Sendero apenas transitado |
No es de las más
conocidas, de hecho no es muy transitada. Por el camino uno no se cruza con
mucha gente como ocurre en los senderos hacia la Laguna de los Tres o hacia la
Laguna Torre. Sin embargo, es realmente un paseo encantador y que se disfruta
mucho.
En el mapa que
teníamos indicaba que eran unas siete u ocho horas entre la ida y la vuelta, y
que todo el camino era en subida. Esta última aclaración nos asustaba un poco,
pero por suerte si bien es así no es algo abrupto, sino que de manera constante
pero leve se va ascendiendo. Eso lo hizo por supuesto más sencillo de lo que
pensábamos.
De a poco vamos dejando atras el pueblo |
El inicio es por el
sendero que va a la Laguna Toro (una que no conocimos ya que estaba a mayor
distancia y requería hacer campamento allí además de registrarse con los guarda
parques). Se van atravesando bosques de ñires y lengas, hasta llegar a una zona
abierta desde donde se pueden observar los cerros Fitz Roy, Torre y Huemul.
Un poco más de bosque
frondoso y se llega a un lugar con un paisaje totalmente diferente: muchas
rocas, poca vegetación, muy árido. Ahí se hace un poco más inclinado todo, y el
viento sopla más fuerte debido a la falta de árboles que lo detengan. Si antes
estábamos en remera ahora llevábamos también todo el abrigo posible con el que
contábamos, el frío se hacía sentir.
Llegamos al mirador de
la Loma del Pliegue Tumbado. Un cartel apoyado sobre un montículo de piedras
que apenas servía de reparo del viento nos indicaba que habíamos llegado a ese
punto. Desde allí disfrutamos de una vista única. Allá abajo y a lo lejos se
divisaba el pueblo. Hacia otros lados las lagunas en donde habíamos estado días
anteriores, el bosque, el glaciar, los cerros con sus picos nevados. Una
panorámica muy linda.
Una vista que deja sin aliento |
El camino seguía un
poco más y nos llevó a la cima de ese cerro. Desde allí teníamos una vista
panorámica y 360º que dejaba sin aliento. Justamente como era poca gente la que
recorre este camino es que pudimos estar unos minutos ahí solos, absorbiendo la
grandeza del instante. Un ratito de sentarnos en silencio uno junto al otro y
simplemente observar, sentir con todos los sentidos. Uno de esos lugares que
sirven para encontrarse, que unen con esa presencia mayor que suelo llamar Universo.
Un sitio donde cerrar los ojos y agradecer por estar vivos y por poder conocer
tanta maravilla.
Vista desde el mirador |
La vuelta fue en
bajada (una de las ventajas de tanta subida antes). Los últimos kilómetros ya
estábamos cansados, pero felices. Un rato de reponernos en la hostería, de
tomar una ducha calentita, y a cenar algo rico por ahí. Al otro día nos
esperaba la vuelta a la ciudad, levantarnos tempranito y regresar a Buenos
Aires.
Preciosa caminata!
ResponderEliminarBesos!!!
La verdad que si.. estuvo buenisima! unos paisajes de ensueño
EliminarMuy bien cuidado, parece que todos siguen las consignas de los carteles. Sigues emocionandonos con tanta belleza. Abrazos
ResponderEliminarParece que si.. lo bueno es que es un camino poco transitado pero con un paisaje precioso.. naturaleza a pleno e imponentes vistas
EliminarVale la pena la caminata. Qué paisajes tan impresionantes!!! Aunque a mí el frío me hubiese tirado para atrás. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarNo hacia tanto frio igual, solo un poco y por momentos.. abrigandose no pasaba nada. Las vistas lindisimas
EliminarEsa caminata nunca la hicimos... justamente por eso que dice que es todo en subida! pero la vista es increible! re lindas todas las fotos!
ResponderEliminarEstá para hacerla... la verdad es que la subida no es pronunciada y entonces no se hace tan dificil.. es poco transitado pero vale la pena porque las vistas son divinas. Tal vez para la proxima, tenes otro sitio adonde ir..
Eliminarbeso