Altas Cumbres

Segundo dia por las sierras, y esta vez haciendo una excursión a Altas Cumbres.

Empezamos el recorrido temprano, cerca de las diez de la mañana. Fuimos por la ruta hasta un punto en donde bajamos y empezamos una caminata en la montaña, hasta un rio que por ahí pasaba. El camino era tranquilo, por lo menos eso me pareció en un momento (aunque al día siguiente me dolieron bastante los muslos, por lo que intuyo requería mas esfuerzo de ellos del que en ese dia me percataba).

El rio era muy lindo, y lo teniamos para nosotros solos (un grupo de alrededor de 20 personas). En la parte a la que nos llevaron había una cascada de 30 mts de alto. Para los que tenían ganas y se animaban la idea era hacer rappel (bajando con sogas al lado de la cascada). Yo ya hice rappel en otra ocasión, en la provincia de Mendoza. Lo considero una linda experiencia, pero de esas para no repetir muy a menudo (¿ustedes hicieron? ¿les gustó?). Yo preferí quedarme en la parte de arriba del rio, disfrutar del agua y almorzar unos sandwichitos ahi. Por lo menos 8 personas nos quedamos en la misma zona, asi que estuve acompañada.

Después de un buen rato por ahí, retomamos camino y llegamos al vehiculo, que nos llevaría a otro lugar desde donde se podía ver el nacimiento del rio Mina Clavero.  Otra caminata (pero esta vez por un camino mas armado, con escalones aunque un poco rústicos) nos llevó a un mirador desde donde se podía ver otra cascada, y apreciar una imponente quebrada. Paseamos por un negocio de artesanias por ahí ubicado, y luego regresamos hacia la ciudad.

El camino de vuelta lo hicimos por el que llaman el camino viejo de las altas cumbres. Es uno que diseñó el cura Brochero (personaje muy querido de la zona, que hizo mucho por la región) y que data de 1918. El camino es de tierra y va serpenteando en la montaña. Por supuesto implica ir mas despacio por ahí, así que tardamos un poco en regresar. Para esa altura ya estaba un poco cansada, estar todo el dia de excursión es agotador. Para amenizar el guía fue contando chistes, y pasamos un buen momento.

De regreso aproveché a comprar unas empanadas, y a acostarme no demasiado tarde. Un nuevo día de aventuras me esperaba.