A casi una semana de la operación de apendicitis, ya estoy mucho mejor. Todavía estoy en casa, aunque ya estoy pensando que es hora de volver al trabajo. Mañana seguramente me paso por la oficina, de esa manera espero estar mas ocupada, y empezar a retomar la vida habitual.
En casa estuve haciendo cosas, pero confieso ya estoy un poco aburrida. A mi me encanta leer, pero por alguna razón estos dias no ando con ganas de tocar un libro, y me dio una especie de adicción a la televisión. Adicción pasajera, eso espero, porque no me gusta pasar tanto tiempo pegada a la "caja boba". Lo cierto es que nunca parecía haber programas interesantes, las peliculas de la tarder resultaban bastante malas, las series repetidas. Y sin embargo algo me hacía quedarme mirando, hora tras hora.
Por suerte tuve lindas visitas, amigas que se pasaron por casa a ver como estaba, que compartieron charla y mates (siempre con algo rico al lado debo admitir). Eso me hizo sentir bien. Es que cuando uno está enfermo el recibir a un amigo que se preocupa por uno, atender un llamado amable, hace que uno levante el animo, y contribuye a la recuperación. Es en estos momentos que nos damos cuenta de quienes estan siempre, de aquellos con los que se puede contar. Doy gracias por mi familia, por mis amigos, por la gente que quiero, que me acompañó estos dias.
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