Estuvimos cerca.

  El domingo nos juntamos con amigos en casa para ver el partido de Argentina – Alemania, el cual definiría al ganador de la copa. Un rico asado compartido, bastantes nervios, pero también alegría por haber llegado a esta instancia. Todos con los gorritos celestes y blancos, sentados frente a la tele. Mientras mirábamos y sufríamos un poco a la espera del gol que nunca llegó, mi gato jugaba con una pelotita frente nuestro, con una vivacidad que daba gracia. Tal vez imitaba a los jugadores en la pantalla, tal vez le habíamos contagiado un poco los nervios y por eso el minino estaba exaltado. En un momento en que me levanté se subió a mi silla y se puso a ver la tele como uno más, lo cual fue muy gracioso.

Mirando el partido como uno más.

Tuvimos chances, estuvimos cerca, pero al final no pudo ser. Un gol del contrario cuando se estaba acabando el tiempo suplementario nos quitó la ilusión. Un poco de tristeza por supuesto que se siente, todos desde aquí soñábamos con poder festejar nuevamente el ser campeones del mundo. De todos modos queda un sentimiento de orgullo, porque dimos pelea hasta el final. Porque a pesar de que no nos llevamos la copa, la perdimos dignamente. El equipo jugó bien y dio lo mejor, no podemos reprocharle nada. Y somos subcampeones, lo cual no es poca cosa.

El pequeño hincha

Otra vez será.

Vamos Argentina!

Rico asadito para la previa..