lunes, 18 de diciembre de 2017

Zaanse Schans: molinos de Holanda y un bello lago

 En el post anterior les mostré el bonito pueblo de Edam, cerca de Amsterdam.
Zaanse Schans
Ahora le toca el turno a otra localidad típica holandesa, igual o aún más linda: Zaanse Schans.
Que carrito tan romantico
Aquí se destacan los molinos originales, muchos de ellos aún funcionando,  y un bonito lago. Todo parece de cuento y vale la pena de ver.
Para llegar usamos la misma tarjeta de pase diario. Nos tomamos un bus y en un ratito estábamos bajándonos en el pueblo.
Cruzamos un puente y comenzamos a recorrer una de las orillas del lago. Allí nos encontramos enseguida con el museo del calzado de madera. Había suecos de todos los colores y tamaños. Los tradicionales de fiesta, los de uso diario, algunos con un maravilloso trabajo artesanal, otros más rústicos. Con videos explicativos sobre las costumbres de su uso y detalles de la fabricación, y luego con una surtida tienda de suvenires.

 También había otra instalación con animales de granja y venta de quesos artesanales.
Otras tiendas con objetos típicos de decoración, que realmente tenían cosas muy lindas y variadas.
 


Llenos de objetos lindos
Este rincon me encantó. Me quedé con ganas de comprar un conejito.

Cuidadisimo el pueblo

Daba para sentarse aca un rato


Preciosa calle.

Una casa mas linda que la otra


 En el perfil del lago se destacan los tradicionales molinos. Muy bien mantenidos, muchos pueden ser visitados por dentro.



 Caminando un poco más en las calles y dirigiéndonos a la otra orilla se encuentran unas casitas preciosas. Todo muy cuidado y pintado, es un placer caminar por la zona. Jardines, puentecitos, es muy agradable de ver.




De esas casitas para dejar y llevarse un libro.

¡Que jardines!
 Algo que nos llamó la atención es una iglesia que ya no funciona como tal, y que su nuevo uso contempla viviendas. O sea que uno entraba a la iglesia pero en lugar de encontrarse el altar y bancos había un hall, y allí las entradas a los departamentos. Uno de ellos tenía las cortinas descorridas asi que podíamos ver un hermoso living, más allá la cocina, y hasta al dueño de casa leyendo un libro en el salón.
Dentro de esta iglesia habia viviendas. Todo se aprovecha.
Si uno subía unas escaleras se llegaba al campanario. Y había carteles que contaban un poco sobre estos proyectos de recuperación de espacios que antes se usaban con fines religiosos pero que han cambiado su uso con el tiempo. Parece que allá es bastante común. Yo nunca había visto algo así y me pareció curioso.
 
Subiendo al campanario

¿Ven las casas de la gente? Esto es dentro de la iglesia.
 Para volver al otro lado nos subimos a una barca en lugar de regresar caminando. Se subía una bocha, se tocaba un timbre, y un cartel decía que enseguida vendría un barco para cruzar por tan solo 1 euro. Nos pareció divertido, así que así lo hicimos. El señor con su barca apareció enseguida y hasta nos tomó fotos durante el recorrido.
Aca se llamaba a la barca para cruzar el lago.
 Realmente adoré la visita a este pueblo. Muy pintoresco, muy tranquilo y muy bien cuidado. Muy cerca de la caótica Amsterdam pero con un perfil totalmente diferente.
Muy rural la zona
Tan lindo todo ♥
Fue una buena manera de despedirnos de Holanda. Al día siguiente partiríamos bien temprano hacia la bella Roma.
¿Qué les pareció el pueblo? ¿Les gustaron los molinos? ¿Lo conocían?

3 comentarios:

  1. Con lo que a mí me gusta viajar... No! aún no he visitado esa zona, la tengo pendiente. Gracias por la recomendación y busco ideas nuevas por aquí.
    Bss

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  2. Cuanto colorido, se ve muy alegre y los molinos son muy diferentes de los que tenemos aqui. Abrazos

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  3. Qué lugar tan pintoresco! Me enamoré de la casa del puentecito... me mudaría ya, jajaj!! Besos!!!

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