Acá les traigo una
fotito de mi gato en la que se lo ve como todo un señorito. Muy calmo él,
sentadito en la cama y junto a su muñeco.
Un minino adorable.
Pero lo que tiene de lindo lo tiene también de travieso y salvaje, y también un
poco de peleador. El domingo se ganó un apodo de Rocky luego de una pelea con
otro gato vecino que lo dejó un poco maltrecho.
Quienes me leen hace
rato saben que cada tanto me entra la disyuntiva sobre si dejarlo salir al
patio o no. Por un lado me gusta darle la libertad porque se que disfruta de
subirse a las cornisas y pasear por los tejados. Es un alma libre que ama el
sol y con su agilidad que me sorprende siempre salta paredes con una facilidad
asombrosa. Por otro lado quiero protegerlo y evitar que lo lastimen (cosa que
dada su afición a pelearse con el gato vecino parece algo factible).
Es todo un dilema,
porque me da un poco de pena pensar en dejarlo encerrado (aunque la casa es
grande y tiene para estar a sus anchas allí) pero por la forma del patio no
damos con la forma de limitarle a este espacio y frenarle su escapada para los
costados.
El domingo estaba
precioso el día y le abrí para que saliera a pasear. A media tarde escuchamos
maullidos y supimos que se estaba dando una pelea. No lo veía desde casa así
que poco podía hacer (se escuchaba a la vecina llamando a su propio gato pero
se ve que tampoco con mucho éxito porque los ruidos seguían). Al rato bajó y
cuando lo miré para ver si estaba rasguñado casi me caigo del susto: ¡una de
las patas de adelante tenía el doble de tamaño que la otra! Daba mucha
impresión la hinchazón, así que corriendo nos fuimos al veterinario de guardia.
Una vez allí lo
revisaron y le dieron analgésico con corticoides. Al parecer lo había mordido y
nos explicó que eso es bastante traumático y por eso se hincha así. La
medicación lo iba a dejar un poco tirado y al día siguiente debíamos llevarlo
nuevamente para ver su evolución y que le dieran un antibiótico.
La mañana del lunes se
encontraba muy tirado. La pata todavía hinchadísima y nos miraba lastimero
desde la cama. Estuve todo el día pensando en el gatito y su herida. Por suerte
cuando mi novio llegó del trabajo me mandó mensaje diciéndome que la pata
estaba otra vez en su tamaño normal y que hasta había tenido el tupé de
llorarle para que le abra la puerta del patio (¡cosa que por un tiempo tendrá
vedada!).
Lo llevamos al
veterinario nuevamente y luego de una espera de una hora nos atendió, le dio una
inyección con el antibiótico y nos dijo que ya con eso estaba, que lo miráramos
pero él le daba el alta. Todo un susto al parecer, nuestro pequeño peleador se
encuentra mejor ya.
Qué lindo es!
ResponderEliminarSon tan compañeros.. yo estoy con el mismo dilema, no lo quiero sacar porque no esta castrado y segurisimo que se pelea con todos los gatos (ya ha pasado) pero bueno, aveces lo dejo. Aunque mi gato es bastante particular: es muy asustadizo y no se sube a paredes jaja (ventaja para mi)
En fin!
Te leo, besos!
Es toda una decision.. da pena no dejarlo ir pero por otro lado uno no quiere que salga lastimado.. mi michi sube para todos lados, dificil detenerlo!
Eliminarbeso
Ayyy me encanta!! Qué mono!!
ResponderEliminarQue pases un buen día guapísima! :)
Mary | Apúntate a mi sorteo internacional de un vestido
Gracias Mary! es simpático el michi..
EliminarBueno ha conocido la calle y las peleas, ahora a reponerse. Un abrazuco
ResponderEliminarYa hace rato las conoce jajaj..
EliminarPor suerte está mejor..
beso
Ay, pobrecito... Espero que se termine de recuperar pronto. Como yo no tengo dónde dejarles salir, eso que me ahorro pero en el piso donde vivía antes, a veces Luhay se me escapaba por los tejados vecinos y yo no respiraba tranquila hasta que volvía. Soy muy miedosa con eso de dejarles andar por ahí. Besotes!!!!
ResponderEliminarA mi tambien me da un poco de miedo dejarlo, pero tambien da pena no hacerlo porque se que le gusta pasear por los tejados.
EliminarYa está mejor.. su pata tiene ahora tamaño normal!
beso
Esta super guapo que belleza de foto!!besos
ResponderEliminarGracias.. si, es lindo el gatito :-)
EliminarMenos mal que ya está bien Ciro! me imagino la angustia al verle la pata así!
ResponderEliminarA mi me pasa lo mismo que a vos,el dilema de privarles de salir a disfrutar del aire fresco o dejarlos adentro, y tengo la contra de que mi casa es asssi de chiquita, y además tengo un jardín lindo donde mis dos mininos toman sol y cazan mariposas... como privarles de semejantes momentos?
Gracias a dios( o a los santos de los gatos) aún no se han peleado con otros gatos o `por lo menos no se lastimaron,pero es un miedo siempre latente.
Besos!
Y si, cuesta privarlos de esos paseos.. es todo un dilema.. cada tanto me gana y lo dejo salir, pero tambien cada tanto se pelea y me hace dudar de permitirselo..
EliminarYa está mejor por suerte! beso
Escribes tan bonito y tierno acerca de tu Mister gato peleador Rocky; )
ResponderEliminarmuy bonita mascota!, todo un señor en la imagen, como quien no quiebra un plato.
Saludos cordiales.
jajja. si, en la foto parece un señorito educado...
EliminarPobre, qué pena!
ResponderEliminarLa verdad es que es difícil tomar la decisión de dejarlo salir si pasan cosas así.
Saludos y feliz comienzo de semana.
y si, te hace dudar... todo un tema!
EliminarYa está mucho mejor, su pata es normal otra vez.. besito
Pues pareciera que no mata una mosca! Esa es la impresión que da en la foto. :D :D :D.
ResponderEliminarGajes del oficio, diría Ciro respecto a su patita hinchada y gajes también del oficio de ser dueñ/ama/madre de un felino, diría yo.
Se supone que es su naturaleza pero si cada vez que lo dejen libre van a pasar cosas como ésas.... pues yo no se qué haría...
Saludos y abrazos
En la foto parece todo un gato educado.. pero no lo es tanto, cada tanto se va por ahi a pelearse con el gato vecino.. en fin...
EliminarOhhhh...pobrecito Ciro!!!
ResponderEliminarDale un achuchoncito!
Besos!
Se lo daremos :-)
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