Vista desde el Cerro Campanario |
* Subimos al Cerro Campanario (segunda vez para mí en
estos días, aunque esta vez lo hicimos a través de la aerosilla). A la pequeña
la subimos dormida, y nuestra inquietud era como íbamos a bajarla una vez que
se despertara (la posibilidad de que se pusiera loca o le diera miedo y se
rehusara a subir a las aerosillas era factible). Llegado el momento y medio con
temor la abuela le mostró las “sillitas voladoras” y le explicó que íbamos a
bajar por ahí. Gran sorpresa, gran: la nena se emocionó tanto que tuvimos que
descender en ese momento (no quería saber nada con esperar un rato más). En
brazos de su mamá la gordita iba a los gritos de alegría, sin miedo alguno,
disfrutando el “vuelo”.
* A pesar del “coraje” mostrado en la anécdota de las
aerosillas, no hubo forma de que Emma mojara sus piecitos en los lagos. En cada
uno al que íbamos le mostrábamos el agua y la animábamos a meterse un poco. No
hubo caso, la respuesta era siempre que no. Ni aunque a su lado le mostráramos
que había otros nenes chiquitos que si lo hacían. ¡Niña de fuertes
convicciones!
* Para que en el auto aceptara abrocharse la gordita el
cinturón de su sillita le decíamos que si nos veía la policía y ella no estaba
correctamente abrochada nos iba a multar y debíamos darle la plata que era para
los heladitos. Con eso más o menos la convencíamos, y cada vez que veía un
policía (o alguien que pareciera uno) se ponía a gritar contenta: “¡Emma está
abrochada policía!”. Me hacía reir mucho con eso.
Picadita.. ñam, ñam |
El viaje de vuelta fue largo. Esta vez lo hicimos en el auto de mi amiga, el cual es bastante cómodo pero no dejábamos de estar algo apretadas siendo cinco ocupantes más los bolsos. A mí me tocó la función de copiloto, así que me encargué de cebar mate, charlar para que quienes manejaban (mi amiga y su mamá) no se durmieran, etc.
Tardamos dos días en llegar, y para cuando finalmente
entré a casa estaba agotada pero feliz. El viaje había sido un éxito total,
pero volver al hogar también tiene su encanto.
Fueron unas hermosas vacaciones, realmente me ayudaron
a cargarme de pilas y energías en un momento en que las necesitaba. Estar en
esos paisajes asombrosos, conocer gente como la que conocí y compartir todas
estas aventuras me hizo sentir asombrosamente viva y feliz. Agradezco haber
tenido la oportunidad de vivir estos momentos por la hermosa Patagonia. Sé que
voy a contar con ellos para recordarlos y volver a experimentar toda su magia
cuando vengan a mi mente.
Nota: todas estos relatos han sido incluídos en la
sección “Crónicas de viajes”.
¡No dejen de visitarla!
Gracias por compartir. Te invito a que nos sigamos y a ver mi ultimo shooting, para QA, muévete a verlo. Besos y besos.
ResponderEliminarGracias por pasarte, besos
EliminarPara los que tenemos difícil estas visitas, nos ha sido muy grato acompañarte, hablo por mí, ¡claro!. Gracias.
ResponderEliminarMe alegra haberles podido mostrar algo de mi pais, de esa zona tan especialmente bonita que tenemos por el sur.. han hecho un viaje virtual!
Eliminarbeso
Encantada con las fotos y con el relato, digno de un blog de viajeros.
ResponderEliminarMe morí con las anécdotas de Emma, sobre todo la de gritar que ella iba bien amarradita...con tal de que conservar intacto el dinero de los helados! Mira qué bien lo entendió.
Una ternura de chiquita.
Saludos y abrazos
claro que entendió la peque como iba el tema, ja.ja. yo moría de risa con cosas como esa!
Eliminarbeso
Que fotos tan hermosas, dan ganas de quedarse por ahi =)
ResponderEliminarBesos!!
si, a mi me dan ganas de volver!
EliminarMuchas gracias por contar pacientemente los detalles, las anecdotas y compartir las fotos.
ResponderEliminarEnhorabuena por un viaje tan genial. Abrazos
Me alegra que les haya gustado la cronica. Para mi fue un placer relatarles el viaje..
Eliminarbeso
Precioso final para la crónica! Qué gracia me ha hecho la anécdota de la peque y los policías ;)
ResponderEliminarHa sido esa una situación bien graciosa. Los chicos tienen esas salidas que te hacen morir de risa!
Eliminarbeso
Que lindo viajar por la Patagonia a traves de tus cronicas!
ResponderEliminar:-) Gracias, un placer hacerles de guia viajera
Eliminarque bueno Estela! buenisimas tus crónicas y divertidas las anécdotas. Un beso
ResponderEliminarQue bien que te gustaron! :-)
EliminarQué chulada de viaje, Estela... Gracias por haberlo compartido con nosotros. Besotes.
ResponderEliminarde nada, un verdadero placer haberlo hecho. Al contarles yo revivia todo..
Eliminarbeso
qué vistas! y qué flores tan bonitas... :)
ResponderEliminarLas flores de la zona son hermosas. Se ve que el clima las favorece!
Eliminar¡Qué ternura me dió la anécdota de Emaaaaaaa! La inocencia que caracteriza a los peques, cuánta felicidad a uno le dan... :)
ResponderEliminarja.ja.. viste? una divina la gordita, tenía cada salida!
Eliminarbeso
Que pena que este viaje llegó a su fin, la verdad que me gusto muchisimo.
ResponderEliminarLas anécdotas de la niña, maravillosas y me suenan conocidas en el tema del agua y de los cinturones.
Mi suegra decía que viajar era tan lindo como volver a la casa y que las visitas que llegan (que se quedan muchos días) son más lindas cuando se van :).
Un abrazo
ja.ja. supongo todos los chicos salen con cosas parecidas. Hacen reir!
Eliminarbeso
Graciosísimo el zorrito amigable y el lago negro.
ResponderEliminarQué belleza!!
si, un precioso ese zorro!!
EliminarMe tengo que hacer un repaso de tu crónica tranquilamente.
ResponderEliminarNo me extraña que hayas cargado pilas, primero por el sitio donde has ido y segundo porque eres una campeon que se autorgenera en seguida
Moaggssf
Gracias.. y si, hay que salir renovada y fortalecida de las experiencias.. renacer como el ave fenix!!!
EliminarHa sido un viaje barbaro, lo pasé de maravillas!