La Vinya de Defensa

El que pasó fue un fin de semana muy bonito, en donde hice unas cuantas cosas. Ya les voy a ir contando un poco de algunas muestras y curiosidades que encontré este domingo paseando por el barrio de San Telmo, pero quiero empezar por contarles del pequeño y coqueto lugar donde almorzamos.

El bar se llama “La Vinya de Defensa”, queda en Defensa 1338, y abrió sus puertas hace muy poquito. De hecho, por lo que nos dijo quién nos atendió, que era ni más ni menos que el dueño del lugar, llevaba abierto solo tres días. Así que casi que lo estábamos estrenando.

Nuestro almuerzo fue en horario tardío, ya que por estar paseando se nos habían hecho las cuatro de la tarde. Encontramos este sitio que nos pareció bonito, y que en ese momento estaba bastante vacío por lo que nos sentamos al lado de la ventana. Al ratito sin embargo se llenó de gente, por lo que nuestro lugar era privilegiado.

Como no estábamos con tanta hambre nos decidimos por un tostado de jamón y queso, y unas tapas para compartir. Escogimos unas que tenían berenjena, y unas de scones con queso y jamón crudo (que eran realmente deliciosos). Todo estaba muy bien presentado. Nos pusieron unos individuales de papel que tenían frases escritas a mano. La que me tocó a mí es una que justamente me gusta bastante: “Collect moments, not things” (colecciona momentos, no cosas).

Venía todo en vajilla de colección, esos típicos platitos de época, con diferentes diseños pero con el sello de lo vintage.

Todo muy rico, el ambiente muy acogedor, con música agradable de fondo, y una atención de maravillas. Los precios también razonables. Es un lugar que me gustó, y que recomiendo conocer. Si están por la zona no dejen de ir.