Villa La Angostura

Me gusta tener un rato para editar las fotos que saco, y muchas veces eso hace que se me vayan juntando unas cuantas hasta que recién puedo sentarme a hacerlo. Esto es lo que me había pasado por ejemplo con las que tomé en el viaje que hicimos al sur en septiembre pasado (¡hace ya más de seis meses!) . La mitad del viaje había quedado ahí en su formato RAW y a la espera de que yo les diera un poquito de atención.

Hace poco es que me propuse adelantar algo de eso, y por eso acá les traigo imágenes del día que pasamos en Villa La Angostura. Es un sitio precioso de ver, y aunque parte se había mantenido nublado nos permitió igual recorrer un poco.

El día que estuvimos allí fue el que nos despedimos de la ciudad de San Martín de los Andes para dirigirnos a Bariloche. Nos quedaba de camino entonces esta hermosa villa.

Lo primero que hicimos fue ir a dar una vueltita por las bahías Mansa y Brava. Están muy cerca una de la otra, pero su aspecto es diferente. Se puede disfrutar de un poco de playa y si el clima lo permite meterse un poco al lago. No fue nuestro caso, ya que teníamos que llevar abrigo en ese entonces.

Luego de almorzar algo rico por el centro y caminar por la calle principal mirando los locales, nos fuimos a ver los miradores del Quetrihue. Si bien había estado otras veces por la zona, no conocía los mismos. Están en el acceso al Parque Nacional Los Arrayanes. Luego de una pequeña subida hay que tomar el camino que lleva a los miradores. Uno de ellos es el “Arrayán”, desde el que se tiene una panorámica del lago Nahuel Huapi. Tomando otro desvío se llega al mirador “Messidor”, que ofrece una bonita vista de la Bahía Mansa.

Otro paseo que hicimos por la zona fue seguir un senderito para llegar a una preciosa playa. Lamento no recordar el nombre ni poderles dar más datos sobre el lugar, ya que mi memoria no lo ha registrado. Si les puedo decir que seguíamos el cauce de un río, y que una vez llegados a la orilla del lago el paisaje era impresionante. Además era sumamente tranquilo. Nos tomamos un rato para poner una lona sobre la arena y tomar unos mates, dedicados al silencio y la contemplación de tan precioso sitio.

Seguimos un senderito al costado del río.

Belleza en estado puro. Una playa para sentarse a pensar y disfrutar del silencio.

La naturaleza en todo su esplendor, el sur argentino nunca defrauda. Puedo ir muchas veces y no cansarme de admirar los lagos, las montañas, los ríos, la flora y fauna típicos.

Matecitos en la orilla. Paz y tranquilidad.

Que lindo empezar la semana con este recuerdo de un bonito viaje realizado.