdimos por el camino. La culpa la tiene mi novio que miró en internet como llegar (y yo que no constaté que hubiera mirado bien, lo cual ya les cuento que no hizo). Nos subimos al colectivo que nos llevaba (el bendito 133, que da mas vueltas que una calesita) y después de un buen tiempo de viaje (porque nosotros vivimos en la otra punta de la ciudad) me pareció que estábamos desviándonos un poco. ¡Cuanta razón! Según mi novio el transporte nos dejaba en la puerta del parque. No solo no era así, sino que ya nos habíamos pasado unas veinte cuadras del punto del recorrido mas cercano. Ayudados por la “Guia T” (que siempre llevo en la cartera y no se porque no se me ocurrió mirar antes) pudimos encontrar nuestras coordenadas, y un taxi terminó de solucionar el asunto.

El parque es inmensamente grande. Por lo que pude saber después, dentro del mismo hay un antiguo casco de la chacra “Los remedios” (que se remonta al siglo XVII), un natatorio, un tren histórico (del que vimos las vías que atraviesan el lugar) y un polideportivo. Lleno de árboles, con mucho verde, finalmente después de caminar un poco llegamos al evento.

Había montado un escenario donde un par de bandas tocaron música celta. Me gusta como suenan estos sonidos, por lo general bastante alegres. Al pie del escenario se representó un combate medieval. Les dejo algunas fotos de este, en donde podrán ver a los actores disfrazados de época, con sus escudos, lanzas, cascos. También hubo una demostración de tiro al arco.

Alrededor de todo esto nos encontramos con una feria. Ahí vendían unas cuantas cosas relacionadas con lo medieval. Desde anillos y dijes, objetos trabajados en cuero, cuernos para beber vino, ropa, etc. Yo compré una remera, mi novio otra, y para la casa conseguimos un colgante hecho en vidrio con el dibujo de un dragón. Todavía no lo colgamos (estamos todavía pensando el lugar, seguramente dentro del living). En la feria por supuesto no podía faltar la parte de gastronomía. Compramos un sándwich y un par de muffins que eran una locura. Riquísimos. El que mas me gustó era de zanahoria. Si, así como lo leyeron, y era realmente una delicia.

Otro espectáculo de la tarde fue una demostración de danzas, típicas de los países nórdicos. La primera se llamaba “danza pícara”, y en un momento del baile los hombres intentaban levantar la pollera de las mujeres para verles los tobillos. Me pareció graciosa la explicación, pero claro que se remonta a épocas en que se dejaba ver mucho menos que ahora. Un par de danzas más, y como había comenzado a oscurecer emprendimos el largo camino a casa.

Lo pasamos muy bien, fue algo diferente. Había bastante gente en el evento, y debo decir que muchos de ellos se habían vestido para la ocasión, con ropajes de época. Entre los puesteros, los de la banda y los que demostraban las artes guerreras y danzas lo esperaba. Pero también había una gran cantidad de espectadores que habían decidido ponerse a tono con esta tarde medieval.

¿asistieron a algún evento de este tipo?