Ante todo, gracias por los saluditos
cumpleañeros que me dejaron en el post pasado. Muy agradecida del afecto
recibido.
Ese día recibí
mimos familiares. Una cena en lo de mis papis, en donde me prepararon
ricos manjares. Un festejo íntimo y cálido. Mis padres, mi hermano con su
novia, mi marido y yo.
El sábado hice una reunión con amigos en casa.
Fueron varios los que vinieron, también hubo algunas faltas pero eso es medio
inevitable.
Salió todo muy lindo, muy ameno. Como siempre
sobró la comida porque soy medio exagerada y compro de más. ¡Que no falte! Y
así es como llevo unos cuantos días comiendo sobras del cumple, y tengo todavía
sandwichitos de miga para toda la semana.
Recibí regalitos, lo pasé bien.
El michi participó a su manera del festejo.
Sin acercarse demasiado pero estando presente. Yo estaba atenta para que no
hubiera incidentes con mis invitados (ya hay historias de algún zarpazo). La
idea era que nadie lo tocara por las dudas. Y como es un tema de “hazte la fama
y échate a dormir”, nadie buscó tocar al gatito loco.
No hubo tampoco que encerrarlo por suerte, y
mayormente él participaba mirando desde la seguridad de la escalera. Una vista
privilegiada en las alturas.
Les comparto unas fotos del encuentro en donde
se ve el gatito. Mis invitados medio desenfocados para no exponerlos tanto. Pero se
hacen una idea del evento, ¿no?
Da gusto juntarse con la gente que uno quiere.
Paso a saludarte y dejarte un abrazo
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