martes, 20 de febrero de 2018

Un dia especial en la Toscana II: San Gimignano

¿Qué les pareció la primera parte del “Dia especial en la Toscana”? ¿Verdad que Siena es una bellísima ciudad? A pesar del poquito tiempo que ahí pasamos, enseguida pudimos apreciar que tiene algo único.
En las entradas del pueblo
Continuamos ahora la excursión dirigiéndonos a San Gimignano, un pequeño pueblo amurallado de origen medieval, erigido en lo alto de las colinas.
Famoso por sus cerámicas
Todo tipo de negocios
Como anécdota graciosa les cuento que saliendo de Siena tuvimos que dejar a una pareja que se había entretenido de más. La guía había recalcado muchas veces que debíamos ser respetuosos con el horario que se fijaba en cada parada ya que era mucho lo que había para hacer en el día, y que no iba a haber tolerancia con retrasos. Lo cierto es que a esta gente la esperamos unos veinte minutos y como no aparecían nos fuimos. Luego llamaron desesperados, le explicaron que los había retrasado la fila en un baño, etc. Tuvieron que tomarse un coche para alcanzar al resto del grupo, y luego no se despegaban de la guía, creo que escarmentaron la lección. Y nadie se atrevió a llegar tarde luego a los horarios pactados.
Aca estoy en las callecitas de San Gimignano. La pegatina verde era la del grupo.
En los pueblos amurallados toscanos de la época medieval, las familias adineradas competían entre sí por la erección de torres más altas, que simbolizaba más poder y riqueza, y a la vez las torres servían como hostales y fortalezas. Debido a que San Gimignano se asienta en lo alto de una colina, desde el poblado se puede ver muy bien el horizonte a varios kilometros de distancia. En los tiempos medievales y del Renacimiento era un punto de pausa en la marcha de las peregrinaciones hacia Roma.
Maravillosas vistas
La ciudad floreció hasta el año 1348, cuando la peste negra que afectó a toda Europa, la obligó a someterse a Florencia.  San Gimignano se convirtió en un centro secundario hasta el siglo XIX, cuando su categoría como centro turístico y artístico comenzó a reconocerse.
Una belleza de vistas!
Ha logrado conservar cerca de 15 de sus 72 torres de diferentes alturas que se han convertido en su símbolo internacional.
Nos dieron más de una hora para recorrer sus callecitas. Algo que teníamos recomendado probar eran los helados. Allí estaba una heladería que fue reconocida por tener el “mejor helado del mundo”. De más está decir que lo probamos y estaba muy bueno. El clima además estaba apropiado para eso, hacía bastante calor.
A lo largo de su calle principal hay muchas tiendas de recuerdos. Hemos aprovechado a comprar algunas cositas para nosotros y para regalar.
Miren que pintoresco
Les dejo algunas fotos que sacamos allí, en donde se aprecia lo pintoresco de sus calles, y los bellos paisajes que desde allí se ven.
¿Qué les pareció? Lo que sigue es la visita a Pisa y su famosa torre inclinada.

Y ahí si ya termino los relatos del viaje. Espero que los hayan ido disfrutando tanto como yo al contárselos.


2 comentarios:

  1. ¡Qué bonito! La verdad es que es un pueblo que invita a pasear por su calles... Creo que siempre que se hace una visita con un grupo, hay alguien que retrasa al resto. No falla. Qué pena que el siguiente ya es el último. Me gusta ver crónicas de viajes. Besotes!!

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  2. San Gimignano es un pueblito para no perdérselo, si bien toda la Toscana tiene mucho encanto, lo estamos pasando muy bien casi, casi yendo contigo de viaje y ademas no nos retrasamos para que la guía no se enoje. Un abrazo

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