Cumpleaños infantiles

La semana pasada fui al cumple de 4 añitos de la hija de una amiga. El festejo se hizo en un salón, con pelotero y demás juegos. Fue realmente un evento en grande. Me puse a pensar en que los últimos cumpleaños de chicos a los que asistí habían sido así, y no pude evitar compararlo con los festejos que eran típicos en mi infancia, que solían ser en la casa del homenajeado, y bastante mas sencillos.

Los tiempos han cambiado, y también la forma de festejar este día especial. Todo se ha sofisticado un poco.

Para empezar, la primer diferencia que noto es esta costumbre de hacerlo en un salón. Supongo en parte es por un tema práctico, ya que así no hay que ocuparse de la posterior limpieza, ni de que tantos niños corriendo y saltando por ahí rompan objetos de la casa. También por un tema de espacio supongo, y por contar en estos lugares con inflables y peloteros.

Cuando yo era chica no existía la moda de los peloteros. De hecho, para cuando surgieron yo ya era lo suficientemente alta como para que no me dejaran entrar en uno. Los cumples solían festejarse en la casa de la persona (tal vez la cantidad de invitados era menor), y recién para cuando yo estaba entrando en mi primer década de vida se habían empezado a festejar en algún local de comida (en ese entonces lo frecuente era “Pumper Nic”, ya desaparecido hace muchos años).

Antes uno entregaba el regalo al cumpleañero, que solía abrirlo en el momento. Ahora se dejan en un sitio especial los paquetes, los cuales son abiertos con tranquilidad por la familia una vez que llegaron a su casa. Mas práctico tal vez, pero uno se queda sin ver la reacción del niño al recibir el regalo, que para mi siempre ha sido algo lindo de observar.

En este cumpleaños me sorprendió el show que habían contratado. Era un mago – payaso, que hacía los típicos trucos, pero con bastante producción. En un momento hasta sacó un bombo y una bolsa llena de sombreros rojos y trajecitos para que los niños se pusieran y saltaran al ritmo de los gong, gong, gong.. Luego hizo malabares con unos palos de colores que brillaban, y así cada truco tenía tantos elementos que seguramente fue necesario un vehiculo de cierto porte para poder transportar al salón tantas cosas.

La torta también era bastante imponente. Era un barco pirata, hecho por el marido de mi amiga (quien demostró unos dotes de repostero que yo no conocía), el cual incluía las velas, los piratas, y hasta un cargamento de monedas de chocolate como tesoro. Muy linda había quedado, y debo decir que también era sabrosa.

Lo que realmente viene marcándome una diferencia es la piñata. En mis tiempos era un globo un poco mas grande que se llenaba de caramelos, se pinchaba y caía sobre los chicos. Ahora las piñatas son verdaderamente sorprendentes y sofisticadas.

En este caso, como el salón tenía una decoración espacial (con planetas que colgaban del techo, una nave espacial, etc) la piñata era un planeta redondo (de considerable tamaño) con un astronauta arriba. Al grito de los niños (que siguiendo indicaciones debían llamar a la piñata para que bajara) esta comenzaba a bajar del techo, al mismo tiempo que salía de ella humo y luces. Un verdadero espectáculo. Finalmente se abría una compuerta de la que caían los dulces.

¿también piensan que han cambiado la forma de festejarse los cumpleaños?

¿que otros cambios notaron?

¿como se festejaba en la infancia de ustedes?

Les dejo unas fotitos de cuando mi hermano cumplió seis años (es el que muestra el sandwichito), en uno de esos cumples “de antes”.