El rascador (post que había quedado en borrador)



Descubriendo el chiche nuevo

No soy de dejar post en borrador pero se ve que este me había quedado ahí, sin publicarse. En realidad tenía guardadas en él unas fotos del michi, sin texto escrito. Aunque el suceso ya es viejo (debe ser un año que le compramos el rascador!) está tan adorable que decidí publicarlas ahora.

Jugandole un poco para que agarre el rascador

Como cualquiera que tenga gatos sabe, proteger los muebles de sus uñitas es una tarea que preocupa. Instintivamente se las afilan en ellos (y hasta parece que prefirieran aquellos muebles que mas nos gustan) y sufrir algún destrozo es inevitable.



Animandose a jugar un poco.

Con lo que se ensañó en serio es con un par de sillas a las que hizo trizas. De un moderno eco cuero blanco que pasó a estar todo roto y hasta sacándoles la gomaespuma de adentro se divertía. Realmente estaban en estado deplorable y solo se pudieron rescatar cuando les mandé a hacer unas fundas. Ahí quedaron más presentables y dejaron de tentarlo tanto.

Como para que no agarrara otros muebles en su reemplazo es que le compramos este rascador. Lo pusimos como en una tarima aprovechando una caja de madera que tenía. Así puede estirarse y es más divertido para él.

El día que lo trajimos lo miraba con cierto recelo. De ese momento son estas fotografías.

Vení, vení... que el rascador no muerde!



Parece mas seguro quedarse a la distancia..

Hizo falta que le mostráramos varias veces para que servía porque no parecía darse cuenta. Le jugábamos cerca con un puntero laser para que al perseguir la lucecita y cuando estaba estratégicamente ubicada sobre las columnas de hilo sisal las enganchara. Y así fue como luego se hizo amigo del chiche. Cada tanto se acuerda de usarlo y se afila ahí sus uñas. A veces se sube arriba de las tarimas y desde ahí nos mira. Es divertido verlo.

Si tienen gatos, ¿les han comprado rascadores? ¿Tuvieron éxito con ellos?