jueves, 24 de septiembre de 2015

Porto Seguro

En este post van a encontrar imágenes de uno de los primeros días del viaje y del último, pero están todas agrupadas aquí ya que hacen referencia a Porto Seguro, la ciudad en donde estuvimos parando.

Les cuento un poco de estos sitios lindos que conocimos y anécdotas de estos días.

Para comenzar ya en el día de nuestra llegada nos topamos con una situación que resultó ser graciosa pero que podría haber sido un problema si el auto que nos llevó del aeropuerto al hotel hubiera sido un taxi cualquiera y no el transfer que estaba contratado, como fue el caso. Resulta que al llegar al hotel yo bajé mi mochila y le dije a mi novio que no olvidara la suya. Me dijo que si, por supuesto, pero al ratito se agarraba la cabeza porque ¡se la había dejado en el auto! Por suerte llamamos desde el hotel y volvieron para devolverla. Sino hubiera ya perdido en el primer instante la cámara, la tablet, y vaya a saber que otra cosa que llevaba allí.

camino costero
La habitación era cómoda y tenía un balcón que daba a la piscina. Lindo para tomar alguna merienda allí, tuvimos oportunidad de utilizarlo de esa forma durante la semana. La primera noche (sábado) nos encontramos con que cerca había un balneario donde se armaba baile y la música sonaba muy fuerte. Por suerte fue en esa sola ocasión, ya que hasta las cuatro de la mañana las paredes vibraban con la música, y bien podríamos haber estado dentro del boliche por cómo se sentía. El resto de la estadía fue tranquila en ese aspecto, lo que se agradece.

caminando cerca de la playa
Con todo el ajetreo de la mochila olvidada no tomamos nota que teníamos previsto un city tour para el día siguiente. Así fue como nos fuimos de lo más tranquilos a disfrutar de la playa (la cual estaba ubicada a una cuadra del hotel, cruzando la ruta nomás) y perdiéndonos esa visita. Lo bueno que es pudimos recuperar esta excursión el ultimo día.
Replica de carabela
la carabela por dentro. Memorial del descubrimiento

Zona antigua de Porto Seguro
Casas de colores
Fuimos igual por nuestra cuenta a conocer el centro de Porto Seguro. El mismo quedaba a 6 km del hotel, y había mucho transporte disponible para ir. Nosotros escogimos igual hacer una caminata hasta allá, bordeando la costa. Fue agradable porque fuimos viendo las diferentes playas, y a mitad de camino nos encontramos con un memorial del descubrimiento. Este era un museo en donde nos relataron parte de la historia, como fue la llegada de los portugueses a esta lejana costa, unos 500 años atrás. En el lugar había una réplica de uno de los barcos en que llegaron, y se podía conocer por dentro. Como se imaginaran era algo de lo más precario, y quienes hicieron esa travesía sin duda eran aventureros o desesperados, gente que no tenía mucho que perder. Las condiciones del viaje eran bastante insalubres, todos estaban hacinados y muchos morían de enfermedades varias por la mala alimentación y la mala higiene. Descubrir un nuevo mundo era solo para valientes.

Seguimos nuestro camino y llegamos a la ciudad, la cual estaba bastante vacía ya que realmente cobraba vida más de noche. Pudimos igual recorrer un poco las calles del centro, las que con posterioridad conocimos en salidas más nocturnas. En esas ocasiones se disfruta de una gran feria callejera, de bonitos restaurantes, de música en el ambiente.

Fuimos también a la parte antigua de la ciudad, la cual queda en la parte alta. Desde allí se podía divisar el mar, y tenía su sentido estratégico en la época de la colonización, ya que desde allí se podía ver claramente cualquier amenaza que llegara por el océano.
Celebración de la patrona

Ese día se festejaba a la patrona del lugar, y por eso había una celebración especial. Habían sacado los bancos de la iglesia y los habían colocado afuera, junto con algunas carpas o gazebos para proteger a la gente del sol. Había muchas personas congregadas, algunas llevaban paraguas cual sombrilla. Pudimos ver parte de la celebración, y escuchar los cantos religiosos, los cuales sonaban muy bonitos en portugués.

Esta parte antigua es pequeña, son algunas casas nomás las que se conservan, pero muy pintorescas porque tienen gran colorido. Está todo cuidado y limpito. Pudimos volver el último día y recorrer la zona sin tanta gente. Por eso en las últimas fotos pueden ver la iglesia sin nadie alrededor, lo cual contrasta con las del día de la celebración.

la ciudad de día
El tipo de cambio estaba esta vez de nuestra parte, y todo nos pareció bastante barato. Tiene sentido ya que en este momento están con un proceso de devaluación importante en el país vecino. Es increíble como los vaivenes económicos hacen que convenga o no ir hacía alguna parte. El año anterior cuando estuvimos en Salvador y Morro de Sao Paulo nos había sido caro. Idas y vueltas de los ciclos económicos.

En cuanto a la comida, nos encontramos con platos típicamente brasileros, los cuales confieso que después de unos días cansan un poco. Todo se sirve con arroz, papas fritas y porotos. Al no estar acostumbrados al poco tiempo ya no quería ni ver estos ingredientes. Había mucho frito también, lo cual tampoco es lo más sano.

Pudimos igual probar algunas cosas típicas como una rica moqueca de camarones, acompañada por una caipiriña. La cervecita en la playa era otro clásico que disfrutamos.
La iglesia un día cualquiera

En breve les relato sobre excursiones que hemos hecho que también tuvieron su encanto.

 





10 comentarios:

  1. Que lugar tan pintoresco, me imagino la tranquilidad de vivir ahi.

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    1. A mi me encantaron las casitas de colores… lo hacía todo muy lindo…
      saludos

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  2. Un lugar colorido y precioso, algunas fotografías son postales, eres una gran viajera y una estupenda fotógrafo. Un abrazo

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    1. Muchas gracias! Me alegra que te gusten las fotos.. fueron sacadas con una camarita de bolsillo, pero igual han quedado bastante bien.
      Viajar es hermoso!

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  3. Hola!!!!!!!! que hermosas imágenes!! las casitas coloridas, la playa, la carabela!! gcias!pasee un rato por medio de tu relato.Besos!

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    1. Me alegra haberte hecho pasear.. es un sitio lindo, los paisajes eran increíbles… y esas casitas coloridas adorables!

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  4. Qué viaje tan bonito!!! Unas fotos preciosas. Transmiten toda la paz del lugar. Un besote!!!

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    1. Estar en la playa da paz jaja.. el mar, las olas.. y todo lo lindo de estos pueblos, asi alegres y coloridos.. hermosa experiencia!

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  5. Las casitas de colores...la iglesia...
    Qué se puede decir? Precioso todo
    Abracitos

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